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Tecnología chilena que investiga el universo


Foto de Ezequiel Treister
Profesor Instituto Astrofísica y subdirector CATA
El Observatorio ALMA nos sorprende permanentemente con sus impresionantes y revolucionarios descubrimientos. Desde el comienzo de sus operaciones científicas, hace ya más de una década, sus observaciones han contribuido a la publicación de casi 3.500 artículos científicos, que incluyen algunos de los anuncios astronómicos más importantes de los últimos años.

Aunque sus capacidades son ya únicas e incomparables, ALMA está en constante evolución, incorporando nuevas tecnologías, aumentando su cobertura y mostrándonos el Universo en formas antes inexploradas. Y en esta gigantesca colaboración internacional está también presente la tecnología chilena, realizando un gran aporte.

Al observar el espacio con ALMA lo hacemos dividiendo el espectro electromagnético en regiones específicas que llamamos bandas, tal como si fueran distintos canales de televisión o emisoras de radio. Y al igual que ellos nos muestran distintos contenidos, cada banda de ALMA nos presenta una mirada diferente del cosmos. Hace diez años, solo teníamos disponibles cuatro bandas, mientras que en la actualidad hemos alcanzado nueve y se sumarán aún más en el futuro cercano. Este fue uno de los primeros aportes de la tecnología chilena a ALMA. En el Laboratorio de Ondas Milimétricas y sub-milimétricas MWL, por su sigla en inglés) de la Universidad de Chile, ubicado geográficamente en la cima de Cerro Calán, en Santiago, y uno de los tres laboratorios asociados al Centro de Excelencia en Astrofísica y Tecnologías Afines, CATA, se han desarrollado partes y contribuido a la construcción de tres de estas nuevas bandas de ALMA, y vendrán aún más en los próximos años. (...)

La primera fue la banda 5, instalada en ALMA el año 2016, cubriendo longitudes de onda entre 1,4 y 1,8 milímetros, equivalentes a 185 GHz en frecuencia. La banda 5 de ALMA es fundamental ya que nos permite detectar la presencia de agua en el Universo (...)

Luego vino la banda 1 (...), que  nos permite estudiar las partículas de polvo más grande, como por ejemplo las que se piensa serían claves en la formación de planetas, o el gas frío en galaxias muy lejanas. (...)

Finalmente, hace unos pocos días, recibimos una gran noticia, pues se entregaron y probaron exitosamente los primeros receptores para la banda 2 de ALMA (...) podremos observar tanto el polvo como el gas frío que se encuentra en el medio interestelar, y que actúa como combustible para la formación de nuevas estrellas, así como moléculas orgánicas complejas, que podrían darnos importantes pistas sobre la formación de vida en otros lugares del Universo.

La participación del Centro de Astrofísica CATA ha sido clave en todos estos desarrollos, apoyando tanto al capital humano detrás de este gran trabajo como en la adquisición del avanzado instrumental tecnológico necesario para estos proyectos. Y estos son solo algunos de los ejemplos provenientes en este caso del MWL. Forman parte del CATA otros dos grandes laboratorios de instrumentación: el Centro de Astro-Ingeniería UC (AIUC), y el Centro para la Instrumentación Astronómica, CePIA, de la Universidad de Concepción. En todos ellos se llevan a cabo proyectos de instrumentación astronómica de punta, desarrollando tecnologías de primer nivel. (...)


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edit Sección
Columna de Astronomía
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