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"El rey Lear" y "Este teatro no está vacío" se suman a los archivos de Bitácora


Quienes visiten la plataforma de Teatro UC podrán conocer el proceso artístico de “El Rey Lear” y “Este teatro no está vacío”. La herramienta digital, que contiene materiales y momentos inéditos de producciones emblemáticas de la sala universitaria, cuenta ya con 12 montajes.

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photo_camera "El rey Lear", una de las obras más importantes de Shakespeare, nunca había sido estrenada en Chile. En escena: Héctor Noguera (Rey Lear), Rodolfo Pulgar (Kent), Eduardo Barril (Duque de Cornwall), Shlomit Baytelman (Regan). Créditos de foto: Jorge Brantmayer. Fuente: Archivo de la Escena Teatral UC.

Un viaje por sus obras históricas y otras más recientes es lo que propone Teatro UC a través de la Bitácora, un instrumento que permite a los públicos explorar y navegar por los principales hitos que incluyen la creación teatral. Lanzado en junio del año pasado gracias al apoyo de la Dirección de Artes y Cultura de la Vicerrectoría de Investigación UC, el soporte ofrece la oportunidad de adentrarse, a través de líneas de tiempo, galerías de imágenes, registros de backstage, extractos audiovisuales y testimonios, en piezas icónicas, como la “La pérgola de las flores” (1960), y otras que reflejan la adaptación a los nuevos tiempos, como “La Taguada” (2020), estrenada en formato online durante la pandemia.

La plataforma, que hasta hace poco consideraba también “La soga” (2016), “El cepillo de dientes” (2017), “Historia de una gaviota y del gato que le enseñó a volar” (2017), “Un gran negocio” (2017), “Flores de papel” (2017), “Condicional” (2018), “Muerte accidental de un anarquista” (2019) y “Carta de Navidad” (2020), permite desde este mes revisitar, además, “El Rey Lear” (1992) y “Este teatro no está vacío” (2021). 

“Siempre mirar en retrospectiva nos permite reconocer los cambios y eso en una institución dedicada a las artes vivas es fascinante, porque el teatro refleja muy transparentemente lo que sucede en la cultura”, enfatiza Gabriela Aguilera, directora artística de Teatro UC, sobre la invitación que hace Bitácora a recorrer parte de la trayectoria de uno de los teatros más antiguos de la escena nacional y que en 2023 cumplirá 80 años. 

"Mirar en retrospectiva nos permite reconocer los cambios y eso en una institución dedicada a las artes vivas es fascinante, porque el teatro refleja lo que sucede en la cultura” - Gabriela Aguilera, directora artística de Teatro UC

Sobre los montajes que se suman, la autoridad explica que ambos “tienen en su gestión un hito relevante acerca del teatro mismo: "El rey Lear", una de las obras más importantes de Shakespeare, nunca había sido estrenada en Chile; por otro lado, "Este teatro no está vacío" es un proyecto que nos lleva de vuelta a la presencialidad, después de casi dos años con las salas cerradas. La producción de ambas significa, en su origen, una celebración del poder creativo y la voluntad de las y los artistas teatrales”.

Shakespeare en la pluma de Nicanor Parra

"El Rey Lear", 1992. En escena, Arnaldo Berríos (Duque de Albany), Gabriela Hernández (Goneril), Héctor Noguera (Rey Lear), Rodolfo Pulgar (Kent), Eduardo Barril (Duque de Cornwall), Schlomit Baytelman (Regan). Créditos de foto: Jorge Brantmayer. Fuente: Archivo de la Escena Teatral UC.

En mayo de 1992 Teatro UC llevó a escena “El Rey Lear” gracias a la traducción realizada por Nicanor Parra. Dirigida por Alfredo Castro y con Héctor Noguera en el rol principal, fue un éxito y es recordada como una de las producciones más vistas en la historia de la sala universitaria. 

“Cuando miramos en retrospectiva El rey Lear, vemos una magnitud de otra era del quehacer teatral: desde la traducción de un texto emblemático de la dramaturgia universal, un equipo artístico destacadísimo con un elenco de 19 personas, hasta la extensión de su temporada que alcanzó alrededor de 37 mil espectadores. El tema de su ficción, un rey que busca proyectar su trono entre las hijas, parece hablarnos del momento histórico en que el país cambiaba de una visión patriarcal, recientemente vinculada a la dictadura, hacia la construcción de un futuro joven y en disputa, no exento de rencillas con el pasado”, analiza Aguilera.

¿Por qué estas obras? “Los objetivos tenían que ver con rescatar ciertos materiales que permitieran mediar la obra hoy en día, por eso aparecen fotografías icónicas de dos grandes fotógrafos, como los son Ramón López y Jorge Brantmayer” - Patrizio Gecele, investigador del Archivo de la Escena Teatral UC

Patrizio Gecele, investigador del Archivo de la Escena Teatral UC y quien en conjunto con el área de Educación y Mediación de Teatro UC trabajó en la curatoría de los materiales de este montaje para la Bitácora, coincide con la reflexión y cuenta cuál fue el criterio de selección.

“En este caso los objetivos tenían que ver con rescatar ciertos materiales que permitieran mediar la obra hoy en día, por eso aparecen fotografías icónicas de dos grandes fotógrafos, como los son Ramón López y Jorge Brantmayer. También están los diseños de vestuario de Marco Correa que nunca antes habían sido compartidos”, precisa.

“Este teatro no está vacío”, está más vivo que nunca

En octubre 2021 Teatro UC retomó, tras las duras cuarentenas,  sus funciones en sala gracias a una creación colectiva encabezada por la directora y académica de la Escuela de Teatro UC, Ana Luz Ormazábal, y protagonizada por María Izquierdo, Camila González y Josefa Cavada. En escena, María Izquierdo y Josefa Cavada. Créditos de foto: César Cortés.

Tras varios meses de incertidumbre producto de la pandemia y las restricciones de las medidas sanitarias, en octubre 2021 Teatro UC retomó sus funciones en sala gracias a una creación colectiva encabezada por la directora y académica de la Escuela de Teatro UC, Ana Luz Ormazábal, y protagonizada por María Izquierdo, Camila González y Josefa Cavada. 

El juego escénico inspirado en escritos de distintas autorías, entre ellas, la del inglés Harold Pinter, la poeta chilena Gabriela Mistral, y los dramaturgos nacionales Juan Radrigán y Guillermo Calderón, habla del deseo de crear y de actuar. 

De acuerdo a Aguilera, “el contexto de retorno a la presencialidad le ofreció a este proyecto una tremenda significación, que pone la fragilidad del oficio teatral en directa relación con su belleza”.

“Por ser esta una obra reciente cuenta con un proceso creativo que está muy bien documentado. Uno ve en las fotografías cómo la obra se va armando, cómo va apareciendo la escenografía, el vestuario y la iluminación. También está registrado el proceso dramatúrgico y las audiencias pueden ver cómo se construye una dramaturgia contemporánea en donde no hay un solo autor, sino que es la propia compañía la que va encontrando la estructura dramática”, asegura Gecele.


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