Académicos de la Escuela de Arte recuerdan a José Balmes

En una columna escrita para “El Mostrador”, la profesora Claudia Campaña recordó al recientemente fallecido Premio Nacional y profesor emérito José Balmes y los días que compartieron en el campus Lo Contador, cuando entonces albergaba la Escuela de Arte. “Lo visualicé sentado en el patio o en uno de esos gélidos talleres, conversando animadamente de arte y de la contingencia, con agudos e irónicos comentarios. Recordé también varias ocasiones en que me correspondió integrar comisiones de exámenes de grado junto a él, lo cual siempre fue grato pues Balmes era muy deferente con quienes comenzábamos, y sentía genuino respeto por la teoría e historia del arte”, señaló. 

También alabó su habilidad para conjugar sobre una tela el trazo gráfico y la mancha pictórica. “Muchas veces disponía los soportes (tela o papel) en el suelo, y reemplazaba los pinceles por escobas, que manejaba con gestos certeros. Con ellos dejaba huellas que iban configurando sus imágenes más familiares, desde una simple marraqueta hasta el rostro de Pablo Neruda”, señaló.

En su texto, Campaña valora por sobre todo la vinculación que Balmes hacía del arte y la realidad contingente. “Volcando sobre la superficie su pasión ideológica, su obra se inscribe en una visión testimonial y crítica. Nada conformista, le importaba el hombre y su condición, por lo cual sus trabajos dan cuenta del contexto en el cual le tocó vivir –de allí su realismo metafórico; su capacidad para compenetrar el óleo con la inclusión de papeles, de piedras, de textos impresos, de cuerdas y/o cartones; su capacidad para dotar de trascendencia lo simple y sin artificios”, agrega sobre su obra.

Gaspar Galaz comparte esta mirada. En el discurso de despedida que pronunció en el responso del artista dijo sentirse absolutamente devastado por la partida de un camarada de tantas décadas. Sobre su compromiso agregó: “En estas últimas horas he recordado de pronto, con una tremenda melancolía, la capacidad de José Balmes de dedicar todas sus energías para transformar las problemáticas históricas, contingentes y políticas, y llevarlas al arte.  José, como el último moderno creía que el trabajador del arte podía cambiar el mundo. Era la época de las grandes utopías que tal vez no han terminado”.

“Balmes fue un gran artista que por décadas mantuvo la obsesión de transfigurar la dura realidad en arte, y de qué manera esa realidad contingente, ese día a día de la condición humana, la transformaba en metáfora, en símbolo, de tal manera que hoy, cuando vemos sus pinturas, sus dibujos estamos una vez más en ese momento histórico, único e irrepetible.  Entonces sus obras se transforman en un “aquí y ahora” de ese pasado y también presente las cuales nos traen vívidamente la presencia de José Balmes”, sentenció Galaz.   

Dadas esas características, el académico también celebró la presencia de Balmes en la Escuela de Arte UC, “a la cual fue llamado a participar en 1985 bajo la absoluta incredulidad del maestro”, rememoró Galaz.  “Fueron años maravillosos para nuestros estudiantes y también para José, quien a partir de ahí empezó a exponer en el Museo, en galerías, y nuevamente participando plenamente en el ámbito del arte y la sociedad.  Profesor emérito de la Universidad Católica es y será siempre el maestro que nos guíe en el trabajo de arte, en la relación con el mundo, con nuestros alumnos, con nuestra Escuela”, declaró.

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Constanza Flores L., Dirección de Comunicaciones, cmflores@uc.cl