Nuevas puertas se abren para Chile en el Colisionador de Partículas
El Centro Europeo de Investigación Nuclear es el mayor laboratorio de física de partículas del mundo, conocido por sus colisionadores de partículas y descubrimientos fundamentales para la ciencia, claves para lograr una mejor comprensión de nuestro universo. La UC ha jugado un papel importante en el proceso de postulación para que Chile se convierta en miembro asociado de este laboratorio internacional.
photo_camera Uno de los avances impulsados por la participación de Chile en el CERN es la construcción de detectores sTGC (small-strip Thin Gap Chambers), para la actualización del experimento ATLAS en el Gran Colisionador de Hadrones. Créditos: CERN
El Centro Europeo para la Investigación Nuclear (CERN), aprobó unánimemente la candidatura de Chile para ser Estado Miembro Asociado, lo que de ratificarse en el Congreso, nos permitirá participar de la toma decisiones del organismo internacional y acceder sin límites a los programas científicos de la institución, además de poder optar a puestos de trabajo, becas y oportunidades de colaboración.
Este hito, consolida la relación iniciada hace más de 20 años entre universidades e investigadores chilenos, incluyendo al grupo de Altas Energías de la UC, con el centro de investigación en Física de Partículas más grande del mundo en el que se busca responder una cuestión fundamental: ¿De qué está hecha la materia?
“Esta aceptación evidencia que Chile está maduro en términos de investigación. Nos plantea el desafío de mantener y mejorar estas condiciones en el tiempo. Por un lado, tenemos que incorporar cada vez más gente, no solo físicos, sino que ingenieros y técnicos, para formar un equipo estructurados que pueda trabajar a todo nivel dentro del CERN y sus experimentos. Por otro lado, como comunidad científica esperamos que esto genere un impacto dentro de la Agencia Nacional de Investigación, ANID, porque necesitamos inyectar recursos de manera constante para proyectarnos a largo plazo. ¿Cómo nos vamos a comprometer a mantener nuestra responsabilidad con CERN si vemos que nuestros proyectos tienen un límite de duración?”, reflexiona Francisca Garay, académica del Instituto de Física y subdirectora alterna del Instituto Milenio de Física Subatómica en la Frontera de Altas Energías (Saphir).
Nuevas oportunidades y aplicaciones
La investigación básica y experimental desarrollada al alero de CERN tiene el potencial de impactar en distintas áreas, como, por ejemplo, el desarrollo de la ciencia de datos, el aprendizaje de máquinas, la geología y la medicina.
“Dar este paso a CERN no es solo alcanzar un nuevo peldaño en la ciencia, es atrevernos a soñar en grande y a poner a Chile en la órbita del conocimiento que transforma el mundo. Estas oportunidades no solo fortalecen el desarrollo de la física de partículas, sino que también preparan a los investigadores en un entorno altamente competitivo y especializado”, destaca la investigadora.
Pero más allá de las esfera de la ciencia, ser parte de esta institución beneficiará a distintos actores de nuestra sociedad: Las empresas chilenas, especialmente pequeñas y medianas, podrán participar de los procesos de licitación tecnológicas de alto nivel con el mayor laboratorio de física de partículas del mundo, favoreciendo el enriquecimiento del ecosistema local de ciencia y tecnología, Además, favorecerá la educación de las nuevas generaciones y abrirá oportunidades para artistas, técnicos, estudiantes y profesionales chilenos, para postular a oportunidades laborales, de capacitación, formación y de entrenamiento.