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La UC inaugura primera exposición del catalán Antoni Tàpies en Chile


Quienes visiten el Centro de Extensión en marzo podrán conocer parte de la obra de uno de los artistas más importantes de la segunda mitad del siglo XX y uno de los principales exponentes del informalismo. Son 22 grabados que buscan motivar una reflexión sobre la dignidad y condición humana.

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photo_camera "Un grano de arroz puede ser un punto de esperanza; una conexión entre lo humano y lo natural, una idea de renacer o de la circularidad de la existencia”, reflexiona el curador sobres la obra Le Riz (1969), que forma parte de la muestra.

“Tàpies se plantea el lienzo o el papel como un espacio para reflexionar, no para reflejar o transmitir belleza, ni tampoco para mostrar virtuosismo técnico, sino para encontrar en aquello que a priori no es objeto de arte, un espacio para preguntar y preguntarse sobre el hombre”. Así describe Raimon Ramis, el curador de la muestra del artista español Antoni Tàpies (1923-2012), su obra.

Quienes visiten la exposición de 22 grabados, que llega a la Galería de Arte del Centro de Extensión en marzo, se encontrarán con texturas y materiales que se alejan de lo tradicional. La muestra proviene de la Fundación Antoni Tàpies de Barcelona e incluye obras realizadas entre los años 1959 y 1987. El artista trasciende el grabado típico y, siguiendo su respeto por las texturas de los materiales, las introduce en su obra. Elementos simples como arena, paja, y arroz, sirven de matriz para sus composiciones y se combinan con imágenes de objetos cotidianos. Asimismo, dialogan con manos, pies y el signo de la cruz, que coincide y se identifica con la primera letra de su apellido. “Todos los elementos son pensados, no hay azar”, explica el curador. Expresan su búsqueda de respuestas sobre la condición y la dignidad humanas.

La muestra proviene de la Fundación Tàpies de Barcelona e incluye obras realizadas entre los años 1959 y 1987. Elementos simples como arena, paja, y arroz, se combinan con imágenes de objetos cotidianos en su obra y dialogan con manos pies y el signo de la cruz, que coincide y se identifica con la primera letra de su apellido

Manos y cruces

Por ejemplo, en el grabado Manos y cruces (1975), que forma parte de la muestra, el artista trasciende su lenguaje abstracto y recupera la figuración. Manos y cruces aparecen como elementos enigmáticos que hablan del trabajo, de la presencia del individuo y del contacto humano. “Esta palma de la mano remite a las manos que aparecen en pinturas prehistóricas o a las manos de las pinturas religiosas del Medioevo”, plantea el curador. Están ahí para denotar su preocupación por el sentido de la existencia humana.

En contraste a esta obra está Le Riz (El arroz) de 1969, que también se podrá ver en la UC. Corresponde a un momento en que Tàpies acaba de consolidarse como artista, y lo hace dignificando elementos simples que connotan el mundo de la pobreza. Un grano de arroz representa el alimento más básico del ser humano. “El artista nos invita a pensar en lo que significa, más allá de su contenido biológico o gastronómico. Un grano de arroz puede ser un punto de esperanza; una conexión entre lo humano y lo natural, una idea de renacer o de la circularidad de la existencia”, explica Ramis.

Con esta exposición, que será la primera del artista catalán en Chile y la tercera que se realiza en Sudamérica, la UC retoma su tradición de las grandes muestras internacionales. La última fue la de Chema Madoz el 2020, que sucedió a las de Picasso el 2016, Gaudí el 2015, Keith Haring el 2012 y Warhol el 2011.“La idea es partir el año con algún artista destacado que marque tendencia en la historia de las artes visuales y que sea abierta a todo público; que vayamos planteando distintos temas, distintas visiones. Queremos dar acceso directo a la obra de artistas que vemos en libros o en enciclopedias. Ver una obra en vivo es una experiencia única, que no es igual a contemplarla en una publicación o a través de una pantalla”, explica Daniela Rosenfeld, directora de Extensión Cultural.

"Queremos dar acceso directo a la obra de artistas que vemos en libros o en enciclopedias. Ver una obra en vivo es una experiencia única, que no es igual a contemplarla en una publicación o a través de una pantalla”- Daniela Rosenfeld, directora de Extensión Cultural.

Rosenfeld destaca la importancia de Tàpies como impulsor de un lenguaje nuevo en las artes visuales como es el informalismo. “Es un ícono no solo de las artes visuales españolas, sino mundiales. Su arte es gestual, expresivo, irradia fuerza, pasión, aunque incorpora elementos distinguibles como rostros, manos y cruces. La cruz es un elemento clave en su obra”, dice.

Junto con la muestra se desarrollará un programa de mediación abierto y gratuito orientado al público en general y a colegios. Además, se realizará una conferencia con el curador, Raimon Ramis.

Trazo y manchas

Tàpies es considerado como uno de los principales artistas españoles de la segunda mitad del siglo XX. Inició su exitosa carrera en Barcelona, muy vinculado a los principios surrealistas y dadaístas, pero en 1950 se traslada a París, donde empieza a trabajar con materiales diversos. Allí parte el desarrollo de su pintura informalista o matérica, que le dará reconocimiento mundial y a la que luego sumará la influencia de las filosofías y el arte oriental.

“Tàpies era un artista comprometido con su tiempo y su cultura. Su informalismo fue el fruto de una experimentación que se reveló como lenguaje en la década de los cincuenta del siglo pasado. Aquellos años fueron los de su consagración internacional y los de su lenguaje creativo. Pero más allá de lo tangible, de la formalidad de sus trabajos, ya sean pinturas, esculturas u obras gráficas, como las que presentamos en esta exposición, su obra es una reflexión sobre el hombre y su relación con lo más simple”, explica Ramis.

Su búsqueda era la de un arte comprometido con los principios de los derechos humanos y la dignidad de las personas. “Ello lo llevará a alejarse de lo académico, del dibujo, para acercase más al gesto expresivo y libre, a deshacerse de los límites de la forma para trabajar el trazo y las manchas. En una búsqueda de este espacio de libertad que debe ser el arte”, agrega el curador.

Si bien sus obras son de gran formato y trabajó también la escultura, el mosaico y la cerámica, quizás es en su obra gráfica, que trae la UC en marzo, donde el artista encuentra el canal más apropiado para desarrollar su pensamiento social y llegar al gran público.

La exposición, titulada Antoni Tàpies, Obra Gráfica, se inaugura el 16 de marzo próximo, a las 18.30 horas, en la Galería de Arte del Centro de Extensión (Alameda 390).


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