Miembros de la comunidad UC visitaron la tradicional fiesta religiosa de La Tirana

Un grupo de alumnos, funcionarios y profesores de las carreras de Arte, Teatro, Música y College junto con dos coordinadores, un sacerdote asesor de la Pastoral UC y un profesor miembro del Centro de Estudios de la Religión se impregnaron de la piedad popular chilena, representada por bailes y cantos dedicados especialmente a la Virgen del Carmen en esta localidad nortina. Esto en el marco de la V Residencia Móvil La Tirana, actividad que busca que los alumnos observen lo que ocurre durante la fiesta para luego realizar una representación artística en Campus Oriente. 

Organizada en conjunto por la Facultad de Artes y la Pastoral UC, la actividad permitió que miembros de la universidad fueran parte de una de las celebraciones de piedad popular más importantes de Chile. La dinámica consistió en observaciones del entorno, sumado a la participación de las distintas actividades, como las misas, procesiones y eventos como entrada y salida del templo de la Virgen del Carmen.

“Ha sido una muy bella experiencia, que aun me tiene por las nubes. Lo que viví allá no tiene palabras, es como estar en otro tiempo, en otro espacio, donde las cosas transcurren bajo sus propias leyes de orden. Hay una gran aproximación entre arte y religión, ver la fe de la gente y sus demostraciones de amor y devoción hacia la Virgen es muy inspirador y emocionante", explica Javiera Bustos, alumna de College. Según esta estudiante, esta festividad le permitió observar cómo la Virgen María en realidad es parte de la vida cotidiana de ellos, no sólo una festividad, sino que es parte de sus vidas de manera íntegra a lo largo de todo el año.

La Residencia Móvil La Tirana 

Además de las actividades generales, el grupo comparte instancias en las cuales se reflexiona y conversa sobre lo vivido en el día a día, de lo que ha llamado la atención y de lo observado. “Para mí fue una conjunción de expresiones en diferentes planos, muy rica y variada, atiborrada de sensaciones, colores, música y sonidos, todos superpuestos. Es casi imposible quedar indiferente ante esta fiesta que, como una persona de allá nos dijo, no sólo es una manifestación de la cultura sino también de la espiritualidad, y quizás por eso es tan hermosa, es una especie de traducción física o concreta de algo intangible. Fue una vivencia que no dejó de sorprenderme cada segundo, cada lugar”, comentó Estíbaliz Lorca, estudiante 4° año de Arte UC sobre la experiencia en el norte.

“Enfrentarme ahí con los profesores, con mis compañeros que eran de diferentes carreras fue revelador ya que es tanta la fe y tanta la belleza de los bailes. Cómo se reúne la gente en torno a la imagen de la Virgen es muy potente, cómo la imagen de la virgen adquiere un nivel de significancia muy grande. Es una experiencia que para mí fue muy bonita y siento que estar con los profesores fue muy bueno porque hubo una colaboración en las reflexiones de lo que estábamos viviendo, que no tenía una explicación lógica sino que era puro amor y devoción a la Virgen”, cuenta por su parte Jesús Ponce, estudiante de College.

La experiencia permitió también conocer que lo que se vive en La Tirana son tradiciones familiares que se heredan de generación en generación, por lo que la vida de las distintas cofradías es una vida muy familiar, de mucha solidaridad, entrega y preocupación.

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