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¿Cómo y qué observar durante la "luna de sangre"?


Aquí te contamos cómo observar y en qué fijarse durante el eclipse de luna, conocido como "luna de sangre" por el color rojizo que adquiere nuestro satélite natural y que se podrá observar en la noche de este domingo 15 de mayo. El evento será transmitido en vivo por el Instituto de Astrofísica UC desde Valle Nevado a partir de las 21:00 hrs.


A las 21:00 hrs. comenzará la transmisión en vivo de la "luna de sangre" por el equipo del
Instituto de Astrofísica desde Valle Nevado.

Temida y venerada por las distintas civilizaciones desde la Antigüedad, la llamada "luna de sangre" es el resultado de un eclipse lunar, lo que significa que la Tierra bloquea su vista del sol.

La Tierra se interpone entre el Sol y la Luna, generando un cono de sombra que oscurece a la Luna. Para que suceda un eclipse, los tres cuerpos celestes, la Tierra, la Luna y el sol; deben estar exactamente alineados o muy cerca de estarlo, de tal modo que la Tierra bloquee los rayos solares que llegan al satélite, por eso los eclipses lunares solo pueden ocurrir en la fase de luna llena. El particular tono rojizo se debe a la sombra de la atmósfera terrestre proyectada en la luna. 

¿Pero cómo y qué observar durante este fenómeno? Aquí te ofrecemos una guía preparada por el académico del Instituto de Astrofísica UC, Thomas Puzia.

 

Mapa de cráteres de la luna preparado por el Instituto de Astrofísica UC.
Mapa de "maria" y cráteres lunares preparado por el Instituto de Astrofísica UC.

Observar a simple vista

Al inicio, observar las estructuras superficiales en el lado visible (cercano) de la luna. Sus colores aparecen en blanco y gris. Las áreas grises se llaman "mare", las que se formaron por impactos gigantes durante la evolución muy temprana de la luna. Estos impactos fueron tan violentos que la lava líquida del interior caliente llenó las gigantescas cuencas de impacto. La lava en la luna es similar al basalto de la Tierra y tiene un color oscuro. Más tarde se enfrió para crear las superficies lisas más oscuras, que se llaman "maria" (plural de mare, latín para 'mar'). Los maria tienen una mayor concentración en rocas que contienen óxidos de hierro (FeO), magnesio (MgO) y dióxido de titanio (TiO2) que las áreas superficiales más brillantes. Las áreas más brillantes son las tierras altas formadas por el material de la corteza más antiguo, lo que es evidente debido a la gran cantidad de cráteres. Las tierras altas son ricas en un tipo de roca llamada anortosita y tienen una mayor concentración en alúmina (Al2O3) y calcio (CaO).
 
La resolución angular del ojo humano es de aproximadamente 1 minuto de arco. Esto no es lo suficientemente nítido para observar la mayoría de las características interesantes en la superficie de la Luna. Las personas más adaptadas a las condiciones de oscuridad, podrán ver los cráteres más grandes, como Copérnico, Tycho, Aristarchus. La mayoría de estos cráteres muestran líneas blancas radiales que son el material expulsado durante el impacto y que volvió a caer a la superficie.

Observando con binoculares

Incluso los binoculares más pequeños revelan muchos más detalles en la superficie y muestran un nuevo mundo fascinante con más contraste que a simple vista. Permitirán ver las crestas de las montañas, los cráteres más pequeños y la diferencia en la formación de cráteres entre el mar y las tierras altas. 

Se puede comenzar con binoculares pequeños con una magnificación de 7 o más. Este suele ser el primero de los dos números que caracterizan a todos los binoculares, por ejemplo 7x30 = magnificación por (x) diámetro de lentes frontales, de 30 mm en este ejemplo. La magnificación significa que los objetos aparecerán 7 veces más grandes. Con mayor magnificación, se necesitará de un trípode para mantener la imagen estable y disfrutar de la luna. A medida que el brillo disminuye con la magnificación, se deben elegir lentes frontales más grandes para mantener una imagen brillante y ver fuentes más débiles. Las lentes de objetivo más grandes recolectan más fotones, y mantienen imágenes nítidas y brillantes. Combinados con un trípode estable, los binoculares son la mejor herramienta de entrada a la astronomía, y para observar casualmente la luna y el cielo nocturno.

Eso sí, al mirar la luna llena se muestra una imagen muy brillante, pero también más plana sin profundidad, porque el sol ilumina todo de manera homogénea sin sombras. Cuando la luna está parcialmente iluminada, la región cercana a la línea divisoria del día y la noche lunar, llamada "terminador", muestra el contraste y las texturas superficiales más interesantes.

Observando con telescopios

Observar la luna con un telescopio es como entrar en un mundo extraño. Incluso un telescopio pequeño con un diámetro de entrada de solo 10 cm, muestra ricos detalles como crestas, surcos, fallas, escombros de impacto, y diversas y ricas diferencias en las texturas de la superficie. Imagínense lo que debió sentir Galileo Galilei cuando vio la luna con tanto detalle por primera vez.

No hay un límite principal para el tamaño del telescopio y la calidad de la óptica. Cuanto mayor sea el diámetro y mejores sean los recubrimientos de los elementos ópticos, más nítidas y brillantes serán las imágenes. Sin embargo, a 15 cm de diámetro, los telescopios alcanzan el límite de resolución angular de nuestra atmósfera, que llamamos "seeing", lo que se debe a la turbulencia atmosférica y limita nuestra resolución a aproximadamente 1 arcosegundo. Los costosos computadores y los espejos de los telescopios pueden compensar esta turbulencia con la llamada óptica adaptativa. Con esta alta tecnología, el Extremely Large Telescope, actualmente en construcción en el desierto de Atacama con un diámetro de espejo primario de casi 40 metros, alcanzará el límite teórico de resolución angular de 6 metros en la Luna.

 


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