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Estudio de kinesiología plantea cambio de paradigma en el tratamiento de secuelas del cáncer de mama


Una de las secuelas más conocidas e impactantes del cáncer de mama es el linfedema, que consiste en una acumulación de líquido linfático en el brazo del lado del tumor que, si no es detectado y tratado a tiempo, genera que el brazo comience a crecer de volumen o tamaño. De acuerdo al estudio liderado por la profesora de Kinesiología Karol Ramírez-Parada, el tratamiento kinesiológico debiese estar enfocado en que los pacientes mejoren o no vean deteriorada la función de su extremidad.

Una mujer cruza sus manos sobre su pecho

photo_camera "La discapacidad del miembro superior y la severidad de la linfedema reduce la calidad de vida de pacientes con linfedema secundario a cáncer de mama" es el estudio liderado por la profesora de Kinesiología Karol Ramírez. (Crédito fotográfico: iStock Photo)

En 2020, 685 mil personas fallecieron por cáncer de mama en todo el mundo (de acuerdo a la Organización Mundial de la Salud). Asimismo en Chile, esta es la principal causa de muerte en mujeres, con tasas de mortalidad de 8,5 por 100.000 habitantes en 2020 (de acuerdo a la Biblioteca del Congreso Nacional

La cirugía es uno de los pilares fundamentales en su tratamiento. Sin embargo, este se asocia a alteraciones en el brazo, tales como disminución del rango articular de movimiento, síndrome de red axilar y linfedema. Todas ellas disminuyen la funcionalidad de los miembros superiores y deterioran la calidad de vida de las personas tratadas por cáncer de mama.

Se ha reportado que  programas  kinesiológicos  oportunos pueden prevenir o resolver las alteraciones en el miembro superior secundarias a la cirugía por cáncer de mama. Sin embargo, en Chile existen 42 unidades de patología mamaria, y apenas el 25% reporta que cuentan con kinesiólogos en sus equipo (más información en el artículo "Implementación de un modelo de atención kinesiológico, temprano y prospectivo, en personas con cáncer de mama").

Una investigación liderada por la profesora de la carrera de Kinesiología Karol Ramírez, "La discapacidad del miembro superior y la severidad de la linfedema reduce la calidad de vida de pacientes con linfedema secundario a cáncer de mama", reveló nuevos antecedentes ante la presencia de linfedema en mujeres tras sufrir cáncer de mama. 

¿Qué es el linfedema?

"Sobre el 80% de las mujeres que son diagnosticadas sobreviven al cáncer de mama, pero entre el 60-90% queda con alguna secuela", afirmó la profesora Karol Ramírez a La Tercera.

Una de las secuelas más frecuentes es el linfedema, que consiste en una acumulación de líquido linfático en el brazo del lado del tumor que, si no es detectado y tratado a tiempo, genera que el brazo comience a crecer de volumen o tamaño. 

¿Por qué se desencadena una linfedema? La profesora explica que "en el cáncer de mama muchas veces se extirpan ganglios para conocer el estado del cáncer oporque ya están comprometidos concáncer. La extirpación de esos ganglios, la obesidad, el sedentarismo, y los tratamientos de radiación, quimioterapia son todos factores de riesgo para que ocurra una linfedema". 

Cambio de paradigma

Actualmente, el tratamiento kinesiológico se enfoca en reducir el volumen del brazo a través de la terapia descongestiva compleja. Es decir, primero busca reducir su volumen y como objetivo secundario, recuperar su funcionalidad.  

"Las personas que desarrollaron linfedema navegan en un terreno incierto, ya que hay poca evidencia sobre cómo manejar esta condición, la cual es crónica, difícil de tratar e imposible de curar. Con esta investigación queremos reportar el impacto que tiene el vivir con esta condición a nivel de la funcionalidad y de la calidad de vida", agrega la profesora.

En el estudio se encontró que las mujeres que tienen mayor acumulación de líquido en el brazo, es decir, mayor severidad del linfedema, tienen a su vez mayor discapacidad del brazo y su calidad de vida se afecta.

Como afirma la académica Karol Ramírez, "con estos resultados debemos plantear un cambio de paradigma en este tratamiento y enfocarnos en que nuestros pacientes mejoren o no vean deteriorada la función del brazo".
 

 


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