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María Olivia Mönckeberg, temeraria investigadora tras los mecanismos del poder


Esta ganadora del Premio Nacional de Periodismo (2009) formada en la UC, ha dedicado su carrera a develar con una profundidad y agudeza insuperada, cómo empresarios, políticos, universidades, la Iglesia y los medios de comunicación ejercen su influencia en la sociedad. A continuación, te contamos parte de su historia en el marco del especial #MujeresUC.

María Olivia Mönckeberg Pardo (1944) comenzó su carrera escribiendo en la desaparecida revista “Debate Universitario” de la UC durante su último año de formación en la Escuela de Periodismo, desde donde egresó en 1972. Junto a Juan Pablo Cárdenas –también Premio Nacional en 2005— y Óscar González –ex académico de la universidad— aprendería la importancia del trabajo en equipo. 

Por eso, cuando recibió el mayor galardón al que puede aspirar un periodista en Chile, en 2009, hizo un pequeño homenaje a los colegas que ya habían partido. Emilio Filippi, Abraham Santibañez, Patricia Verdugo, Ana María Foxley y María Paz del Río compartieron filas con ella en los distintos medios donde ejerció; en la revista Ercilla, por ejemplo, donde estuvo hasta comienzos de 1977 para luego fundar la revista Hoy, financiada por una fundación holandesa contraria al régimen.

En 1981 se incorporó a la revista política Análisis, también opositora, en donde fue editora general y subdirectora hasta 1987. Allí, dice, aprendió a no tener miedo, pese a que le mandaban recados amenazantes con sus hijos o incluso llegaron a apuntarla con una pistola para amedrentarla. Por eso, con el retorno de la democracia se dedicó a denunciar los crímenes contra los derechos humanos sino también a los grupos de poder surgidos en dictadura que continúan dominando el país.

A su trabajo en el diario La Época, entre 1987 y 1990, y su rol como editora general del diario La Nación y como directora de prensa de Radio Nacional se suman una decena de controversiales e imprescindibles publicaciones. “El saqueo de los grupos económicos” (2001), “El imperio del Opus Dei” (2003); “La privatización de las universidades” (2005); “El negocio de las universidades” (2007); “Karadima, el señor de los infiernos” (2011) y “Con fines de lucro” (2013) entre otros, dan cuenta de cómo empresarios, políticos y la Iglesia o los medios de comunicación han logrado influir y, sobre todo, operar y fortalecerse aún en tiempos de democracia.

“El poder de la UDI. 50 años de gremialismo en Chile” (2017), una acuciosa investigación sobre el partido y las consecuencias de su despliegue en la política chilena, es su última entrega. María Olivia asegura que derivó en el formato libro ante la imposibilidad de encontrar espacio para este tipo de investigaciones en los medios, que también han sido objeto de sus cuestionamientos en, por ejemplo, “Los magnates de la prensa” (2009).

“El tipo de investigación que he desarrollado requiere de mucha dedicación, rigurosidad y mucho trabajo, y esos son tiempos que le restas a los hijos y a los nietos. Pero, por otro lado, sientes la motivación de hacer un periodismo que ayude a poner un grano de arena para hacer una sociedad mejor, más equitativa, democrática; donde exista un real acceso a la información; donde los jóvenes puedan comprender mejor la sociedad donde vivimos”, declaró a "El periodista".

María Olivia ha ocupado distintos cargos en el Colegio de Periodistas de Chile; fue consejera nacional, miembro de la Directiva Nacional, y presidenta de la Comisión de Libertad de Expresión. Durante los años 80 también fue creadora del movimiento Mujeres por la Vida, junto a Mónica González, Marcela Otero y Patricia Verdugo. Este estuvo conformado por mujeres opositoras al régimen con diversas profesiones, afiliaciones políticas y orígenes sociales, pero que tenían la meta común de restaurar la democracia.

En 1984 recibió el Premio Internacional de Periodismo Louis Lyon (Louis Lyons Award for Conscience and Integrity in Journalism), otorgado por la Fundación Nieman de la Universidad de Harvard, Estados Unidos, que cada año destaca a un periodista del mundo. Fue finalista de los Altazor en 2006 y en 2011 y en 2016 ganó el Premio Municipal de Literatura de Santiago por su libro “La máquina para defraudar. Casos Penta y Soquimich”.

Actualmente es profesora titular de la Universidad de Chile y directora del Instituto de la Comunicación e Imagen (ICEI) de esa casa de estudios. Allí imparte las cátedras “Ética y tratamientos periodísticos” y “Periodismo de investigación” donde transmite su visión sobre el periodismo. “Es una misión de sentido público, con una enorme responsabilidad, por lo que me preocupa mucho el tema de la ética profesional y de estar en servicio de la sociedad y no de intereses particulares”, sentencia.


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