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El Mercurio

Los secretos de las momias chinchorro


Foto de Marcela Sepúlveda
Profesora Escuela Antropología
Usando microscopios electrónicos, ecotomografía, espectrómetros de masas y otros modernos instrumentos, los científicos chilenos sacan a la luz nuevos antecedentes para entender más a esta valiosa y milenaria cultura, recientemente declarada por UNESCO como Patrimonio Mundial de la Humanidad.

Las momias chinchorro —las más antiguas del mundo, con más de7.000 años de antigiiedad— vuelven a concentrar las miradas. Esta semana Unesco declaró como Patrimonio de la Humanidad los asentamientos y la técnica de momificación artificial de esta cultura. Los chinchorro eran un pueblo costero querealizaba la mayor parte de su vida en torno al mar. Habitaron una zona desértica recorrida por algunos valles transversales.

Sus asentamientos principales han sido ubicados en Arica (específicamente a los pies del Morro) y en el sitio llamado Camarones, cerca de la caleta del mismo nombre (a dos horas en auto desde Arica). (...)

Usaban pigmentos que se encuentran en el Altiplano

"Los chinchorro desarrollaron una tecnología pigmentaria para rellenar y cubrir a las momias. No es solo moler mineral y aplicarlo. Empleaban una receta para su preparación con varios materiales minerales, lo que les permitía obtener ciertos tonos dependiendo del nivel de molienda”, dice Marcela Sepúlveda, arqueóloga de la escuela de Antropología de la UC, quien se ha dedicado a estudiar químicamente tanto los pigmentos que se usaban para recubrir las momias, como también el proceso de degradación de su piel. 

Usando microscopios electrónicos de barrido y técnicas de análisis químico, como la fluorescencia o difracción de rayos-X, ha identificado que las momias negras obtenían ese color a partir de la utilización de óxido de manganeso y que las rojas desde el óxido de hierro. La preparación usaba arcilla y algunos elementos orgánicos como grasa o aglutinante vegetales. "Se obtenía una pasta similar a la témpera, que aplicaban con brochas o los dedos. Incluso tenían conte= nedores para los pigmentos y también para mezclarlos”, aclara Sepúlveda. (...)


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Ciencia y Tecnología
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