Programa de Media UC impulsa la conversación en temas cruciales para el país

A lo largo de los doce capítulos de esta cuarta temporada, “Hablemos de Chile” propone conversaciones profundas con expertos del mundo académico, convocando a especialistas de disciplinas tan diversas como la psicología, la filosofía, las neurociencias, el urbanismo, la sociología y la inteligencia artificial. “Queremos entender por qué sentimos lo que sentimos y cómo eso se relaciona con el país que habitamos”, plantea Lucía López, periodista y conductora del programa. 

La participación académica está liderada por la Pontificia Universidad Católica de Chile, a través de sus centros de investigación y facultades, y se amplía a instituciones como la Universidad de Chile, la Universidad de Santiago, la Universidad Alberto Hurtado y la Universidad Diego Portales, entre otras; así como también instituciones como el Centro Nacional de Inteligencia Artificial, la Fundación Amanda, los centros especializados de la Clínica UC Christus y los institutos Milenio. 

Esta colaboración interuniversitaria convierte al programa en una plataforma única donde el conocimiento se transforma en una herramienta para comprender nuestra experiencia común. “Buscamos información nueva e importante pero sobre todo un espacio donde podamos detenernos, y conversar sobre temas que se están dialogando en muchas partes del país”, comenta la conductora del espacio.

Escuchar antes que hablar

Una dimensión central de la temporada 2025 de Hablemos de Chile, es la incorporación sistemática de registros en terreno. Cada capítulo comienza con una pieza audiovisual breve, grabada en espacios donde el tema del programa ya se está viviendo o discutiendo en la práctica: liceos, juntas de vecinos, centros de salud, fundaciones, organizaciones comunitarias. Lejos de funcionar como simple ilustración, estos fragmentos introducen la conversación desde los relatos de quienes experimentan de forma directa las tensiones, que luego serán analizadas en el estudio.

En el capítulo sobre adolescencia, por ejemplo, el equipo se trasladó al Liceo San Gerónimo de Puente Alto, donde estudiantes y apoderados participan del programa socioemocional E-Motiva, impulsado por Fundación CAP. “En las entrevistas emergieron inquietudes sobre salud mental, uso de redes sociales, pérdida de vínculos significativos y la dificultad para encontrar un propósito en un entorno marcado por la incertidumbre”, dice Lucía López.

Los adolescentes hablaron de ansiedad, presión académica y del impacto emocional de vivir hiperconectados, pero a veces sin contar con nadie para hablar cara a cara. Los apoderados, por su parte, expresaron la sensación de no poseer las herramientas necesarias para acompañar a sus hijos en esta etapa.

“Queremos entender por qué sentimos lo que sentimos y cómo eso se relaciona con el país que habitamos” - Lucía López, periodista y conductora de Hablemos de Chile. 

Este tipo de material permite abrir los capítulos desde un punto de vista situado. En lugar de iniciar con un marco teórico, el programa parte desde la experiencia concreta. Los expertos reaccionan a lo que ven, conectan sus investigaciones con los relatos, y a veces incluso, se replantean supuestos. La ciudadanía no es solo público del programa: aparece también como interlocutora activa, como fuente de observaciones, preguntas y vivencias que enriquecen la discusión.

Esta metodología se extiende a otros episodios. En el capítulo sobre miedo, se recogerán testimonios de vecinos del centro de Santiago que sus vidas han sido cambiadas por la inseguridad. En el capítulo sobre el sueño, se visitaron consultas reales donde el insomnio es un problema crónico, y se exploraron cómo los hábitos digitales y los ritmos laborales afectan el descanso. En el de inteligencia artificial, se documentaron casos donde adultos mayores, en talleres de alfabetización digital, interactúan con sistemas automatizados que les proponen recetas, rutinas o recomendaciones de salud.

“La inclusión de estos registros no busca representar al país completo ni agotar las voces posibles. Su función es introducir lo que suele quedar fuera de las discusiones técnicas, hacer visible lo cotidiano. Estos fragmentos permiten conectar cada tema con su dimensión más inmediata y concreta”, dice Rafael de la Fuente, productor periodístico. Las preguntas que atraviesan cada episodio: ¿qué significa ser adolescente hoy? ¿Qué hacemos con el miedo? ¿Cómo nos está afectando la tecnología?, no se responden solo con datos, sino también con historias.

Adolescencia: Identidad y vínculos

El primer capítulo de la temporada está dedicado a comprender las tensiones, búsquedas y contradicciones que atraviesan la adolescencia actual. El programa propone una conversación informada sobre una etapa vital que hoy se vive en condiciones históricas, culturales y tecnológicas profundamente distintas a las de generaciones anteriores.

Participaron tres especialistas con trayectorias complementarias. Amanda Céspedes, neuropsiquiatra infantil, quien explicó los procesos neurológicos que ocurren durante la adolescencia, destacando cómo el desarrollo cerebral condiciona la impulsividad, la necesidad de pertenencia y la fragilidad emocional. Germán Morales, académico de la Escuela de Psicología UC, abordó la adolescencia como una construcción social e histórica, vinculada a los cambios urbanos y educativos, y subrayó la pérdida de autoridad simbólica en adultos y figuras parentales. Y Juan Pablo del Río, investigador del Instituto Milenio IMHAY, compartió datos recientes sobre el aumento de la ansiedad, la depresión y los trastornos del sueño en adolescentes, fenómenos intensificados por la pandemia y el uso intensivo de pantallas.

La conversación se articuló en la actualidad de la adolescencia desde una mirada histórica, biológica y emocional, destacando el aumento sostenido de factores estresores en jóvenes. “Es un programa atingente y relajado. En este capítulo, participé desde la perspectiva de la neuropsiquiatría y fue un excelente complemento el enfoque de Germán, que viene desde el psicoanálisis. Encontramos muchos puntos en común, especialmente en cómo acompañar de manera significativa el desarrollo de los adolescentes”, plantea Amanda Céspedes.

También se analizaron los vínculos sociales: la digitalización de las relaciones, la fragilidad afectiva, y la aparición de comunidades virtuales con contenido misógino o nihilista, como los foros incel (acrónimo de la expresión inglesa involuntary celibate, 'célibe involuntario'). Y finalmente abordó la construcción de identidad: el cuerpo como espacio de presión social y la sensación de urgencia por definir vocación y propósito en medio de un entorno inestable.

El capítulo incluyó una grabación en el Liceo San Gerónimo de Puente Alto, donde estudiantes y apoderados del programa "E-Motiva" de Fundación CAP compartieron sus experiencias con franqueza. Los testimonios abordaron temas como el estrés escolar, la desconexión emocional entre generaciones, el temor al futuro y las dificultades para establecer vínculos significativos.

El episodio permitió visibilizar cómo la adolescencia se ha convertido en un espacio de alta vulnerabilidad, pero también de potencia transformadora. La pregunta no es solo qué les pasa a los adolescentes, sino cómo la sociedad adulta está respondiendo, o fallando en responder, a sus necesidades, afectos y formas de habitar el mundo.

Fenómenos nacionales e internacionales

Los capítulos siguientes de la temporada abordan temas distintos en apariencia, pero profundamente conectados: la relación con la tecnología, el cuerpo y las emociones en un contexto de transformación constante. Cada uno de ellos se aproxima a una dimensión distinta de la vida cotidiana, proponiendo una mirada informada, crítica y atenta a los cambios culturales que atraviesa la sociedad chilena.

El segundo capítulo se centra en la inteligencia artificial y su impacto en las decisiones humanas. A partir de casos concretos, se plantea una reflexión sobre los límites de la autonomía tecnológica, la necesidad de legislar sobre su uso y el rol que aún debe mantener la agencia humana frente a sistemas cada vez más complejos. 

“Se exploran conceptos como transparencia algorítmica, sesgo en los datos y la posibilidad de desarrollar pensamiento crítico frente a herramientas que no siempre son comprensibles para quienes las utilizan”, explica la periodista Lucía López. El capítulo no se enfoca en un futuro hipotético, sino en situaciones reales donde la IA ya está operando: desde recomendaciones digitales hasta entornos de cuidado.

En el tercer episodio, el foco está en el buen dormir. Lejos de entender el sueño solo como una función fisiológica, el programa lo aborda como una práctica social condicionada por el entorno laboral, la cultura de la productividad y la exposición prolongada a pantallas. Se revisan las causas más frecuentes del insomnio, su relación con el estrés, la ansiedad y los hábitos digitales, y se discuten posibles enfoques preventivos. También se plantean preguntas sobre las condiciones estructurales que impiden un descanso reparador y sobre las desigualdades en el acceso a espacios y rutinas saludables para dormir.

El cuarto capítulo explora el lugar del miedo en la vida social chilena. A partir de estudios recientes, se analiza cómo el miedo ha dejado de ser una reacción aislada, para convertirse en una emoción constante que condiciona decisiones cotidianas, percepciones del otro y vínculos con el espacio público. 

“Hay que ver fenómenos como la autosegregación, el repliegue hacia círculos íntimos y la transformación de hábitos comunitarios. También se examina el rol de los medios de comunicación, el lenguaje político y la inseguridad como factores que alimentan esta emoción y dificultan la construcción de confianza”, plantea Héctor Carvacho, profesor de la Escuela de Psicología UC  y uno de los invitados en el capítulo “Miedo”.

Juntos, estos capítulos trazan una línea común: cómo las personas se adaptan, resisten o reorganizan su vida frente a procesos que escapan al control individual la automatización, el agotamiento, la inseguridad, pero que requieren respuestas colectivas. La temporada avanza no solo como una serie de temas independientes, sino como una cartografía de los modos en que habitamos los cambios y, en conjunto, nos permitan reflexionar respecto del futuro.