Consejo constitucional y debate político concentran desinformaciones

La fotografía de un grupo de meseros supuestamente esperando atender al Consejo Constitucional fue trending topic el 7 de junio, día de la primera sesión de la instancia.
La imagen iba a acompañada de una serie de comentarios críticos a los "gastos de la élite". Pero no se trataba de una imagen del Consejo, sino de una fotografía de un banco de imágenes que viene publicándose en distintos países por lo menos desde 2015.

Desde hace siete años, El Polígrafo realiza un monitoreo de las desinformaciones que circularon en Chile, basándose en las verificaciones realizadas tanto por este equipo como por otros medios y proyectos independientes de verificación. En 2023, se contabilizaron a lo menos 326 desinformaciones, un 27% menos que las que lograron ser detectadas durante 2022.

De estas, siete de cada 10 correspondieron a fake news "tradicionales" --es decir, afirmaciones en contra de la evidencia disponible, creadas intencionalmente para dañar, beneficiar a alguien, o ganar dinero-y el resto corresponde a desinformaciones difundidas por personajes públicos o en redes sociales, que pueden resultar falsas o equivocadas, cuya intencionalidad es incierta.
Dentro de los temas con mayor circulación, las desinformaciones relacionadas con el debate político acaparan el 68%. Más atrás están las relacionadas con la crisis de seguridad pública (7,3%); las relativas a salud y especialmente a la circulación de virus durante el invierno (9,2%); y publicaciones falsas para cometer estafas (9,5%). Además, tal como se ha estudiado en diferentes países, varias correspondieron a hechos de alta connotación pública, como los incendios que afectaron a varias regiones durante el verano y las inundaciones en la zona centro sur, durante el invierno. (...)

Como explica la profesora de la Facultad de Comunicaciones UC Magdalena Saldaña: "Creo que la cantidad es significativamente menor a la que circuló en 2022. El año pasado se desmintió información durante todo el primer proceso y no solo durante las semanas previas al plebiscito.Este año no se observó casi nada de eso, en parte por desinterés de las audiencias ya que hubo otros temas más relevantes en la agenda pública, y en parte por fatiga electoral, ya que ha habido demasiadas elecciones en muy poco tiempo".

Según el también profesor de la Facultad de Comunicaciones Sebastián Valenzuela, "en el primer proceso se hablaba mucho más de las personas, por ejemplo, los de la Lista del Pueblo, los No Neutrales, lo que eran y no eran como personas. En este, en cambio, si bien había ciertas etiquetas por ejemplo de los republicanos, la desinformación giraba en torno a las consecuencias de que se aprobara algo". (...)