Skip to content

Equipo interdisciplinario desarrollará metodologías para estudiar el arte rupestre


El complejo de arte rupestre del alero rocoso de Taira, en la región de Antofagasta, será el objeto de estudio para que un equipo liderado por la académica de la Facultad de Artes Milena Grass y el artista visual Sebastián Riffo, experimenten en metodologías que permitan incidir en la reconstrucción histórica de los procesos creativos acontecidos en sitios arqueológicos.

imagen correspondiente a la noticia: "Equipo interdisciplinario desarrollará metodologías para estudiar el arte rupestre"

photo_camera La investigación “Desarrollo de un modelo analítico sobre el arte rupestre a partir de metodologías artísticas de práctica como investigación”, una de las 30 propuestas seleccionadas -entre 250- en la primera convocatoria de los Proyectos de Exploración 2022 de la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo (ANID). (Crédito fotográfico: Sebastián Riffo Valdevenito)

Indagar experimentalmente en metodologías que permitan incidir en la reconstrucción histórica de los procesos creativos acontecidos en sitios arqueológicos. Ese es el objetivo que tendrá, durante tres años, un equipo liderado por la académica de la Escuela de Teatro  Milena Grass y el artista visual Sebastián Riffo, con la participación de la arqueóloga de la Universidad Católica del Norte Helena Horta; el compositor musical de la Universidad de Chile José Miguel Candela; el sociólogo UC Pablo Cisternas y la historiadora UC Valentina Moraima.

La investigación busca tensionar los marcos metodológicos y conceptuales desde los que, hasta la fecha, se ha leído el arte rupestre en occidente. ¿Cómo? La propuesta es establecer de qué forma los rendimientos metodológicos que tiene la práctica artística como investigación, permiten apoyar a la reconstrucción histórica y arqueológica, generando nuevo conocimiento en torno al arte rupestre en Sudamérica.

Esto, a partir de las manifestaciones del complejo de arte rupestre del alero rocoso de Taira, en la región de Antofagasta, precisamente lugar en que la investigadora en arqueología y etnohistoria Helena Horta es una de las pocas especialistas.

Esto es lo que propone la investigación “Desarrollo de un modelo analítico sobre el arte rupestre a partir de metodologías artísticas de práctica como investigación”, una de las 30 propuestas seleccionadas -entre 250- en la primera convocatoria de los Proyectos de Exploración 2022 de la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo (ANID).

Como comenta la investigadora de la Facultad de Artes y co-directora del proyecto, Milena Grass, “el concurso reconoce claramente la práctica artística como investigación como una metodología válida y a la par de otras consideradas más tradicionales”.

Por su parte, Sebastián Riffo destaca que las investigaciones sean lideradas por duplas. “Trabajar de este modo es muy significativo porque implica un deber ético y moral fundado tanto en la cooperación, como en la complementariedad (...). Será un ejercicio constante en el que deberemos superar el sí-mismo, para asumirnos como territorios permeables al son de un compás mayor que exigirá mucha coordinación”, expresa el codirector del proyecto.

Distintas perspectivas

Como destaca la co-directora del proyecto, la académica de la Facultad de Artes Milena Grass: "el concurso reconoce claramente la práctica artística como investigación como una metodología válida y a la par de otras consideradas más tradicionales”. (Crédito fotográfico: César Cortés)
Como destaca la co-directora del proyecto, la académica de la Facultad de Artes Milena Grass: "el concurso reconoce claramente la práctica artística como investigación como una metodología válida y a la par de otras consideradas más tradicionales”. (Crédito fotográfico: César Cortés)

“Si bien, desde el campo de la arqueología existe consenso de que se trata de arte rupestre y sus creadores son efectivamente artistas, las obras no han sido estudiadas cabalmente desde enfoques, metodologías y conceptos del campo de las artes”, se establece en el proyecto.

La propuesta está inserta en el campo denominado arqueología experimental y se basará en la aplicación de metodologías que permitan levantar información desde la experimentación en el plano visual, sonoro y corporal, que servirán de base analítica para reconstruir estas manifestaciones artísticas y, a la vez, potencien el estudio de los procesos reflexivos de creación contemporánea.

Por ejemplo, se elaborarán trabajos de composición a partir del reconocimiento y práctica del dibujo, en el que se requieren habilidades cognitivas y psicomotrices, percepción y memoria visual relacionada al emplazamiento de donde se realizaron los pictograbados; además, se aplicarán pruebas sobre los patrones compositivos, proporcionales y unidades de medida.

Por otra parte, desde lo sonoro se investigará sobre las particularidades del sonido al desarrollar estas obras en aquel emplazamiento y cómo éstas, dan cuenta de códigos que permiten entender la materialidad y aportan al desarrollo de la técnica. Además, se indagará en la expresividad corporal que permitió realizar estos pictograbados, analizando la relación que se establece entre acción/ejecución y cuerpo, lo cual será mapeado a partir del trabajo performativo.

“En general, los estudios artísticos del periodo precolombino se remiten al plano del rescate patrimonial y arqueológico, y son mencionados de manera superficial en el plano de la historia del arte americano, no estableciendo continuidades con prácticas artísticas contemporáneas, pese a que, en territorios europeos, son referentes indiscutidos en los procedimientos de creación de diversos artistas”, explican desde el equipo de investigación.

El artista visual y co-director del proyecto, Sebastián Riffo, destaca que las investigaciones sean lideradas por duplas. “Trabajar de este modo es muy significativo porque implica un deber ético y moral fundado tanto en la cooperación, como en la complementariedad (...)", dice. (Fotografía: Sebastián Riffo)
El artista visual y co-director del proyecto, Sebastián Riffo, destaca que las investigaciones sean lideradas por duplas. “Trabajar de este modo es muy significativo porque implica un deber ético y moral fundado tanto en la cooperación, como en la complementariedad (...)", dice. (Fotografía: Sebastián Riffo)

¿te gusta esta publicación?
Comparte esta publicación

Contenido relacionado