Los pros y contras de la Nueva Ley de Pensiones: ¿Cómo impactará a los chilenos?
Un incremento del 10% al 17% en las cotizaciones, una compensación por expectativas de vida a las mujeres, el incremento de la Pensión Garantizada Universal (PGU) y la creación del Seguro Social son algunas de las medidas que se implementarán en un corto y largo plazo. Especialistas abordan cuáles son los posibles escenarios que traerá esta reforma.

photo_camera De izquierda a derecha: Paula Benavides, académica de la Escuela de Gobierno UC; David Bravo, director del Centro Encuestas y Estudios Longitudinales UC; y Jorge Tarziján, académico de la Escuela de Administración UC, analizaron las ventajas y desventajas de la nueva ley previsional.
"Una reforma de gran envergadura y la mayor transformación del pilar contributivo desde su creación”, así definió la académica de Escuela de Gobierno UC, Paula Benavides, a la nueva Ley de Pensiones que entró en vigor el pasado 26 de marzo.
Por su parte, el académico de la Escuela de Administración UC, Jorge Tarziján, dijo que “es un cambio estructural en el sistema previsional. Se busca mayor solidaridad, mayor relevancia de Pensión Garantizada Universal (PGU) con foco en las personas mayores más vulnerables económicamente, el aumento de la pensiones actuales y futuras y cambios muy importantes en la regulación de las inversiones previsionales”.
ESTRATEGIA A LARGO PLAZO
La reforma tiene un especial foco en el largo plazo, a través del aumento en la tasa de cotización, con cargo al emplea- dor en cerca de 7 puntos porcentuales, que parte en agosto con un incremento de un 1% que se suma al 10% establecido en la actualidad.
“El aumento de la cotización será gradual en un plazo de 9 años. Esta gradualidad es muy importante para mitigar los impactos en el mercado laboral, que se ha recuperado lentamente tras la pandemia y donde persisten desafíos en materia de informalidad”, explicó Paula Benavides.
“El mejor momento será cuando las personas nuevas entren a trabajar en el 2035 y reciban completamente esos pun- tos adicionales de su cuenta individual. Vamos a tener el sistema un poco más equilibrado y eso se va a traducir en mejores pensiones”, anticipó el director del Centro UC de Encuestas y Estudios Longitudinales, David Bravo.
Otra reforma importante es el incremento en el valor de la Pensión Garantiza- da Universal (PGU) desde los $224.004 actuales a $250.000, según una gradualidad por edades. Para los beneficiarios de PGU con 82 años o más y para quienes perciben la PBS de invalidez, el aumento comenzará en septiembre de 2025.
RECONOCIMIENTO A LA MUJER TRABAJADORA
Desde enero de 2026, y a partir de los 65 años, las mujeres tendrán derecho a la “Compensación por la diferencia en expectativas de vida”, un beneficio mensual para recompensar la diferencia en sus pensiones en relación con los hombres.
"Aunque un hombre y una mujer hayan trabajado la misma cantidad de años y ahorrado para su pensión, la mujer tenía menor pensión por sus expectativas de vida. Eso hoy se compensa, ya que todas van a recibir un bono con un monto mínimo de 0,25 UF mensuales que son 10.000 pesos y un monto máximo 1,5 UF mensual”, comentó Bravo.
En relación a la creación de un Seguro Social, Paula Benavides comentó que “este complementará lo que ofrece el sistema de capitalización individual, mejorando las pensiones actuales y durante una transición, proporcionando mayor seguridad a través del beneficio por años cotizados”.
POSIBLES CONSECUENCIAS
Jorge Tarziján señaló que los aspectos donde hay que ser más cuidadosos son los de la informalidad laboral y el potencial perjuicio para las pymes y startups, que puede ser incluso mayor que el perjuicio para las grandes empresas. “Los indudables mayores costos laborales que traerá la reforma pueden incentivar un mayor reemplazo de los trabajadores por robots, automatización y otros, aparte de fomentar una mayor tercerización en empresas que no necesariamente tengan todos los incentivos para tener a sus trabajadores contratados formalmente”.
"Una de las lecciones que tenemos que aprender de este proceso es la de realizar una evaluación permanente de los objetivos del sistema de pensiones y de su sostenibilidad para realizar adecuaciones oportunas y no esperar a una gran reforma que muchas veces se posterga”, concluyó Paula Benavides.