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El Mostrador - DW

Erosión costera: ¿desaparecen las playas latinoamericanas?


Foto de Carolina Martínez
Directora Centro UC Observatorio de la Costa y profesora Instituto Geografía
Una combinación de múltiples factores, en una región en que la regulación y protección están tardando demasiado, amenazan la zona costera latinoamericana con una fuerza nunca vista, incluyendo Chile. Es hora de actuar, alertan expertos.

Las imágenes del pueblo costero de Atafona, en el estado de Río de Janeiro, Brasil, son una advertencia del peligro que acecha en toda América Latina. Parte de esta localidad ha sido tragada por el mar: se han perdido más de 500 casas y un edificio, y los residentes están abandonando el antiguo balneario.

En la costa latinoamericana, la fuerza del océano avanza desplazando los límites conocidos y arrasando con infraestructura, viviendas, centros turísticas y ecosistemas. Todos los países de la región registran algún grado de erosión en sus playas. Bien lo saben los de mayor longitud de costa, como México, Brasil o Chile. También en playas turísticas en Colombia, o en balnearios familiares de Mar del Plata, en  Argentina, nadie se libra de esta amenaza.

A las tormentas y huracanes cada vez más frecuentes, asociados al cambio climático, y al aumento del nivel del mar, se suma la acción humana. “Estamos viendo un incremento en la cantidad de casos de erosión en América Latina, vinculada con un mal manejo de la zona costera, especialmente la construcción de edificaciones como puertos o áreas hoteleras, que interfiere en los procesos de la dinámica costera, hace más vulnerable el ecosistema, y todo eso junto incrementa las tasas de erosión que se venían experimentando como procesos naturales. También observamos un incremento en los oleajes severos”, dice a DW Gustavo Barrantes, presidente de la Red Latinoamericana de Erosión Costera (Relaec).

En América Latina incide, además, que muchas playas son tectónicamente activas. Por otra parte, los ciclones tropicales y huracanes, que pasan desde Colombia en el Caribe y entran al Golfo de México, impactan en la costa. El profesor e investigador de la Universidad Nacional de Costa Rica observa, en general, tasas de erosión de medio metro a un metro por año, pero hay áreas por sobre estos niveles que superan los tres metros. Incluso zonas de arrecifes de coral o playas en áreas protegidas están siendo afectadas.
La tormenta perfecta se extiende “No solamente los terremotos, que vienen con tsunamis y otros peligros concatenados, cambian la costa chilena. También las trombas marinas, las olas de calor, eventos de lluvia extrema y aluviones. El fenómeno viene incubado también en las últimas décadas por la ubicación de grandes conglomerados urbanos en la costa. Son causas sumadas que, en conjunto, dan una tormenta perfecta”, señala a DW Carolina Martínez, directora del Centro UC Observatorio de la Costa, de Chile. (...)

 


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