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Profesional de Enfermería que participó en el programa PACE UC.
Programa de Acceso a Educación Superior:

Superando Barreras: egresa la primera generación de profesionales de PACE UC


Tras ocho años de la puesta en marcha de este programa impulsado por el Ministerio de Educación, nuestra casa de estudios hoy ve florecer a un grupo de 17 profesionales que un día soñaron con entrar a la educación superior, sin saber que sus anhelos se harían realidad en nuestras aulas. ¿La fórmula? Acceso + acompañamiento focalizado + compromiso estudiantil = graduación efectiva.

Grupo de jóvenes reconocidos por el programa PACE arriba de un escenario y sosteniendo un presente.

photo_camera Un total de 577 estudiantes han ingresado a la Universidad Católica a través del cupo PACE. Hoy, egresaron los primeros 17 profesionales, quienes cuentan sus historias de esfuerzo y perseverancia, pero también de apoyo del programa y de la comunidad universitaria. (Crédito fotográfico: Dirección de Inclusión)

La comuna de Contulmo está ubicada en la provincia de Arauco, en el sur de la Región del Bío-Bío, a 171 kilómetros de Concepción, su capital regional. El único establecimiento educacional público que ofrece enseñanza media es el Liceo Polivalente Nahuelbuta, que cuenta con cerca de 400 estudiantes. Daniel Saavedra pasó por sus aulas, soñando con llegar algún día a la educación superior. 

Si bien siempre vi la universidad como una opción, mis ojos estaban puestos en las instituciones de mi región, por la cercanía y porque podría alojar en casa de familiares. Además, la universidad que apadrinó a mi liceo no era la UC y, en ese tiempo, no sabía que podía optar a otras universidades, así que no pensé en esta opción hasta los últimos días de postulación, cuando me di cuenta que estaba habilitado para postular a la Universidad Católica”, dice Daniel, quien forma parte de la primera generación de jóvenes que ingresó a nuestra casa de estudios a través del Programa de Acceso a la Educación Superior (PACE). Hoy cuenta orgulloso que es Licenciado en Física de nuestra institución y actualmente se encuentra realizando un doctorado en su disciplina, gracias a una beca ANID.

Junto a Daniel, otros dieciséis jóvenes pueden contar una historia tan inspiradora como la suya y, a pesar de las dudas, inquietudes, de no contar con los medios económicos ni redes de apoyo, hoy pueden decir que se encuentran al final de un camino impensado para muchos. Fue PACE esa oportunidad que esperaron para demostrar sus capacidades, esfuerzo y perseverancia, que hoy se traducen en cumplir el sueño de ser un profesional. 

En la reciente ceremonia de reconocimiento a estudiantes PACE egresados de la UC, el vicerrector académico, Fernando Purcell, aseguró que PACE “es una buena política pública que ha sido acogida con entusiasmo y dedicación por nuestra Dirección de Inclusión, la Vicerrectoría Académica y la Dirección Superior, que se ha transformado en una luz de esperanza y una promesa de futuro para tantos jóvenes y sus familias. Una promesa real que se puede evidenciar con nuestros egresados y egresadas”. 

En esta instancia también participó Flavia Fiabane, Seremi de Educación RM, quien afirmó: “Es precioso ver cómo, cuando las cosas y las energías se articulan y las disposiciones son las mejores, ayudamos a que el presente y futuro de niños, niñas, jóvenes mejore”. 

"Siempre creí que estaba sola, yo y mi sueño, pero ahora, años después, me doy cuenta que nunca estuve sola, siempre hubo alguien que me animó a continuar, que confió en mí incluso cuando yo no lo hacía” - Denisse Carrasco, participante de PACE UC, actual enefermera.

Acompañamiento y apoyos 

Jóvenes participantes del Programa PACE UC sentados en círculo en una sala de clases.
El programa PACE UC consta de una etapa de apoyo y acompañamiento en tercero y cuarto medio, en el área académica, psicoeducativa, gestión cultural y exploración vocacional, junto con talleres presenciales. Y una vez en la universidad, los estudiantes cuentan con un soporte durante el acceso, permanencia y egreso, a través de distintas instancias. (Crédito fotográfico: PACE UC)

En la UC, este programa se inicia en 2015, con el acompañamiento de estudiantes de enseñanza media en siete instituciones específicas. En total, entre 2017 y 2023 han ingresado 577 estudiantes vía cupo PACE a la UC y, en la actualidad, se encuentran vigentes 398 estudiantes que ingresaron por esta vía. Hoy, son nueve los liceos que son apadrinados por la UC: Liceo Polivalente Municipal de La Florida; Liceo Indira Gandhi, La Florida; Liceo Betsabé Hormazábal, San Miguel; Liceo Comercial Presidente Gabriel González Videla A-24, Santiago; Centro Educacional Municipal Cardenal Antonio Samoré, La Florida; Liceo Técnico San Miguel; Centro Educacional Horacio Aravena Andaur, San Joaquín; Liceo Bicentenario Politécnico San Joaquín; y Centro Educacional Marcela Paz, La Florida. 

El programa incorpora una vía de admisión de equidad, con cupos especiales para postulantes provenientes de los liceos participantes del programa, “quienes pueden postular a cualquier universidad que ofrezca cupos PACE, no necesariamente a aquella que los apadrinó”, explica Yasna Castillo, profesional del Área de Vinculación PACE de la Dirección de Inclusión UC.  

Consta de una etapa de apoyo y acompañamiento en tercero y cuarto medio, en el área académica, psicoeducativa, gestión cultural y exploración vocacional, junto con talleres presenciales en el Campus San Joaquín y otras instancias dirigidas a otros actores relevantes de la comunidad escolar, como directores, directoras, orientadores, profesionales de la educación, padres, apoderados y apoderadas. Luego, en educación superior, “acompañamos el acceso, permanencia y egreso de las y los estudiantes, junto con entregar soporte académico y socioafectivo durante los dos primeros años de su experiencia universitaria, entre ellos, tutores profesionales de la dirección de Inclusión, que guían la inserción universitaria; un taller de habilidades para la vida universitaria (HVU), además de otras instancias de apoyo. Todo este trabajo es desarrollado por un equipo de 20 profesionales de la Dirección de Inclusión”, agrega el coordinador ejecutivo de PACE UC, Javier Farías.

Grupo de jóvenes pertenecientes a la primera generación del programa PACE UC, en el Campus San Joaquín.
“Cuando llegué a la universidad, estaba solo, no conocía a nadie, todas mis amistades y familia estaban a 600 kilómetros de distancia. Pero PACE fue ese espacio cálido, donde conocí experiencias de otros estudiantes que pasaron por situaciones similares", cuenta Daniel Saavedra, actual licenciado en Física. (Crédito fotográfico: PACE UC)


Leonardo Santiago, del CEM Horacio Aravena Andaur, y María Doria, Liceo Comercial A24, egresados de sus respectivos establecimientos educacionales, formaron parte de PACE UC y se encuentran a la espera de saber qué viene ahora, con los resultados de la Prueba de Acceso a la Educación Superior (PAES). “Para nosotros, PACE es más que un programa, es una familia que te apoya cuando estás mal, pero tampoco te abandona cuando estás bien; sigue ahí hasta que ve que lograste tus metas”, explicaron los jóvenes, relevando el compromiso de cada uno de los profesionales del Programa PACE UC. “Cada persona que está aquí, desde profesores, tutores, asistentes y coordinadores, contribuye a que muchas personas alcancen sus sueños y se conviertan en futuros médicos, abogados, psicólogos, periodistas, ingenieros, entre muchos otros”.

Elizabeth Osorio es mamá de Tomás, joven con síndrome de Down y egresado de cuarto medio del Liceo Cardenal Antonio Samoré, donde se encuentra actualmente realizando su práctica. Ambos encontraron en el programa PACE apoyo académico, pero también contención, porque llegar a la universidad puede ser un paso evidente luego de terminar la enseñanza media. Pero, para muchos y muchas estudiantes, no siempre es el camino obvio ni tampoco fácil. “En general, Tomás siempre tuvo muy buena disposición para participar en este programa, pero también tuvimos momentos que no fueron tan lindos y en ellos siempre me sentí muy contenida, no solamente por uno o dos profesionales, sino que por todo el equipo. Tomás también encontró en el equipo de PACE UC esa contención. Creo que esa fue la razón por la cual nunca desistió, siempre quiso participar”, cuenta.

Una vez que se supera la barrera del acceso a la educación superior, los desafíos están lejos de terminar. “Cuando llegué a la universidad, estaba solo, no conocía a nadie, todas mis amistades y familia estaban a 600 kilómetros de distancia. Pero PACE fue ese espacio cálido, donde conocí experiencias de otros estudiantes que pasaron por situaciones similares. Compartíamos las mismas inseguridades, así que nos llevamos bien de inmediato”, comenta Daniel Saavedra, recordando esa primera etapa como estudiante de Licenciatura en Física.

"(...) Entendí algo muy importante: el futuro está en nuestras manos. Muchas veces, la vida nos va a cerrar puertas (...) Pero la constancia, el trabajo continuo y perseverante, tendrá una recompensa” - Jean Manríquez, participante de PACE UC y egresado de Medicina.

Hacer realidad un sueño

La joven Denisse Carrasco, egresada del programa PACE UC, actual enfermera, posa en su lugar de trabajo.
“Cuando postulé, estaba muy nerviosa y me emociono al recordar todo el proceso que viví, cómo pasé de no tener idea qué sería de mi vida después de cuarto medio a proyectarme, permitirme soñar y alcanzar mis anhelos", relata Denisse Carrasco, actual enfermera que se desempeña en el Servicio de Pediatría UC. (Crédito fotográfico: César Cortés)

“Nunca creí que la universidad fuera una opción para mí, sino un sueño”, afirma con nostalgia Denisse Carrasco, egresada de cuarto medio del Liceo Municipal de San Pedro de Melipilla en 2016. Hoy, enfermera del Servicio de Pediatría UC y estudiante de magíster. ¿Qué quieres ser cuando salgas del colegio?, ¿qué harás cuando termines la enseñanza media? Eran preguntas frecuentes en su entorno que la agobiaban y generaban ansiedad, secundado a su limitado abanico de opciones. En tercero medio conoció PACE, los beneficios que ofrecía y los requisitos que debía cumplir. “No dudé ni un minuto en que era la oportunidad de mi vida. Ahora tenía más opciones, podría estar más cerca de cumplir mis sueños y lograr más de lo que alguna vez creí”.

“Cuando postulé, estaba muy nerviosa y me emociono al recordar todo el proceso que viví, cómo pasé de no tener idea qué sería de mi vida después de cuarto medio a proyectarme, permitirme soñar y alcanzar mis anhelos. Luego, cuando me llamaron, fue mucha la emoción de saber que había quedado en la carrera y universidad que siempre soñé”, relata Denisse. 

“Los primeros días fueron difíciles, hubo muchos cambios que en algunos momentos me hacían dudar de si estaba en el lugar correcto, pero ahí era cuando aparecían las personas claves para mi éxito: mi familia, el equipo PACE, los profesores y funcionarios, entre otros. Siempre creí que estaba sola, yo y mi sueño, pero ahora, años después me doy cuenta de que nunca estuve sola, siempre hubo alguien que me animó a continuar, que confió en mí incluso cuando yo no lo hacía”, cuenta.

Ese mismo año, Daniel Saavedra pasaba por un proceso similar. “Fue un huracán de emociones, ya que no tenía mucha confianza de quedar en la UC, además que no tenía opciones de alojamiento ni recursos para mantenerme. Sin mucha confianza y ningún plan, no pensé que llegaría lejos. A pesar de mis dudas y falta de planificación, las cosas funcionaron sorprendentemente bien”, dice entusiasmado.

En paralelo, un joven estudiante del Liceo Miguel Luis Amunátegui de Santiago Centro egresaba de cuarto medio con el sueño de convertirse en médico. Jean Manríquez trabajaba en un centro comercial cuando, al finalizar su jornada, recibió una llamada inesperada que cambió su vida: había sido seleccionado por la UC para ingresar a la carrera de medicina a través del cupo PACE, el único cupo que ofrece esta carrera para esta vía. “Además de la euforia, la felicidad, entendí algo muy importante: el futuro está en nuestras manos. Muchas veces, la vida nos va a cerrar puertas o esas oportunidades que alguna vez vimos, podrían desaparecer. Pero la constancia, el trabajo continuo y perseverante, tendrá una recompensa”, comenta Jean, quien acaba de finalizar su práctica y prontamente recibirá el título de médico UC. 

“Mentiría si dijera que mi vida universitaria estuvo llena de rosas y arcoíris, sino por el contrario, fue una llena de tormentas y con muchas batallas, con periodos breves de calma y alegría. En esos momentos difíciles hubo tres pilares que me mantuvieron de pie o me levantaron cuando tocaba fondo: la vocación, estudiar lo que me llena era una inyección constante de energía; un círculo protector, esas personas que sabes que estarán a tu lado en los momentos más duros; y no quedarse quieto, buscar redes de apoyo, que en mi caso las encontré en mi Facultad y en PACE”, dice Jean.

Actualmente, Denisse es una enfermera que se encuentra trabajando en un servicio de pediatría, “donde orgullosamente me siento parte del equipo, soy un aporte, confían en mis habilidades y lo más importante, es que yo confío en mí. Solo yo sé lo que he vivido, el esfuerzo y dedicación que ha requerido llegar hasta aquí, donde, si Dios me lo permite, aún me queda mucho por aprender, enseñar y vivir”, reflexiona.

Por su parte, Jean hace un llamado a los jóvenes que, como él, sueñan con llegar a la educación superior en un contexto desalentador: “No pierdan nunca la ilusión de ser alguien mejor. Que nadie les diga que no son capaces de algo, el verdadero límite lo ponen ustedes. Ayuden al que lo necesite y busquen ayuda cuando la requieran. Sean resilientes y perseverantes, que gracias a eso podrán cumplir sus sueños en un país de mil barreras”. 

Conoce más de PACE UC en  y en nuestra cuenta de Instagram @paceuc_oficial


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