¿Cómo vivir el verdadero sentido de la Navidad?
Académicos de Teología UC destacan la importancia de vivir el Adviento y la Navidad como un tiempo de reconciliación, esperanza y caridad, alejándose del consumismo para centrarse en el nacimiento de Jesús en el corazón de cada persona. La Pastoral UC también ha organizado actividades para participar en comunidad.
La Navidad se acerca y, con ella, la oportunidad de redescubrir su verdadero significado. Más allá del bullicio comercial, este tiempo invita a una profunda reflexión espiritual y a vivir la esperanza del nacimiento de Jesús. Así lo afirman Pablo Arteaga y Rocío Cortés, académicos de la Facultad de Teología.
Ambos profesores destacan la importancia de la preparación espiritual durante el Adviento. A través de la oración, la caridad y el uso de símbolos como la corona de Adviento, las familias pueden transformar estas semanas en un camino hacia la paz, la reconciliación y el encuentro con el prójimo.
Pablo Arteaga destaca que el Adviento, constituido por las cuatro semanas previas a la Navidad, es un tiempo de esperanza: “Cuando uno tiene puesta su mirada en algo muy positivo que está por llegar, que todavía no llega, pero que ya llegará, sabemos que traerá novedad, algo muy hermoso y que nos llenará de alegría”. Este periodo invita a vivir con austeridad y caridad, alejándonos del consumismo que suele marcar estas fechas.
El profesor Arteaga enfatiza: “La mejor preparación es vivir en la esperanza de lo que ocurrirá” y sugiere actos concretos como la preparación de cajas de Navidad, colaborar con el que está más triste, visitar al que está más solo, acompañar al que quizás está enfermo, hacer actos de caridad más grandes en este tiempo de Adviento. Además, invita: “Hagamos pequeñas renuncias que nos hagan vivir más austeramente la Navidad, no centrados en el dinero o en los regalos, sino en la persona de Jesús, que va a ser tan humilde y tan sencillo que nacerá en un pesebre, en un comedero de animales”.
El simbolismo que ilumina la espera
Rocío Cortés, también académica de la Facultad de Teología, resalta la importancia de los símbolos de Adviento, como la corona con sus cuatro velas, que marcan el paso de las semanas y preparan espiritualmente para la llegada de Jesús. “Este objeto nos recuerda la infinitud de Dios y puede convertirse en un espacio de oración familiar”, explica. “Cada vela tiene un significado especial, y se van encendiendo cada semana. Esto se puede hacer en familia, incorporando lecturas, peticiones o algo que esperemos para la Navidad o el próximo año. Es una manera de cargar de sentido este símbolo típico de Adviento”.
Pablo Arteaga subraya cómo otros elementos, como los villancicos y el pesebre, conectan los sentidos y el corazón con el misterio de la Navidad. “El canto de los villancicos es un tipo de oración muy hermoso donde está puesto el centro en el niño que ya llega y en cómo todo se va disponiendo para su venida. San Agustín decía: ‘El que canta, reza dos veces’”, comenta. En cuanto al pesebre, dice: “Es una tradición muy antigua que viene de la época de San Francisco de Asís en el siglo XIII. Ayuda a reflexionar sobre la humildad de Jesús y el papel de cada figura en el misterio de la encarnación”.
Reconciliación y paz: el mensaje de Belén
La profesora Cortés nos invita a mirar la Navidad como un tiempo de reconciliación: “Este tiempo nos encuentra todos reconciliados, o sea, con esta sensación de estar en paz, pero estar en paz también con quienes tenemos alrededor, con quienes nos vinculamos diariamente”. Inspirándose en el contexto de Belén, reflexiona sobre la situación actual de Tierra Santa: “Recemos porque esta esperanza que nace en Navidad traiga la paz tan anhelada a ese lugar tan significativo para creyentes de diversas religiones”.
En este tiempo, también llama a la reflexión personal: “Cuando pienso en cómo prepararnos espiritualmente, se me ocurre como mamá que cuando uno está esperando un hijo o una hija, tiene por un lado una suerte de incertidumbre por lo que viene, pero al mismo tiempo hay ansiedad y mucha esperanza”.
Ambos profesores coinciden en que la Navidad debe centrarse en el nacimiento de Jesús en el corazón de cada persona.
“Finalmente, un mensaje de mucha esperanza en que el verdadero pesebre sea nuestro propio corazón, para que el Niño Dios pueda nacer en nuestra vida, y traer la alegría y la luz de Navidad”, afirma Pablo Arteaga. Rocío Cortés concluye: “Que este tiempo nos llene de esperanza y luz, y que podamos dar esperanza a los demás. Este Jesús que viene y que trae la paz al mundo, nos lleva a buscar esa paz también”.
En un mundo agitado, el llamado es claro: detenerse, reflexionar y vivir este tiempo con un propósito profundo, recordando que la verdadera alegría de la Navidad radica en compartir amor y esperanza con quienes más lo necesitan.
Llamado a la acción
Como cada año, la UC renueva su compromiso con el espíritu de la Navidad a través de la tradicional campaña navideña. Esta iniciativa, liderada por la Pastoral UC, busca no solo compartir la alegría del nacimiento de Cristo, sino también fortalecer los lazos de solidaridad y fraternidad entre la comunidad universitaria y las comunidades con las que la casa de estudios trabaja a lo largo del año.
La iniciativa "Todos somos parte de esta mesa" tiene como objetivo principal beneficiar y acompañar a más de 300 familias que forman parte de seis comunidades vinculadas a distintas unidades académicas de la UC, entre las que destacan las facultades de Ciencias Sociales, Ciencias Biológicas, Medicina y Filosofía. Este trabajo se desarrolla en un contexto de colaboración mutua y constante, haciendo de la Navidad un momento especial para profundizar en estos vínculos.
Ángela Parra, directora de Pastoral UC, explica: “La campaña de Navidad, como todos los años, es una recolección solidaria de donaciones a partir de la comunidad UC, que van en directo beneficio de aquellas personas que más lo necesitan. Este año hemos elegido a algunas unidades académicas y administrativas que ya tenían un trabajo colaborativo previo con distintas fundaciones u organizaciones. Además, de manera inédita, vamos a hacer un encuentro con autoridades de la Dirección Superior en un comedor solidario en la población José María Caro, dependiente de la Parroquia del padre Benjamín Ossandón, que es asesor de la Pastoral UC. Les llevaremos las donaciones y también algunos regalos de Navidad que puedan ser útiles para su vida, pensando en que todas son personas en situación de calle, entonces lo que más les ayuda son artículos de aseo, por ejemplo”.
“Esta campaña no solo nos permite celebrar juntos el nacimiento de Jesús, sino también vivir la solidaridad de manera concreta, comprometiéndonos con las familias con las que compartimos camino durante el año”, afirma Isabel Braithwaite del equipo organizador de la Pastoral UC. La campaña está abierta a toda la comunidad UC, incluyendo estudiantes, funcionarios administrativos, profesionales y académicos. Las donaciones se pueden realizar de forma individual o grupal, organizándose como unidad académica o equipo de trabajo.
Para colaborar, existen dos modalidades:
1. Transferencia bancaria por cualquier monto en la cuenta que aparece en https://pastoral.uc.cl/proyectos/celebraciondenavidad/
2. Descuento por planilla por cualquier monto, exclusivo para funcionarios de la UC, inscribiéndose en este enlace
El plazo para realizar las donaciones es hasta el 23 de diciembre, por lo que se invita a todas las personas que quieran contribuir a sumarse cuanto antes. Además, para resolver cualquier duda, los interesados pueden escribir al correo: pastoraluniversitaria@uc.cl.
Además, durante el adviento, la Pastoral UC invitó a armar pesebres para ir bendiciéndolos en las oficinas, salas y patios de la universidad, sumándose varias facultades y unidades, entre ellas la Vicerrectoría de Investigación, la Facultad de Letras, la Escuela de Diseño, la Dirección de Bibliotecas y la dirección de Deportes, entre otras.
Más información de la celebración de Navidad "Todos somos parte de esta mesa"
Nuestro Gran Canciller UC y Cardenal Fernando Chomali, recomienda cinco ideas de regalo para esta Navidad:
1. Reza por tu familia y por tus amigos
2. Haz un regalo con tus manos
3. Visita a un familiar que no ves hace tiempo
4. Anda a tu parroquia, pregunta qué harán para Navidad e intégrate
5. Llama por teléfono a un familiar que vive fuera de Chile
¡Navidad es compartir!