Más de 140 funcionarios han participado en el Programa Familiares Cuidadores UC

El rector Ignacio Sánchez se refiere  a una de las preocupaciones por el cuidado de nuestra comunidad: el Programa Familiares Cuidadores UC.  Dice que  se inscribe en el espíritu de fomentar una cultura de vida saludable que lleve a la formación y el desarrollo de una comunidad sana, la que desde el autocuidado contribuya al cuidado de los otros. El equipo responsable del programa se ha propuesto que los funcionarios y profesores participantes reciban un apoyo institucional que les permita adquirir las herramientas necesarias para trabajar y cuidar con calidad y en forma afectiva a sus seres queridos con requerimientos crónicos de salud. “Junto a esto se requiere prevenir situaciones complejas que pueden surgir a raíz de estos cuidados, tales como el agotamiento renuncias, reducciones de jornada o jubilaciones anticipadas en los funcionarios y académicos que cumplen el doble y arduo rol de trabajar y desempeñarse como familiares cuidadores”, apunta la autoridad, en una columna que recoge el diario La Segunda.

Luego de nueve versiones anuales del programa, ya son cerca de 140 los funcionarios que han participado en este curso. Son en su gran mayoría mujeres que cuidan a sus padres, a un hijo, cónyuge u otro pariente. Esta iniciativa cuenta con el gran trabajo de las escuelas de Enfermería, Medicina y Psicología, junto al decidido apoyo del Departamento de Personal. Asimismo, hemos contado con la valiosa colaboración de entidades externas, tales como la Corporación del Alzheimer, Fonasa y Senama.

Según el rector, resulta fundamental apoyar e impulsar institucionalmente el propósito del programa de generar un modelo de intervención en el lugar de trabajo, que conduzca a la promoción activa de la salud de las funcionarías y trabajadores que se desempeñan como cuidadores familiares de personas con enfermedades crónicas o con discapacidad. “Debido a que todos viven una situación con un gran efecto emocional, físico y laboral esta situación puede tener una repercusión personal, familiar y social”, sostiene.

Agrega que,  además de practicar una actitud de respeto por el otro,  en la UC estamos comprometidos con el objetivo de que todos los miembros de nuestra comunidad se sientan acogidos y valorados en sus capacidades y esfuerzos.  “Deseamos que se reconozca a quienes realizan bien su trabajo, y poder así ofrecer amplias oportunidades y estímulos para el desarrollo personal de quienes colaboran de manera directa con la salud y calidad de vida de sus familiares. De esta manera se avanza en construir comunidad”, comenta.



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