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HUNO y KnitBall: Las primeras patentes de estudiantes UC


Por primera vez fueron concedidas patentes a inventos desarrollados por estudiantes. Se trata de innovaciones de alumnas y alumnos de las escuelas de Diseño e Ingeniería, que buscan entregar respuesta a problemas muy concretos de pequeñas empresas y oficios. Este hito responde al interés de la Universidad de fomentar el patentamiento estudiantil.

Estudiantes creadores de HUNO y KnitBall

photo_camera Los proyectos que han obtenido estas patentes son HUNO, de la estudiante de la Escuela de Diseño Angélica Hernández; y KnitBall, de un grupo de estudiantes de la Escuela de Ingeniería conformado por Catalina León, Pía Correa, Javiera Valdés, Fernando Ruiz y Alexander Boutaud. (Crédito fotográfico: Pablo Kohler)

Por noveno año consecutivo, la Universidad Católica ocupa actualmente el N° 1 en solicitudes de patentes en Chile en el ranking del Instituto Nacional de Propiedad Industrial, INAPI. Hasta diciembre de 2023, la UC presentó más de 1100 solicitudes de patentes, obteniendo más de 300 patentes concedidas a los investigadores de la Universidad.

Sin embargo, por primera vez fueron concedidas patentes a inventos desarrollados por estudiantes, de las escuelas de Diseño e Ingeniería. Este hito destaca la importancia de las revelaciones de invenciones y subraya el compromiso de la universidad con la transferencia tecnológica y la creación de soluciones innovadoras que abordan problemas del mundo real, provenientes no solo de su cuerpo académico, sino que también de sus estudiantes.

Los proyectos que han obtenido estas patentes son HUNO, de la estudiante de la Escuela de Diseño Angélica Hernández; y KnitBall, de un grupo de estudiantes de la Escuela de Ingeniería conformado por Catalina León, Pía Correa, Javiera Valdés, Fernando Ruiz y Alexander Boutaud. Ambas invenciones reflejan la capacidad de los y las alumnas para identificar necesidades, y proponer soluciones creativas y eficaces.

HUNO: herramientas innovadoras para bicicletas

Set de herramientas para bicicletas HUNO.
HUNO es un set de herramientas innovadoras que reconfigura el uso de las fuerzas aplicadas en la mecánica de bicicletas, mediante piezas que pueden combinarse, permitiendo dos alternativas de geometría según los requerimientos técnicos y espaciales del usuario. (Fotografía gentileza Angélica Hernández)

El proyecto HUNO es un sistema manual de aplicación de fuerza de torque para bicicletas, que fue concebido para abordar un problema común en talleres: las lesiones y dolencias causadas por la aplicación de fuerza en movimientos repetitivos y malas posturas ergonómicas.

Se trata de un set de herramientas innovadoras que reconfigura el uso de las fuerzas aplicadas en la mecánica de bicicletas, mediante piezas que pueden combinarse, permitiendo dos alternativas de geometría según los requerimientos técnicos y espaciales del usuario. HUNO no solo facilita el trabajo, sino que mejora la ergonomía y reduce el riesgo de lesiones, contribuyendo a un entorno de trabajo más seguro y eficiente para los mecánicos y entusiastas del ciclismo.

“Mi proyecto se enfoca en reducir las lesiones en el ambiente laboral de los mecánicos de bicicletas, a través del diseño de una herramienta que mejora la aplicación y uso de fuerza en el taller, a la cual denomine HUNO”, explica su creadora, la estudiante de Diseño Angélica Hernández Huaman.

La alumna cuenta que en el desarrollo del proyecto “fue clave mi profesor guía, Luis Andueza, quien me presentó el concurso de patentes, así como la dirección de Transferencia y Desarrollo de la universidad, quienes han estado presentes en todo el proceso, y me han guiado para poder llegar a concretarlo. No podría haberlo logrado sin ellos y les estoy sumamente agradecida por presentar este tipo de oportunidades, que permiten transportar los conocimientos y aplicaciones de la academia a la sociedad”.

Con respecto a los próximos pasos, Angélica Hernández comenta que aún “existen muchas aristas que analizar y reconsiderar, así como trabajar arduamente en que esto llegue a la sociedad, especialmente a los usuarios para quienes diseñé”. Asimismo, busca conformar un equipo interdisciplinario: “El trabajar con otras disciplinas vinculadas a los objetivos de esto, fortalecerá el proyecto y lo posicionará como una mejora real en la calidad de vida de quienes lo utilicen”, afirma.

Y destaca la importancia de validar y diseñar para los oficios, “creo que estos son parte fundamental de nuestra sociedad, constituyen un pilar poco abordado y creo que es nuestro deber poner en valor tanto lo que hacen, como el entregar soluciones a problemáticas que ponen en riesgo su continuidad”, concluye.

KnitBall: mejorando la calidad de vida de las tejedoras a crochet

Herramienta KnitBall para tejido a crochet.
KnitBall es una herramienta que gracias a un mecanismo interno rotador que sujeta palillos de crochet de distintos grosores, proporciona un agarre más cómodo y flexible, reduciendo y previniendo dolores articulares y musculares de los usuarios. (Imagen gentileza equipo Knitball)


KnitBall es un dispositivo de ayuda para el agarre de objetos de diámetro reducido, que nace de la falta de implementos ergonómicos adecuados para las tejedoras de crochet, quienes a menudo sufren dolores articulares y musculares debido a las posturas incómodas y la presión ejercida en los dedos.

Esta herramienta incluye un mecanismo interno rotador que sujeta palillos de crochet de distintos grosores, proporcionando un agarre más cómodo y flexible. Al reducir la presión y prevenir dolencias como la artritis y la tendinitis, KnitBall mejora la productividad, y promueve un estilo de vida más saludable y sostenible para las tejedoras.

El proyecto nació como parte del curso para estudiantes de primer año, “Desafíos de la Ingeniería”, donde se busca que los novatos y novatas desarrollen innovaciones orientadas a ayudar a las micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes) del país, en los más diversos ámbitos. “El curso desafía a estudiantes de primer año a pensar y diseñar soluciones creativas que respondan a un tema de interés actual, en este caso a las mipymes que se han visto obligadas a planificar y organizar sus actividades debido a la situación económica”, explica Catalina Cortázar, directora de la iniciativa, en la nota publicada en el sitio web de Ingeniería en 2023

¿Por qué patentar?

Bárbara Ribbeck
"La protección intelectual de los resultados de investigación facilita la transferencia tecnológica, pues reconoce a sus creadores y genera reglas claras para la masificación de las innovaciones (...)", explica Bárbara Ribbeck, subdirectora de Transferencia y Propiedad Intelectual, unidad que se encuentra impulsando el patentamiento estudiantil. (Crédito fotográfico: Nancy Rampaphorn)

Las patentes destacan el valor innovador del trabajo inventivo, y proporcionan un sello de calidad y originalidad. Además, los y las inventoras pueden negociar licencias, con el apoyo de la universidad, con compañías interesadas en la tecnología, generando ingresos y nuevas oportunidades. Asimismo, una patente puede servir como un diferenciador clave en el desarrollo de la carrera profesional del estudiante, demostrando habilidades en innovación y aplicación práctica de conocimientos.

La concesión de estas patentes subraya el impacto tangible de las iniciativas estudiantiles de la Universidad Católica, y el valor de proteger y valorar las invenciones. Este logro refuerza el compromiso de la universidad con el fomento de la innovación y la transferencia tecnológica, empoderando a sus estudiantes para transformar ideas en realidades que beneficien a la sociedad y potencien su desarrollo profesional.

Como explica Bárbara Ribbeck, subdirectora de Transferencia y Propiedad Intelectual de la Universidad, “la protección intelectual de los resultados de investigación facilita la transferencia tecnológica, pues reconoce a sus creadores y genera reglas claras para la masificación de las innovaciones, siendo un incentivo al tiempo y a los recursos económicos destinados al desarrollo de las innovaciones”.

Para los estudiantes que logran proteger sus invenciones, el camino está lleno de posibilidades: pueden emprender creando sus propios startups, colaborar con empresas interesadas en escalar sus soluciones, o continuar desarrollando sus habilidades en investigación y desarrollo. Las patentes no solo protegen las tecnologías, sino que también potencian la capacidad de los estudiantes para generar un impacto en su entorno y proyectarse como líderes en sus respectivas disciplinas.

La concesión de estas patentes es un ejemplo muy concreto del compromiso de la Universidad Católica con la formación de profesionales que, a través de la innovación y la transferencia tecnológica, contribuyen al desarrollo de soluciones que benefician a la sociedad en su conjunto.

Para conocer más sobre el proceso de patentes en la universidad, revisa la Guía Introductoria a la Propiedad Intelectual y Transferencia en la UC
Si tienes un resultado de investigación que quisieras proteger, escribe a transferencia@uc.cl

 

¿Qué hace la dirección de Transferencia y Desarrollo?

Perteneciente a la Vicerrectoría de Investigación, la dirección de Transferencia y Desarrollo (DTD) gestiona la protección, escalamiento y transferencia de resultados de investigación, consolidándose como un actor clave en la vinculación de la UC con sectores tanto públicos como privados, para el desarrollo económico y social de Chile y Latinoamérica.

Hasta 2024, la UC ha solicitado más de 1.100 patentes, de las cuales 337 han sido concedidas y 546 están activas. A la fecha se han creado 37 emprendimientos spin-offs que nacen de resultados de investigación de diversos ámbitos del conocimiento, y se han alcanzado más de 180 acuerdos de transferencia. Recientemente, la DTD está fomentando el patentamiento de estudiantes.


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