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Alza arancelaria: análisis histórico y reflexión sobre sus impactos


Si bien el presidente Donald Trump tiene años anunciando que una medida como ésta es necesaria para devolverle “ese ímpetu industrial y manufacturero” a Estados Unidos, el anuncio del aumento de aranceles a los productos que importan 100 países ocasionó un shock mundial.

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photo_camera La guerra comercial encabezada por Donald Trump contra China y otros países también ha encendido las alarmas en Chile, provocando una alta incertidumbre en diversas industrias. Créditos: Pexels.

La académica del Instituto de Ciencia Política UC, Umut Aydin, explicó que este anuncio marcó un quiebre importante en el sistema internacional de libre comercio creado por Estados Unidos y sus aliados tras la Segunda Guerra Mundial, que estableció reglas y organismos como el GATT y la Organización Mundial de Comercio, y que “había permitido un gran nivel de globalización con múltiples beneficios para Estados Unidos”.

“Es una amenaza de ruptura del ordenamiento mundial bien fuerte, que puede tener consecuencias indecibles. Una tendencia de que todo este sistema financiero que se ha creado se desmorone porque es- taba anclada en el dólar y si el dólar no sólo se ve depreciado, sino que despreciado. Eso va a significar una hecatombe en los mercados financieros”, comentó el economista y académico de Escuela de Gobierno UC, Felipe Morandé.

ANTECEDENTES HISTÓRICOS

En 1890 se aprobó la Ley de Aranceles de McKinley, medida que impuso una tarifa promedio de 29,6%. Su objetivo fue proteger la industria estadounidense y generar recursos fiscales, porque en ese entonces no existía el impuesto al ingreso. En 1922, la Ley Arancelaria Fordney-McCumber elevó las tarifas a 15,2% con el fin de proteger la industria y la agricultura. “Posteriormente, en la Gran Depresión de los años 30, la Ley Smoot-Hawley Tariff elevó los aranceles hasta un 19,8% con el afán de proteger tan- to el empleo doméstico como la industria manufacturera”, detalló el decano Sánchez.

“Las tarifas subieron más o menos unos 20 puntos porcentuales del año 29 al 32 y eso representó un efecto relevante sobre el comercio, las importaciones en Esta- dos Unidos cayeron en un 66%, pero también las exportaciones perdieron un 61%, la suma de las dos cosas implicó un efecto muy negativo en la actividad económica”, comentó Felipe Morandé.

Tras la Segunda Guerra Mundial, en tanto, el comercio aumentó en el mundo, se redujeron las barreras arancelarias y no arancelarias y los distintos países fueron firmando acuerdos de Libre Comercio.

El académico de la Facultad de Economía y Administración UC, José Díaz, destacó que, si bien el anuncio del Presidente Donald Trump busca restituir la industria manufacturera en EE.UU., “el problema es que el empleo en este sector ha tenido una tendencia sostenida a la baja, siendo su punto máximo durante la Segunda Guerra Mundial. A principios de los 80 representaba poco más del 21%, y a finales de 2024 fue alrededor del 8% del empleo total”.

En relación con esto, el decano de la Facultad de Economía y Administración UC, José Miguel Sánchez, mencionó que “los consumidores estadounidenses también pagarán precios más altos por bienes manufacturados y que posiblemente además serán de peor calidad, especialmente considerando que en el mundo actual las cadenas productivas están sumamente integradas a nivel mundial”.

Las importaciones locales se vieron afecta- das con estas medidas porque pasaron de no pagar aranceles a tener que asumir un impuesto del 10%, el que en el caso del sal- món es “bien gravoso” porque ahí compite con el salmón de Canadá y el del noreste de EE.UU. “Algo parecido pasará con la uva de mesa, el tercer producto de importancia en el orden de los mil millones de dólares anuales. Ahí puede haber un efecto de sustitución con los productores de uva californiana. En relación con las importaciones de cobre chileno a China, estas pueden verse disminuidas porque muchos de los pro- ductos que exporta China a EE.UU. contienen cobre, como los autos eléctricos y las baterías”, dijo Felipe Morandé.

“La defensa del libre comercio y del multilateralismo debería estar en el centro de la discusión. Somos una de las econo- mías más abiertas al mundo y debemos seguir en esa senda, y junto con sentarse a negociar con EE.UU. en el marco del Tratado de Libre Comercio que tenemos con ellos, buscar nuevos mercados para nuestros productos”, destacó Sánchez.

¿Qué pasará tras la prórroga?

Para Umut Aydin, “lo que sí ha sido claro es que Trump y su entorno quieren ser firme con China. Asimismo, se ve claramente que China también va a ser firme y, está dis- puesta y capaz de enfrentar a Esta- dos Unidos en este tema”.

“En un panorama benigno, Trump y su gobierno van a decir que la mayoría de los países han estado dispuestos a negociar. La nota más optimista es que este tipo de políticas no son de larga duración, pue- den tener una reversión de antes de un año. Trump debe conseguir algo de esta guerra comercial como un trato preferente a algunos de sus productos o la reducción de tarifas para productos agrícolas de Estados Unidos en Europa”, concluyó Felipe Morandé.


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