Misioneros en el mundo digital
Mis padres, de 86 y 89 años, fueron toda la vida a misa dominical, pero después de la pandemia dejaron de hacerlo con regularidad. Hoy siguen la Eucaristía desde su casa, a través de internet, aunque sabemos que no es lo mismo tener presente a Jesús en la Eucaristía. Pero es verdad que para los adultos mayores y ancianos enfermos, este se vuelve un recurso invaluable que hace varias décadas era inalcanzable. Mis padres también se informan de la vida de la Iglesia por redes sociales y canales en YouTube, como "elvideodelpapa". Al verlos, pienso en cuántas personas como ellos, y también miles de jóvenes, encuentran compañía espiritual gracias al trabajo de quienes evangelizan desde el mundo digital. Allí comprendo cuán importante son los misioneros en las redes sociales y en las distintas plataformas.
Hoy pasamos buena parte de nuestras vidas “conectados”: para comunicarnos, estudiar, trabajar, entretenernos, y también para orar y crecer en la fe. San Pablo predicaba en las plazas. Hoy, Facebook, Instagram, WhatsApp, YouTube o TikTok son esas nuevas plazas. También allí se anuncia a Jesucristo, se siembra esperanza, se construye comunidad y se da testimonio del amor de Dios.
Desde hace años, muchos laicos, laicas y sacerdotes han asumido esta vocación de comunicadores, dando vida a boletines digitales, sitios web y transmisiones en vivo. Comunicar no es una acción secundaria en las parroquias: es una tarea que fortalece la identidad comunitaria y la vida de fe. El mismo Papa León XIV mantiene activas sus cuentas en Instagram (@Pontifex – Pope Leo XIV) y en X (@Pontifex).
La Iglesia en Chile ha reconocido este desafío. En sus Orientaciones Pastorales 2023-2026, los obispos afirman que las tecnologías no son solo un “medio para”, sino también un espacio que debemos habitar y comprender mejor desde el Evangelio. No basta con tener redes: hay que habitarlas con sentido cristiano. (...)
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