Rector resalta el valor de la sustentabilidad y filantropía con un objetivo de bien común
"… se requiere de estabilidad y nuevas fuentes de ingreso que permitan generar y apoyar ideas innovadoras en las ciencias, artes y humanidades", plantea la autoridad en el diario La Tercera.
El rol de las universidades es clave en aportar conocimientos y experiencias para buscar soluciones a los principales problemas del país. Mediante la investigación se buscan los caminos hacia un desarrollo humano sustentable y por medio de una formación integral, es necesario educar para ello. Así lo manifiesta el rector Sánchez en una columna sobre sustentabilidad y filantropía que recoge el diario La Tercera. Hoy, dice, las mejores universidades del mundo se han propuesto el gran desafío de innovar mediante ideas creativas en desarrollo sustentable y pretenden reducir su propio impacto en el medio ambiente.
En la encíclica Laudato Sí, el Papa Francisco enfatiza en la introducción que la tierra es nuestra casa común, “como una madre bella que nos acoge en sus brazos”. La preocupación por la naturaleza, la protección de la vida y de los más vulnerables, el compromiso con el desarrollo integral de la sociedad, se presentan de manera conjunta. Se desarrolla el concepto de ecología integral, buscando articular las relaciones de la persona. Una ecología que permita comprender "el lugar específico que el ser humano ocupa en este mundo y su relación con la realidad que lo rodea"(LS 15). Además, nos plantea la necesidad de una educación ecológica, apostando por un estilo de vida que promueva una estrecha alianza entre la humanidad y el ambiente.
A juicio del rector, para lograr este desarrollo futuro sustentable se requiere de estabilidad y nuevas fuentes de ingreso que permitan generar y apoyar ideas innovadoras en las ciencias, artes y humanidades. Así, es necesario resaltar el valor de la filantropía, de la entrega generosa de recursos con un objetivo de bien común. Estas iniciativas permiten la entrega de los recursos económicos, trabajo y dedicación para lograr una mejor universidad comprometida con los destinos del país. Esta labor se desarrolla por un sentido de gratitud, altruismo y para poder apoyar de manera real la misión institucional propuesta por cada universidad. “En nuestro país existen destacados ejemplos de filantropía y los proyectos en educación han sido notables. Sin embargo necesitamos hacer más. Estimular las donaciones y filantropía a nivel país, pretender lograr un cambio cultural que difunda y extienda esta práctica generosa a quienes hoy no la consideran importante para colaborar al crecimiento de un proyecto universitario y al desarrollo de Chile”, enfatiza.
El rector va más allá, dice que sin este aporte desinteresado y libre de los ex alumnos y personas cercanas a cada una de las universidades, no se podrá lograr el ansiado desarrollo de un sistema universitario de calidad internacional, comprometido con el futuro y los destinos del país. Agrega: “Con el aporte de cada uno, debemos valorar la importancia que tiene para Chile y sus habitantes, el poder contar con universidades de clase mundial, debido al impacto en el aspecto científico y cultural que ello implica”.
A su juicio, la filantropía es un tema de gran relevancia ya que colabora a la sustentabilidad de las universidades y permite fortalecer el desarrollo de la misión de las instituciones con mayor autonomía e independencia en su quehacer. “Todos somos responsables del futuro de nuestras universidades -afirma-, las que debemos potenciar para beneficio de las futuras generaciones y de nuestro país”.
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