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Chema Madoz:

Fotografía de talla mundial reabre el Centro de Extensión UC


Desde esta semana, la exhibición “Realismo mágico: Imágenes de Chema Madoz" podrá ser visitada en Alameda 390. Esta muestra del artista español y Premio Nacional de Fotografía 2000, fue especialmente seleccionada para Chile con piezas creadas entre 2015 y 2018.

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photo_camera Luego de una apertura inicial mediante un recorrido 3D, ahora ya es posible apreciar presencialmente esta exposición de 43 creaciones fotográficas. © Chema Madoz, VEGAP/CREAIMAGEN, 2020.

"Trampantojos". Así resume Chema Madoz su técnica. Esa ilusión, esa trampa para hacer que alguien vea en sus fotos algo que –materialmente- no existe, hace que sus fotografías involucren un trabajo quizás más cercano a la escultura que a retratar un momento. Sus fotos son escenarios que de a poco va armando. Relojes de arena con lápidas, ciervos con astas de espejos retrovisores, aviones atrapados entre bosques, tableros de ajedrez donde Chema Madoz recrea rings de box: todo sin Photoshop -el popular programa de edición fotográfico-, todo salido a partir de la técnica de éste, uno de los fotógrafos contemporáneos de mayor renombre internacional.

Y, ahora, 43 de esas construcciones visuales pueden apreciarse en la Galería de Arte del Centro de Extensión UC, que esta semana abre por primera vez sus puertas desde el inicio de la pandemia. “Realismo mágico: Imágenes de Chema Madoz" es la muestra que protagoniza esta reapertura, proyecto que cuenta con un Fondart y que significó una gran preparación previa, recibiendo a comienzos de octubre esta selección de imágenes impresas desde España.
 
En un primer momento, la exhibición contó con un recorrido virtual, mediante una plataforma 3D y visitas guiadas a través del sitio web del Centro de Extensión UC, por el contexto de cuarentenas que continuaba en Santiago. En la actualidad, contando con diversos resguardos sanitarios, finalmente se podrá ver esta muestra presencialmente en la galería de Casa Central, con acceso por Alameda 390.

Chema Madoz no utiliza Photoshop ni otro tipo de intervenciones digitales: previo a sus fotografías, él realiza un trabajo de artesanía en su estudio y desde allí construye las imágenes que desea retratar. Crédito: © Chema Madoz, VEGAP/CREAIMAGEN, 2020.

“La idea de una exposición es que pueda ser vista en vivo, porque se aprecia con sumo detalle la delicadeza de las imágenes, sus formatos, cómo están dispuestos en la galería de acuerdo a la selección hecha por el curador. Se va leyendo una historia dentro de la sala, una especie de narración con las imágenes del artista. Ver todas estas obras reunidas en la galería produce realmente otro impacto en la gente, y esta es una oportunidad única para apreciar una muestra que costó tanto traer a Chile”, cuenta Daniela Rosenfeld, directora de Extensión Cultural UC.

Esta exhibición fue especialmente seleccionada para el Centro de Extensión UC, con una curatoría realizada por el español Raimon Ramis. “Estas piezas son previas a la pandemia, pero tienen una reflexión sobre el paso del tiempo y eso tiene mucho que ver con este año. Estamos en un momento en que vemos que somos más vulnerables de lo que creíamos.  Creo que esos sentimientos de incerteza que nos han marcado este 2020, están presentes en la obra de Chema, es un tema que él reflexiona bastantes veces en sus fotografías”, explica.

Retrato de Chema Madoz, Premio Nacional de Fotografía 2000, en España. Crédito: Chema Conesa.

Resguardos para una realidad mágica

Con la reapertura del Centro de Extensión UC, esta exposición podrá visitarse de lunes a jueves, de 11 a 16 horas; y los días viernes de 11 a 15 horas. De continuar Santiago sin cuarentena, la muestra estará disponible presencialmente hasta el 15 de enero, con un aforo reducido de 3 personas al interior de la Galería de Arte. La entrada será por Alameda 390, debiendo usar un celular para leer un código QR que lleva al formulario de tamizaje con el que se puede ingresar a la universidad. Luego de mostrar el formulario al equipo de seguridad, se toma la temperatura de los visitantes y estos deben utilizar el alcohol gel disponible en la entrada.

Y desde ahí, solo queda recibir el catálogo de la muestra y entregarse a descifrar las imágenes de Chema Madoz. Porque algo clave en la obra del español es su negación a colocar títulos a sus fotos, esperando que sea el espectador quien complete la lectura final de estas ilusiones fotográficas que el madrileño construye.

Para dar con esas escenografías, Madoz busca objetos en los basureros de la ciudad, costumbre que avergonzaba a su hijo cuando era pequeño. Si no es la basura, entonces revisa las casas de amigos, los mercados cuando viaja, las vitrinas de tiendas, dónde sea. A veces puede que esté buscando algún objeto en especial para una foto que ya sabe que quiere realizar, y en otras ocasiones simplemente es porque el elemento le llama la atención, se lo lleva a su estudio y después de algunos días le encuentra un uso.

“La idea de una exposición es que pueda ser vista en vivo, porque se aprecia con sumo detalle la delicadeza de las imágenes. Se va leyendo una historia dentro de la sala, una especie de narración con las imágenes del artista" - Daniela Rosenfeld, directora Extensión Cultural UC.

En esta selección que hizo especialmente para Chile, el español reconoce una cierta sensación de fatalidad, pero también ve en el resto de su obra influencias del cine y la literatura, especialmente desde quienes abarcaron el absurdo de la vida. Leer a David Foster Wallace, ver a Los Hermanos Marx o algo de Woody Allen y Jacques Tati, son referencias que se traducen de alguna forma en sus fotografías.

“El humor está de una manera inconsciente. Conozco el trabajo de "Artefactos" de Nicanor Parra, hablé alguna vez de él con Joan Brossa, quien en algún momento conoció a Nicanor. Por mi lado, siento una cierta afinidad con Nicanor Parra, pero también una cierta distancia. Él en Artefactos se apoya en textos, con su irreverencia, y comparto con él esa visión crítica, pero nuestra forma de resolver eso con los objetos nos deja en lugares muy distintos. Me gusta mucho de él ese desparpajo, no le preocupa tanto la puesta en escena. Eso le añade una gran frescura y actitud. No se preocupa de la estética si no que le da valor más al mensaje y a ese sentido del humor que está patente en toda su obra”, dice Chema Madoz.

A continuación, un extracto de algunas de las imágenes que componen esta muestra, contextualizadas por su autor:

Reloj de arena

“Este ejercicio de combinación de objetos siempre me ha recordado a la Informática, que a partir de un 0 y 1 puede expresar y reproducir prácticamente todo el mundo que nos rodea. Hoy, con cada fotografía me sorprendo de algo que estaba dentro de mí, pero de lo que no era muy consciente. Y lo del paso del tiempo ha sido una constante a lo largo de mi trabajo. En esta última parte, incluso, eso ha tenido una presencia a lo mejor más evidente que en otras exposiciones, y me he hecho mucho más consciente de la fugacidad del tiempo”, dice Chema Madoz.

Bombilla-Helicóptero

“Lo que hago es registrar esa imagen que he construido. Tan solo en algunas ocasiones -que se pueden contar con los dedos de una mano-, hay un tipo de técnica que tiene que ver con el collage tradicional: utilizar los negativos de distintas fotos, sobrepuestos, para fundir imágenes. Todo lo demás es tan sencillo como se puede ver, pero para llegar a esa conclusión gráfica hay un trabajo físico. A ratos, esa parte que antecede la foto es el mayor problema a resolver”, recalca el español.

Ciervo

“En el momento en que entra la imagen digital, todo pasa a ser posible. Mientras que si trabajas con los recursos del analógico tienes la limitación que te provoca la propia realidad. He querido trabajar desde esa óptica: siempre me ha interesado encontrar una falla dentro de la idea de la realidad. En esta imagen, quise asociar las astas del ciervo con el espejo retrovisor, pensando en cómo este animal debe vivir siempre en su entorno atento a todo, para no acabar convirtiéndose en un trofeo de caza”, cuenta Madoz.


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