¿Qué nos deja la COP26?

1. Restablecimiento de la confianza en el multilateralismo y la capacidad de las naciones para ponerse de acuerdo y resolver crisis globales.

Han pasado cinco años, quizás un poco más, en donde, producto de liderazgos globales y de la pandemia, el multilateralismo se vio afectado. Si no tenemos un multilateralismo fuerte no podemos hacerle frente a crisis que nos afectan a todos y en las cuales todos tenemos que actuar de manera coordinada. Hay dos hitos muy importantes en la COP26 que refuerzan el multilateralismo. El primero tiene que ver con haber logrado, antes de la COP, un plan de vacunación de un 70% para las personas más vulnerables del mundo. Eso ayuda a confiar en que los países pueden reaccionar frente a las urgencias y actuar de manera solidaria y coordinada. El segundo tiene que ver con el cierre del libro de reglas del Acuerdo de París. Un hecho que era clave, pero que fue tremendamente complejo, tanto el artículo 6 como la tabla de transparencia. Esto nos permite, no solo avanzar con la agenda climática global, sino también confiar en que los países cumplan ciertos compromisos.

Cerrar el libro de reglas era un compromiso clave, ya que es un hito en sí mismo. Glasgow fue capaz de sostener, y recomponer, en muchos casos, un multilateralismo que había sido atacado y que estaba presentando algunas fisuras. 

"(La COP26 en) Glasgow fue capaz de sostener, y recomponer, en muchos casos, un multilateralismo que había sido atacado y que estaba presentando fisuras" - Gonzalo Muñoz,   activista climático.

2. Presencia de la ciencia y la indicación de la ciencia de aumentar la ambición climática

Hasta hace poco tiempo atrás, y después de la COP24 en Katowice (Polonia), habiendo recibido el informe del IPCC de que teníamos que trabajar para que la temperatura no subiera 1,5º,  las naciones no estaban siendo capaces de aumentar la ambición en esa trayectoria. Hoy, el pacto de Glasgow está absolutamente alineado en esta dirección y por lo tanto es un hito extraordinario que nos permite marcar como referencia esa dirección en algo que hace muy poco no era evidente.

3. Referencia a los combustibles fósiles, y a su subsidio, como parte importante del problema

Simplemente tener una referencia que marque que eso es algo de lo cual debemos salir lo antes posible, marca una dirección de trabajo que también es sumamente importante y muy indicativa de lo que debemos hacer como humanidad. Es algo que hace poco tiempo era absolutamente impensado.

4. Justicia y solidaridad

Es la marca de solidaridad. La referencia en el texto y en el comportamiento en la sala sobre pérdidas y daños, adaptación, resiliencia, pero también la necesidad de ser más inclusivos y viendo la participación de gran cantidad de jóvenes, de personas de distintas etnias que pudieron participar de la COP26, es algo tremendamente importante, pues marca como referencia que no podemos avanzar si no es incorporando a todos y no dejando a nadie a atrás. Los componentes de justicia y solidaridad pasan a ser absolutamente claves en la trayectoria que debemos tener hacia adelante.

"Glasgow fue un paso importante en la dirección correcta y que alinea una serie de acciones que nos pueden permitir aumentar la esperanza de que un mundo carbono neutral y resiliente, antes de 2050, es perfectamente factible y se va a acelerar con muchísima fuerza en esta década decisiva" - Gonzalo Muñoz, activista climático

5. Compromisos y agenda de actores no gubernamentales

No solo me refiero al sector privado como empresas o sector financiero, sino también a los gobiernos subnacionales, las ciudades, los municipios, las regiones y los estados, marcaron una pauta muy importante porque le ponen mayor presión a las naciones en términos de que deben avanzar, y avanzar más rápido. Más de 5.200 empresas, más de mil universidades, más de mil ciudades, pero también compromisos específicos en materia de fin a deforestación, de salida del carbón, de electromovilidad, de protección a los océanos y a los bosques, de agricultura regenerativa, de combustibles sustentables para la aviación, de cero emisiones en la industria naviera, de acero y cemento con bajísimas o nulas emisiones. En fin, en múltiples compromisos que marcan las trayectorias ya tecnológicas y sectoriales que se van a acelerar este último tiempo. Lo importante es juntar todo esto y decir: No estamos todavía ahí, por supuesto, no vamos a celebrar hasta que hayamos resuelto la crisis. 

Glasgow fue un paso importante en la dirección correcta y que alinea una serie de acciones que nos pueden permitir aumentar la esperanza de que un mundo carbono neutral y resiliente, antes de 2050, es perfectamente factible y se va a acelerar con muchísima fuerza en esta década decisiva.