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Remakes, exportar guiones y streaming: Los intentos de la TV abierta por salvar las teleseries


Uno de los formatos que se ha visto afectado por la erosión de las audiencias en los canales de televisión abierta son las telenovelas, que han buscado formas de reinventarse y actualizar sus formatos, corriendo distinta suerte. Un estudio elaborado por académicos de la Facultad de Comunicaciones UC analiza el panorama actual de este género y sus proyecciones.

imagen correspondiente a la noticia: "Remakes, exportar guiones y streaming: Los intentos de la TV abierta por salvar las teleseries"

photo_camera Los académicos presentaron el estudio en el XX Seminario OBITEL “Ficción televisiva iberoamericana”, el martes 4 de noviembre, en el Campus Casa Central. Foto: Karina Fuenzalida.

¿Los formatos de streaming representan una competencia directa para los contenidos de los canales de televisión abierta?
—¿Lo decimos a coro? Uno, dos, tres.
—Sí.

Así de categórica fue la respuesta de Constanza Mujica, académica de la Facultad de Comunicaciones UC, junto a Pablo Julio, Daniela Grassau y Francisco Fernández, profesores de la misma facultad y autores del capítulo sobre Chile en el anuario 2025 del Observatorio Iberoamericano de la Ficción Televisiva (OBITEL).

La red internacional, que reúne a 12 países, se dedica a monitorear cada año las tendencias de la ficción televisiva y a realizar análisis comparativos que permiten entender su evolución en distintos mercados.

El estudio indicó que las plataformas de streaming se han posicionado en el mercado, y que muchas personas —especialmente jóvenes— prefieren consumir contenido a través de estos servicios digitales en lugar de recurrir a la televisión abierta.

Según FlixPatrol, plataforma que recopila datos de miles de servicios de streaming en más de 130 países, Netflix tenía en Chile cerca de 2,4 millones de usuarios (alrededor del 35% de los hogares) a finales de 2024, mientras que Prime Video y Max contaban con cerca de un millón cada uno (14%). Además, una encuesta realizada por la consultora Criteria en diciembre de 2023 estimó que, entre quienes están suscritos, solo un 41% lo está a una sola plataforma.

Las teleseries en Chile son uno de los géneros de contenido más presentes en las pantallas, pero su presencia ha disminuido con los años, pasando de un 24,4% en 2020 a un 20,8% en 2024. Sin embargo, Pablo Julio señala que la erosión de las audiencias de las telenovelas es anterior a la irrupción de las plataformas, producto de un “daño autoinfligido”.

“En la crisis económica de 2008-2009 hubo una fuerte caída en la inversión publicitaria. Los canales redujeron costos al acortar la cantidad de contenido original en cada emisión de telenovela: le agregaban unos minutos de repetición del capítulo anterior y unos minutos de anticipo del siguiente. Al analizar los datos de audiencia, se veía que el acto repetitivo —es decir, la proporción de personas que, habiendo visto la telenovela un día, la veía al día siguiente— disminuía enormemente. Se quebró el hábito, y eso era lo que sostenía fuertemente el consumo de la telenovela”, explica el experto.

“Las plataformas rompen uno de los atractivos históricos de la telenovela: estas se disfrutaban tanto al verlas como al contarlas. Cuando el contenido se vuelve asincrónico, el contarlo pasa a ser un pecado, porque haces spoiler” - Pablo Julio, académico UC. 

Además, el académico agrega que “las plataformas rompen uno de los atractivos históricos de la telenovela: estas se disfrutaban tanto al verlas como al contarlas. Cuando el contenido se vuelve asincrónico, el contarlo pasa a ser un pecado, porque haces spoiler”.

Remakes de teleseries: ¿debut y despedida?

Una nueva modalidad se desarrolló en la televisión chilena en 2024: los remakes. Televisión Nacional de Chile le vendió a Mega los derechos de los guiones de tres telenovelas emblemáticas: El señor de la querencia (2008), Amores de mercado (2001) y Los treinta (2005), lo que generó, según detalla el estudio, expectativas y al mismo tiempo críticas.

 

 

Según Daniela Grassau, son dos los factores que explican por qué Mega decidió no continuar con este proceso de remakes luego de realizar solo dos de las producciones que se adjudicaron.

“Primero, hay un país que no tiene la costumbre del remake, cosa que sí pasa en otros países latinoamericanos como México. Ahí las audiencias están acostumbradas a ver su generación de Esmeralda, por ejemplo. Entonces, esto fue un quiebre de una costumbre y pone al espectador chileno en una situación a la que no se había visto antes”, explica la académica.

La segunda causa que enfatiza la experta fue la selección de guiones. “Escogieron telenovelas de altísimo impacto, con una recordación enorme en el público chileno y, además, no tan antiguas. O sea, acá no hay un revisitar, por ejemplo, que yo creo que habría sido un éxito con Los títeres. Acá hay un Señor de la querencia y un Amores de mercado muy presentes en la memoria colectiva chilena”.

Exportar guiones

Junto con el cambio de las audiencias desde la televisión abierta hacia las plataformas de streaming y medios digitales, también se fue la publicidad, lo que redujo drásticamente su financiamiento.

En 2024 la inversión publicitaria fue de US$241 millones, un 57% de la registrada en 2014, según detalló el informe. A pesar de lo anterior, la inversión publicitaria sigue siendo la principal fuente de financiamiento, ya que los fondos distribuidos por el Consejo Nacional de Televisión fueron de US$5 millones. Es decir, sin considerar ingresos por venta de contenidos, el 98% del financiamiento proviene de la inversión publicitaria.

“Tenemos un paraíso perdido que no volverá”, sentenció Pablo Julio al recordar la teleserie La Fiera, emitida por TVN en 1999, un drama situado en Chiloé que en su primer capítulo muestra una minga. Producciones así “no van a ocurrir jamás”, remarca el experto.

“Lo que tenemos hoy son producciones de mucho menor costo que las anteriores. Lo publicitario es difícil que se recupere por la televisión abierta; la única posibilidad de ingresos son las ventas a otros países. Mega está haciendo muchos esfuerzos de venta de producto determinado, de guiones o de otras variantes, pero esas son las fuentes de financiamiento”, explica.

Y aunque aún la venta de guiones o producciones no sea una entrada fija para los canales de televisión, es un fenómeno nuevo que ha ayudado a la expansión de la telenovela chilena. Un ejemplo es la asociación que realizó Mega Media con la emisora peruana Latina Televisión para producir una adaptación de la teleserie Papá a la deriva.

"Que los niveles y estándares de producción chilenos estén viajando… yo, en los 25 años que llevo estudiando esto, nunca lo había visto" - Constanza Mujica, académica UC. 

“La relación que tiene Mega con Perú, donde se hicieron Pituca sin Lucas y Papá a la deriva, muestra que no solo se vendió el guion, sino también el know-how (saber cómo). Por ejemplo, se puede ver el típico plano con dron de Mega, e incluso usan la misma banda sonora. No se compró el enlatado: se compró el guion, el know-how, la producción y la dirección, con viajes técnicos a Perú. Que los niveles y estándares de producción chilenos estén viajando… yo, en los 25 años que llevo estudiando esto, nunca lo había visto", dice Constanza Mujica.

Convenios con streaming y mininovelas

Los canales de televisión, para no quedar relegados, han realizado una serie de cambios en la producción y emisión de sus contenidos para seguir a la audiencia. Entre ellos, convenios con plataformas de streaming, en donde se reproducen contenidos o se crean producciones para ambos canales, aunque esto no compense, detalla Pablo Julio, “la fuerza de trabajo perdida en el mundo de la televisión abierta”.

Un ejemplo de colaboración es la de Mega con Netflix para el desarrollo de la teleserie Al sur del corazón, producción que "permitió ampliar el espectro de espectadores hacia toda Latinoamérica, y que, además de ser más sustentable, permitió tener más exteriores. De hecho, se grabó en el sur de Chile, porque tenía esta posibilidad de financiamiento adicional”, comenta Daniela Grassau.

“Los canales han generado plataformas OTT particulares, sus propios canales de distribución, y eso finalmente es streaming" - Francisco Fernández, académico UC. 

Pero no solo han generado alianzas con servicios de streaming, sino que también han desarrollado plataformas propias, como Mega con Mega Go. “Los canales han generado plataformas OTT particulares, sus propios canales de distribución, y eso finalmente es streaming; también está asociado a una suscripción y disponible dentro de lo que son las plataformas de televisión inteligente”, dice Francisco Fernández.

Otros formatos que se han desarrollado son las mininovelas de Canal 13. Los capítulos tienen un bajo costo de producción, duran alrededor de 1 a 2 minutos, tienen un elenco de 5 o 6 actores y se transmiten por redes sociales.

"Eso permite enganchar con audiencias nostálgicas de las telenovelas de la época de oro chilena, en un formato al que hoy están más acostumbrados, como Instagram o TikTok” - Daniela Grassau, académica UC. 

Las mininovelas “retoman el melodrama clásico: hay villanos muy villanos, parejas con conflictos fáciles de reconocer, y usan guiños a telenovelas clásicas, como Adrenalina o Brujas. Eso permite enganchar con audiencias nostálgicas de las telenovelas de la época de oro chilena, en un formato al que hoy están más acostumbrados, como Instagram o TikTok”, dice Daniela Grassau.

 

 

Junto con lo anterior, otras estrategias que han implementado los canales de televisión abierta, especialmente Mega, son “integrar toda la experiencia en torno al visionado de una telenovela anclada en un flujo que parte en el streaming, en algunos casos, porque se emite el capítulo de estreno para determinado público. Luego, lo puedes ver en televisión abierta, lineal, sincrónica, y después, si quieres, lo puedes ver en un resumen, en una red social o en YouTube. Se adaptan los discursos y las maneras de empaquetar el contenido atendiendo a distintos públicos”, agrega Francisco Fernández.

Los académicos presentaron el estudio en el XX Seminario OBITEL “Ficción televisiva iberoamericana”, el martes 4 de noviembre, en el Campus Casa Central. Además, participaron en la Preconferencia “Ficción televisiva en América Latina: representaciones, industria y audiencias en la época del streaming”, el lunes 3 de noviembre, actividad que se realizaró en la Facultad de Comunicaciones y la cual fue dedicada a Héctor Noguera.


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