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Crónica del desarraigo: los desafíos que enfrentan los migrantes


Aprender a decodificar claves culturales, hablar un nuevo idioma y navegar socialmente en lo desconocido, muchas veces con temor e incertidumbre, son algunos de los desafíos que deben enfrentar quienes migran. Toda esta experiencia psicológica y social es esperable que ocurra una vez que la persona logre, gradualmente, satisfacer la necesidad de pertenencia, integrándose a la sociedad de acogida.

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photo_camera La partida brusca de su país de origen, muchas veces conlleva para los migrantes altos niveles de estrés psicosocial, por lo que frecuentemente dichas personas experimentan sentimientos de tristeza, rabia, ansiedad e incluso de amenaza. (Crédito fotográfico: iStock Photo)

Cuando las personas migran a otro país pueden hacerlo por distintas razones. Hay quienes lo hacen voluntariamente en la búsqueda de mayores oportunidades, acorde a un proyecto vital y se mueven hacia países que ofrecen mejores condiciones de vida en comparación a las que otorga el propio país. Hay quienes tienen una alta motivación a moverse y emprender desafíos. Sin embargo, hay otros que emigran por razones de fuerza mayor derivados de una crisis económica, política y social, como lo hemos constatado en reiteradas oportunidades en nuestra región y en otras latitudes.

La partida brusca de su país de origen muchas veces conlleva la existencia de altos niveles de estrés psicosocial por lo que frecuentemente dichas personas experimentan sentimientos de tristeza, rabia, ansiedad e incluso de amenaza, dependiendo de cómo son acogidos en el país al que arriban.

Pero además, cuando llegan al lugar de acogida, enfrentan grandes desafíos. Deben aprender a decodificar nuevas claves culturales y, dependiendo del contexto, a hablar un nuevo idioma, a navegar socialmente en lo desconocido, muchas veces con temor e incertidumbre, enfrentando el reto de vincularse con los locales para poder asentarse en el país al que llegaron. Es esperable que toda esta experiencia psicológica y social ocurra hasta que la persona logre, gradualmente, satisfacer la necesidad de pertenencia, integrándose a la sociedad de acogida desde el punto de vista psicológico, social y económico.

Leer artículo completo en Revista Universitaria: “Migración: crónica del desarraigo”
Revisar especial “Los rostros de la migración” de Revista Universitaria nº 167


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