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Estudian cómo mitigar efectos nocivos de horneados en marraquetas y hallullas


Chile se ubica como el segundo consumidor de este producto en el mundo después de Alemania, promediando unos 86 kilos por persona al año.

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photo_camera Archivo UC

 

 El Departamento de Ingeniería Química y Bioprocesos de la Universidad Católica  inició las primeras investigaciones en el país sobre cómo reducir el potencial cancerígeno del compuesto químico de la acrilamida, que se genera en marraquetas y hallullas tras el proceso de horneado.

La iniciativa cuenta con el apoyo del Fondo Nacional de Desarrollo Científico y Tecnológico de la Comisión Nacional de Investigación Científica y Tecnológica (CONICYT) y espera generar indicaciones saludables en la elaboración de panes, sin alterar su típico sabor.

El proceso de horneado genera cambios sensoriales en los alimentos que permiten obtener un producto atractivo para el consumidor y con las características típicas que conocemos. Pero el proceso de horneado produce también reacciones químicas donde aparecen diversos compuestos, uno de ellos es la acrilamida”, explicó Franco Pedreschi, académico UC que lidera el estudio.

El ingeniero precisó que la acrilamida es un compuesto químico potencialmente cancerígeno que se forma en alimentos ricos en azúcares y proteínas, cuando estos son cocinados o calentados a temperaturas mayores a 120°, como productos horneados, fritos o tostados.

“Si bien los productos de panadería tienen niveles relativamente bajos de acrilamida, el alto consumo de pan en Chile, que promedia los 86 kilos por persona al año, hace que la ingesta de este compuesto químico sea de gran importancia en la dieta alimenticia”, destacó Pedreschi.

Para mitigar los efectos nocivos de la acrilamida en panes, el investigador UC adelantó que se está probando el uso de una enzima natural, conocidas como asparaginasa, en la elaboración de marraquetas y hallullas para reducir el contenido de acrilamida en el proceso de horneado. 

“La primeras pruebas con este aditivo, producido por algunos tipos de plantas, han permitido bajar los niveles de acrilamida en estos productos de panadería hasta en un 90%”, dijo el ingeniero.

Pedreschi agregó que la incorporación de asparaginasa en la formulación de marraquetas y hallullas no sólo reduce los efectos nocivos del proceso de horneado, sino que también permite conservar el sabor que caracteriza a los panes.

Una vez que concluyan las investigaciones, los expertos en alimentos esperan determinar la cantidad necesaria de enzima natural para añadir a la formulación de estos productos típicos de panadería.

En países europeos, la asparaginasa ha sido probada en una amplia variedad de productos alimenticios, como galletas, pan y productos fritos a base de papa, con muy buenos resultados. Dicho trabajo ha contado con la colaboración de investigadores UC.

 

INFORMACIÓN PERIODÍSTICA

Prensa y Comunicaciones Facultad de Ingeniería


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