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Investigadores y huerteros intercambiaron conocimientos y semillas


En abril, huerteros y huerteras de la zona lacustre se reunieron con investigadores del Centro UC de Desarrollo Local (Cedel UC) en el Complejo Interdisciplinario para el Desarrollo Sustentable, CIDS, Michel Durand Q. en una actividad cerrada para comunidades que han trabajado junto a los investigadores en distintos proyectos. En la actividad se realizaron dos talleres sobre agroecología, un almuerzo compartido y un intercambio de semillas.

mujer que muestra una planta

photo_camera Desde Cedel cuentan que participaron huerteras y huerteros que les han abierto sus puertas desde hace cinco temporadas para recorrer sus huertas, conocimientos y memorias. Fotografía: Cristóbal Saavedra.

Como una forma de retribuir el aporte realizado por las huerteras y huerteros de la zona lacustre al desarrollo de la investigación en biodiversidad alimentaria y agroecología, investigadores del Centro UC de Desarrollo Local (Cedel UC) organizaron un Encuentro en la Huerta que contó con talleres e instancias compartidas que buscaron reforzar las redes sociales entre las huertas familiares, pero también generar un espacio de encuentro en la UC en Villarrica

El encuentro fue realizado en el Complejo Interdisciplinario para el Desarrollo Sustentable, CIDS, Michel Durand Q., edificio administrado por el Cedel UC y que en su interior cuenta con la Huerta Agroecológica El Boldo, espacio que aunó los intereses de las y los participantes del encuentro.

Una retribución a la comunidad

La socióloga Josefina Cortés, quien organizó el encuentro junto a las investigadoras Francisca Santana y Guadalupe Barrera, y junto al investigador de la línea Sustentabilidad de Sistemas Socio-ecológicos, Tomás Ibarra, señala que la práctica de las huertas familiares realiza un aporte fundamental en el desarrollo de investigaciones relacionadas al cuidado de las semillas y la agrobiodiversidad.

“[En el Encuentro] participaron huerteras y huerteros que nos han abierto sus puertas desde hace cinco temporadas para recorrer sus huertas, conocimientos y memorias”, indica.

Este encuentro da respuesta a la inquietud de las huerteras y huerteros, manifestada durante esta temporada, de contar con instancias para conectarse, dialogar y aprender en conjunto sobre la agrobiodiversidad, el manejo agroecológico y la transformación de los productos de la huerta. La práctica de las huertas familiares realiza un aporte fundamental en el desarrollo de investigaciones relacionadas al cuidado de las semillas y la agrobiodiversidad. Fotografía: Cristóbal Saavedra.

"Las huertas familiares son verdaderos refugios bioculturales que permiten hacer frente a estos desafíos, al promover altos niveles de biodiversidad e intercambio” - Josefina Cortés, investigadora.

Actualmente, Guadalupe Barrera y Josefina Cortés se encuentran realizando su tesis de doctorado en redes de intercambio y su tesis de magíster sobre el conocimiento agroecológico, respectivamente.

“Me he apoyado de su experiencia en la cuenca del Lago Mallolafquén para graficar la red que se conforma a partir sus relaciones”, señala Barrera respecto a su tesis. “Esta red moviliza la agrobiodiversidad y el conocimiento que sostiene a la práctica de la agricultura en este territorio”.
 

Refugios bioculturales

En abril de este año, el académico UC e investigador del Cedel UC, Tomás Ibarra, lideró la organización de dos conversatorios que buscaron abordar el conocimiento local para enfrentar el cambio climático.

En esta oportunidad, las investigadoras aseguran que este encuentro también busca potenciar el rol que cumplen las huerteras a la adaptación del cambio climático en sus territorios.

“Las huertas familiares están en constante adaptación a cambios y crisis socio-ambientales”, explica Josefina Cortés.

“La escasez de agua, crisis climática, erosión del conocimiento local, crisis sanitaria, violencia de género, transporte y conectividad, son algunas de las preocupaciones actuales que tienen las huerteras (…) las huertas familiares son verdaderos refugios bioculturales que permiten hacer frente a estos desafíos, al promover altos niveles de biodiversidad e intercambio”.
 
“Los sistemas agrícolas, como sistemas socio-ecológicos, son vulnerables a los cambios globales y experimentan constantes procesos de adaptación, transformación y aprendizaje”, complementa por su parte Guadalupe Barrera. “Comprender cómo las comunidades agrícolas afrontan estos cambios y aprenden de ellos, es necesario para fortalecer la resiliencia de los sistemas que las sustentan”.

El intercambio de conocimientos en estos contextos, se vuelve por lo tanto clave para la subsistencia de estos espacios, un valor que reconocen las huerteras y huerteros.

“El Encuentro es también la necesidad de dar respuesta a la inquietud de las huerteras y huerteros, manifestada durante esta temporada, de contar con instancias para conectarse, dialogar y aprender en conjunto sobre la agrobiodiversidad, el manejo agroecológico y la transformación de los productos de la huerta”, señala la investigadora.

“Los sistemas agrícolas, como sistemas socio-ecológicos, son vulnerables a los cambios globales y experimentan constantes procesos de adaptación, transformación y aprendizaje” - Guadalupe Barrera, investigadora.

 
Encuentro en la Huerta

El Encuentro se dividió en dos grandes momentos: un primer momento donde durante la mañana las huerteras se reunieron para conocerse y para dar un recorrido por el Museo Interactivo Regional de Agroecología y Sustentabilidad, MIRAS Araucanía, además de participar en dos talleres: un taller de Manejo Agroecológico y Salud del Suelo y un taller de Sabores y Saberes de la Huerta.

De estas actividades surgieron, además, los alimentos que más tarde compartieron las huerteras durante la hora de almuerzo, en una comida que se realizó en el hall del CIDS, Michel Durand Q. con alimentos orgánicos y frescos, presentando preparaciones como una salsa de murta o una ensalada de lentejas.

Luego, durante la tarde las huerteras se instalaron en el hall del edificio para un intercambio de semillas y saberes que se realizó a partir de los productos que cada una tenía para ofrecer.

Finalmente, la jornada finalizó con la entrega de reconocimientos a algunas de las huerteras por su rol y aportes al conocimiento científico y a la agroecología. “Las huertas familiares son espacios multripropósito con diversos usos: alimenticio, medicinal, ornamental, artístico, identitario, espirituales, entre otros”, explica Cortés.
 
Una de las huerteras que participó del Encuentro, Miriam Muñoz de Huepil, una aldea cercana al Lago Carbugua, agradeció la oportunidad para intercambiar experiencias con personas que “también se preocupan de conservar la gran diversidad de semillas orgánicas que tenemos en la región”.

“Todos los días se aprende algo nuevo (…) y debemos ser generosos al entregar nuestros conocimientos a las personas”, señaló, manifestando su deseo de llegar a más personas con este tipo de iniciativas “para que aprendan a cultivar sus hortalizas libres de contaminación química”.

A este deseo se suma, asimismo, Yuvixa Barrera, otra de las participantes que reconoce también la importancia que tienen las huertas familiares para los territorios, “dando a conocer la importancia y necesidad de las huertas familiares para el futuro”.

Para Silvia Navarro, huertera de la zona rural de Curarrehue y kimche de su comunidad, el Encuentro es también un halo de luz en la consolidación de estas prácticas. “Mi sensación es de satisfacción y esperanza al ver que el conocimiento y las prácticas están latentes en las personas que aman la tierra y entregan a ella sus semillas con esperanza, equilibrio y armonía para con los espacios naturales en los que habitan, creando conciencia y multiplicando sabiduría, soberanía y sociabilidad humana”.


Participa en el próximo intercambio de Semillas y Saberes

La coordinadora General del MIRAS Araucanía, la agrónoma Claudia Ríos, quien invitó a las huerteras y huerteros en un recorrido por el Museo, destacó el valor de estos aprendizajes y experiencias en un mundo en constante cambio.

“Conversamos sobre el suelo vivo y la importancia del cuidado de este en un escenario de crisis hídrica y cambio climático, porque mantener un suelo vivo ayuda tanto a fijar carbono, como a mantener el agua dentro del sistema huerta”.

Es por ello, que este próximo 24 de mayo, el Cedel UC y el MIRAS Araucanía, junto a la Fundación Ibañez Atkinson, realizarán en la Huerta Agroecológica El Boldo, del CIDS, Michel Durand Q. en Villarrica, un intercambio de semillas y saberes abierto a todo el público.

La invitación es a acercarte con semillas, plantas, conservas, artesanías o alimentos, entre otros productos que menciona la agrónoma, destacando que siempre deben ser de producción propia. “Es una experiencia muy enriquecedora donde se aprende de otros y es así como vamos fijando conocimiento para aplicar luego en nuestros espacios”.

Inscríbete escribiendo al WhatsApp +56 9 9639 1653, o al correo criosg@uc.cl indicando en el asunto “Inscripción intercambio semillas”. ¡Te esperamos!

Encuentro de Huerteras, intercambio de semillas y saberes.


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