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Herramientas para convivir con las diferencias en la sociedad


El profesor Francisco de Lara, del Instituto de Filosofía UC dirigió el Programa Pensamiento Crítico y Ciudadanía. “Los materiales están especialmente diseñados para que las y los estudiantes aprendan ciudadanía ejercitándola (...)", explica el académico.

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photo_camera “La formación ciudadana necesita poner en marcha una reflexión sobre lo que es una comunidad, una sociedad, el bien común, qué tipo de acciones son o no éticas, cuál es nuestra agencia política realmente, sobre las distintas maneras que tenemos de actuar hoy en día... cuestiones todas que la filosofía se ha planteado desde sus inicios”, señala Francisco de Lara. Imagen: Pexels.

En un trabajo en conjunto con el Ministerio de Educación, el profesor Francisco de Lara, del Instituto de Filosofía UC dirigió el Programa Pensamiento Crítico y Ciudadanía, que provee guías docentes y materiales didácticos para la asignatura de Educación Ciudadana de Tercero y Cuarto Medio. El objetivo de dicho programa es fortalecer la formación del pensamiento crítico, un elemento fundamental para esta nueva materia.

Dichas guías y recursos didácticos fueron realizados en colaboración con un equipo de profesoras y profesores de Filosofía e Historia en colegios nacionales, expertos en educación y didáctica, y contó con la asesoría de Pensar en Red. Los materiales están diseñados para guiar la discusión de los temas que permiten cumplir con los objetivos de aprendizaje priorizados de la asignatura de Educación Ciudadana de modo tal que se desarrollen las habilidades de pensamiento crítico y de comunicación. De esta manera, todos los recursos se inician con “preguntas orientadoras” que se van desarrollando y que, finalmente, invitan al estudiantado a elaborar de manera colectiva una propuesta específica que permita un cambio en la dirección del bien común y la sana convivencia ciudadana. “Esto permite tanto reconocer las dificultades para realizar lo proyectado, los múltiples factores que intervienen en ello, como ejercitar una capacidad de agencia que esté movida, no por la rabia o la indignación, sino por la voluntad de aportar a mejorar una situación reconociendo toda la complejidad implicada”, detalla el académico.

Según afirma Francisco de Lara, “los materiales están especialmente diseñados para que las y los estudiantes aprendan ciudadanía ejercitándola (...). No vamos a formar mejores ciudadanas y ciudadanos simplemente porque les enseñemos contenidos “sobre” ciudadanía, sino porque les ayudemos a reflexionar sobre qué es una sociedad, qué es ciudadanía, cómo sería una sociedad deseable y, finalmente, logremos que propongan acciones que les permitan ejercer dicha ciudadanía de un modo que apunte al bien común”. 

"No vamos a formar mejores ciudadanas y ciudadanos simplemente porque les enseñemos contenidos “sobre” ciudadanía, sino porque les ayudemos a reflexionar sobre qué es una sociedad, qué es ciudadanía, cómo sería una sociedad deseable y, finalmente, logremos que propongan acciones que les permitan ejercer dicha ciudadanía de un modo que apunte al bien común” - Francisco de Lara, académico UC

“La formación ciudadana necesita poner en marcha una reflexión sobre lo que es una comunidad, una sociedad, el bien común, qué tipo de acciones son o no éticas, cuál es nuestra agencia política realmente, sobre las distintas maneras que tenemos de actuar hoy en día... cuestiones todas que la filosofía se ha planteado desde sus inicios”, añade.
 
Para el decano de la Facultad de Filosofía UC, Olof Page, el trabajo liderado por el profesor de Lara con el Mineduc es importante para el ejercicio de la vida cívica y democrática y, además, para confirmar la vocación pública que tiene la filosofía desde sus inicios. 

“Es muy importante poder ofrecer elementos que permitan comprender qué significa ser un ciudadano o una ciudadana y, junto con ello, contar también con criterios que nos permitan analizar críticamente qué implica o debería implicar ejercer esa ciudadanía. De esta manera, podemos tener mayor claridad respecto del vínculo entre ciudadanía y democracia”, explica. 

“Este documento de trabajo robustece significativamente al compromiso público del Instituto de Filosofía pues contribuye a la formación de estudiantes –que, o bien son futuros ciudadanos y ciudadanas, o bien lo son ya– para que aporten a la vida política y ayuden a construir un mejor país”, añade.

“Es muy importante poder ofrecer elementos que permitan comprender qué significa ser un ciudadano o una ciudadana y, junto con ello, contar también con criterios que nos permitan analizar críticamente qué implica o debería implicar ejercer esa ciudadanía. De esta manera, podemos tener mayor claridad respecto del vínculo entre ciudadanía y democracia”- Olof Page, decano de Filosofía UC

La ciudadanía digital y la convivencia social

Según un estudio realizado por Kaspersky y CORPA, dentro de la campaña Iceberg Digital, el 70% de la chilenas y chilenos no logran identificar fake news. Este problema se vuelve más sensible para la población que aún no tiene un criterio formado y que está expuesta tanto a extremismos como a discursos de odio: “Vivimos tiempos de muchísima polarización y desinformación. Ante esto, la formación ciudadana debe ser profundizada a través de la formación en ciudadanía digital, pues la mayoría de las personas, sobre todo las más jóvenes, forman su opinión sobre asuntos de interés público y actúan políticamente a través de redes sociales o medios digitales”, justifica de Lara.

Además, de acuerdo con la Superintendencia de Educación, el 30% de las denuncias recibidas por el organismo estatal corresponden a situaciones de violencia escolar tras el retorno a la presencialidad. Este fenómeno se acentúa al explorar el del acoso en la esfera digital. Según la Encuesta Ciberacoso y Salud Mental Juvenil del CSRT, cerca del 50% de jóvenes entre 15 y 29 años afirmaron ser ciberacosados en los últimos tres meses.

Ante este problema, los materiales docentes elaborados por Francisco de Lara y su equipo proponen que la formación ciudadana debe ofrecer herramientas para que las personas sean capaces de resolver sus desacuerdos y encontrar modos de convivir con las diferencias y formar su opinión de modo crítico, a pesar de la abundancia de informaciones falsas en internet. Se trata de desafíos que se mantienen vigentes tras el aumento de situaciones de violencia en establecimientos educacionales en Chile tras el regreso a la presencialidad.

“La posibilidad de fomentar una ciudadanía más activa, más crítica pero también con una mayor capacidad de actuar buscando el bien común pasa por convivir desde muy temprano con la reflexión sobre modelos de sociedad, de Estado, sobre posibilidades de participación pública o de generación de cambios. Es importante potenciar las posibilidades de participar y proponer que la ciudadanía tiene desde muy temprano, y hacerlo de manera que dichas propuestas y acciones no apunten a destruir o eliminar las diferencias, sino a lograr un marco de convivencia democrático y plural, orientado a construir marcos comunes en los que respetarnos y convivir como ciudadanas y ciudadanos”, concluye.


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