Papa Francisco dio a conocer la exhortación apostólica Amoris Laetitia

Temas como la preparación de los novios al matrimonio, la transmisión de la vida, el acompañamiento pastoral de las familias, el acceso a los sacramentos de las personas divorciadas y vueltas a casar o la acogida de las personas homosexuales, fueron abordados en los dos últimos Sínodos de la Familia de la Iglesia Católica. Los contenidos y conclusiones de esos encuentros fueron reunidos y presentados en la exhortación apostólica “Amoris Laetitia” traducida como “La alegría del amor”, que fue presentada el 8 de abril por el Papa Francisco.

En el documento, que trata sobre el amor en la familia, el Papa incorpora contribuciones que hicieron grupos de iglesias de diversas partes del mundo como Kenia, Australia y Argentina; y para ejemplificar ciertas situaciones cita a personalidades como Martin Luther King o Eric Fromm, inclusive al hablar de gratuidad menciona una escena del film “La fiesta de Babette”.

El documento es extenso, posee 325 párrafos, en los cuales aborda una numerosa cantidad de temas relevantes para la familia actual. Ha llamado la atención en los medios de comunicación chilenos la invitación que hace el Papa a acompañar a la comunidad después de rupturas y divorcios.

El padre Samuel Fernández, académico de la Facultad de Teología UC, explica que la exhortación entrega una visión muy positiva del matrimonio, lo cual marca un signo de continuidad con los mensajes papales anteriores, incluso desde el Papa Juan Pablo II. Con respecto a las personas divorciadas, el sacerdote destaca la importancia de invitar a hacer un discernimiento: “El documento, a pesar de que es muy largo, tampoco pretende en cada caso ir dando una solución”, explica. “Hace una invitación al discernimiento, a formar las conciencias pero no a suplantar las conciencias. No pedir permisos sino que entregar principios y permitir que la gente eclesialmente pueda hacer un camino de discernimiento de su propia situación”, agrega.

“Se mantiene la misma doctrina de que el matrimonio es uno solo, para toda la vida, la indisolubilidad, pero se reconoce que en una pareja que está en una segunda unión se pueden reconocer elementos verdaderos y elementos valiosos”, indica el padre Samuel.

Por su parte, Sandra Arenas, académica de la Facultad de Teología UC, expresa que el documento invita a la ciudadanía a participar espiritualmente: “Oficialmente no se permite, sino que se restringe la posibilidad de que los divorciados vueltos a casar comulguen, pero se les llama a permanecer unidos a Cristo sacramentado bajo la comunión espiritual. Él llama a un discernimiento personal y pastoral de los casos particulares, porque el grado de responsabilidad, lo dice expresamente, no es igual en todos los casos”.

El padre Fernando Verdugo, también profesor de Teología, cuenta que todavía muchas personas acuden a pedir permiso para comulgar si se han separado, por eso recalca que el Papa Francisco en la exhortación apostólica invita a hacer una reflexión en cada situación particular. Señala que es bueno que el sacerdote realice un acompañamiento de conciencia: “En el discernimiento siempre la última palabra la tiene la conciencia”.


INFORMACIÓN PERIODÍSTICA

Virginia Soto-Aguilar C., periodista, msotoagu@uc.cl