Juventud y trabajos voluntarios: un proyecto con claro compromiso público
Iniciativas UC incluyen proyectos de la Pastoral, sociales, culturales, de salud, de educación, de apoyo legal, de construcción y trabajo agrícola, entre otros. Ellas se repiten varios años en las mismas zonas rurales. Según el rector, esto permite que los estudiantes conozcan y establezcan vínculos con los miembros de las comunidades locales.
photo_camera Archivo UC
Hace unos días El Mercurio informaba de las misiones de la UC, que se realizan a lo largo y ancho de nuestro país. Según explica Ignacio Sánchez en una carta que publica este viernes 21 de julio El Mercurio, en esta oportunidad se centran en llevar la palabra del Señor a muchos rincones del país, preparando la venida y dando gracias por la visita del Papa Francisco en enero del próximo año. Los estudiantes que desarrollan los trabajos de la Pastoral, junto con incluir la Misión de Vida visitando hogares, realizan el proyecto Trabajo País, con construcciones de espacios comunitarios, plazas y lugares de encuentro, y también el proyecto Siembra, que incluye a escolares secundarios. Son más de mil quinientos jóvenes de la UC, a los cuales se suma un número cercano a quinientos que pertenecen a más de treinta universidades del país. Este proyecto, dice, complementa a las universidades y les entrega a los jóvenes excelentes herramientas para su formación integral.
Además, los trabajos voluntarios de los estudiantes de la UC incluyen más de mil estudiantes en otros proyectos, -no sólo los organizados por la Pastoral-, ya que hay proyectos sociales, culturales, de salud, de educación, de apoyo legal, de construcción y trabajo agrícola, entre otros. “Algunas de estas iniciativas ya tienen más de treinta años de historia, las que se repiten varios años en las mismas zonas rurales, y así se permite que los estudiantes conozcan y establezcan vínculos con los miembros de las comunidades locales”, sostiene la autoridad. Según señala, este contacto personal es muy enriquecedor. Así, nuestros alumnos están convencidos que al entregar su aporte y creatividad, son ellos los que más aprenden, es decir, son los primeros beneficiados en su formación integral.
Para Ignacio Sánchez, esta es la juventud de Chile que se proyecta a futuro, una que desde las universidades con claro compromiso público quiere conocer la realidad de nuestro país y modificarla. “Una juventud que quiere ser agente de cambio y ser parte del desarrollo de nuestra historia. Es importante apoyar a nuestros jóvenes, dejarle los espacios de creatividad y originalidad y apostar por ellos. Con esta juventud, el destino de nuestro país se ve promisorio. Este es un aporte refrescante que nos hace ver el futuro con esperanza y optimismo”, destaca.
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