Ciencia que fortalece la resiliencia de Chile ante desastres socionaturales
A más de una década del devastador terremoto y tsunami de 2010, el Centro de Investigación para la Gestión Integrada del Riesgo de Desastres (CIGIDEN) celebra 13 años de trayectoria, consolidándose como un pilar fundamental en la construcción de un Chile más preparado y resiliente.
Su origen está directamente ligado a las lecciones que dejó el 27F. Rodrigo Cienfuegos, director del centro, recuerda que la iniciativa surgió desde el entonces CONICYT (hoy ANID) como respuesta a la «gran crisis de confianza y el fracaso institucional que fue la respuesta del Estado frente al tsunami». Este contexto dio vida a un programa de Centros de Excelencia en Áreas Prioritarias (FONDAP) que buscaba cambiar radicalmente el enfoque de la política científica del país.
«Fue un experimento bien desafiante, que consistía en hacer interdisciplina, conectar distintas dimensiones con una misión explícita de contribuir a mejorar la preparación del país», explica Cienfuegos. Lo que comenzó con un fuerte enfoque en las ciencias de la tierra y la ingeniería, evolucionó para integrar disciplinas clave como la geografía, la planificación urbana, las ciencias sociales, el diseño y las comunicaciones.
Esta visión holística ha permitido a CIGIDEN desarrollar un modelo único en Chile para evaluar el riesgo de desastres, considerando las complejas variables que pueden transformar una amenaza natural en una catástrofe.
Del laboratorio a un sistema de alerta de clase mundial
El trabajo de CIGIDEN no se ha quedado solo en las publicaciones académicas. Uno de sus logros más destacados es la estrecha colaboración con el Servicio Hidrográfico y Oceanográfico de la Armada (SHOA) y con prestigiosos institutos de investigación en Japón y Alemania. Esta alianza fue clave para desarrollar un sistema de alerta de tsunami que hoy se posiciona entre los mejores del mundo, un hito que, según Cienfuegos, fue fundamental para «recuperar la confianza institucional». (...)