Proyecto "Cielo" revoluciona la astronomía mundial
El proyecto "Cielo" se basa en la creación de simulaciones digitales para modelar el cosmos, similar a cómo se realizan los pronósticos meteorológicos, pero a una escala mucho más vasta y compleja. Los investigadores del Centro de Astrofísica y Tecnologías Afines (CATA) y de la UC, han completado la primera etapa, ejecutando la mitad de las 25 a 26 simulaciones planeadas para diferentes regiones del universo.
Estas simulaciones permiten a los científicos observar la formación de estrellas y galaxias, así como los factores que influyen en su desarrollo, como el movimiento, la formación de planetas y la composición de los elementos químicos. Un aspecto crucial del estudio es la inclusión de la materia oscura, una sustancia invisible que ejerce una fuerza gravitacional significativa y que, según los científicos, es fundamental para la estructura a gran escala del universo.
El proyecto utiliza datos de telescopios como James Webb, ALMA y VLT en Chile, para validar y perfeccionar las simulaciones. La importancia de este estudio radica en que busca confirmar teorías de la cosmología a una escala global, contribuyendo a una comprensión más profunda de la historia y el destino del universo.
Nuevos exoplanetas y un sistema solar compacto
En paralelo a la investigación del proyecto "Cielo", la comunidad astronómica ha hecho nuevos descubrimientos de exoplanetas, objetos que están a miles de millones de años de luz. En uno de los hallazgos recientes, los astrónomos han detectado un exoplaneta en formación, identificado como WASP-17b.
Este joven gigante gaseoso se encuentra en una fase de "limpieza de órbita", donde su gravedad atrae el polvo y el gas circundante, creando anillos oscuros y despejando su camino a medida que crece.
Además, se ha continuado el estudio del sistema solar TRAPPIST-1, conocido por albergar siete planetas rocosos similares en tamaño a la Tierra. A pesar de su proximidad (a 40 años luz de distancia), un análisis reciente con el telescopio James Webb no ha detectado evidencia de una atmósfera significativa en el exoplaneta TRAPPIST-1d, lo que reduce las esperanzas de habitabilidad en ese cuerpo en particular.
Sin embargo, el sistema TRAPPIST-1 sigue siendo de gran interés para los científicos. A diferencia de nuestro sistema solar, los planetas de TRAPPIST-1 se encuentran muy cerca de su estrella, una enana roja. Esta proximidad, combinada con la menor energía de su estrella, podría ofrecer condiciones para que otros planetas del sistema, como TRAPPIST-1e, -f y -g, mantengan atmósferas estables.
Estos estudios, aunque frustrantes para quienes esperan encontrar una "opción B" para la humanidad, son cruciales para expandir nuestro conocimiento sobre la formación y diversidad de los sistemas planetarios en el universo.