Martina Yopo: “El concepto de ‘infertilidad estructural’ habla de una falta de condiciones sociales"
La académica ha abordado el fenómeno de la baja de nacimientos, lanzando recientemente el libro 'Maternidades: desafíos actuales de género, familia y fertilidad´. Tenía ganas de que existiera un libro para hacer sentido de las transformaciones reproductivas que estamos viviendo”.

photo_camera Martina Yopo es Doctora en Sociología de la Universidad de Cambridge. Créditos: Sociología UC.
Cuando a inicios del mes de mayo se realizó el evento de lanzamiento del libro “Maternidades”, editado por la profesora del Instituto de Sociología, Martina Yopo, los organizadores del evento tuvieron que cerrar las puertas antes del inicio porque ya no entraban más personas. El libro, presentado por la Ministra de Desarrollo Social y Familia, Javiera Toro, y Paula Escobar, periodista y escritora, fue publicado por el Fondo de Cultura Económica (FCE) es un trabajo académico, con profunda y exhaustiva investigación sociológica de diversos investigadores e investigadoras, pero su éxito pareciera ser el de un bestseller.
El libro contiene 24 artículos de distintos investigadores e investigadoras los cuales, a través de distintos métodos, investigaciones y cifra, buscan dar cuenta de los distintos desafíos actuales de género, familia y fertilidad, como anuncia el subtítulo del volumen. Uno de los más críticos y que ha derivado en un gran número de entrevistas en distintos medios de prensa es el de la baja natalidad en Chile. Y es que a pesar de que las cifras muestran una tendencia que viene bajando hace varios años en Chile, hoy las cifras son inéditas y catastróficas.
- El tema ha tenido una gran presencia en la prensa últimamente, incluso ha llegado a hacer tema para las candidaturas presidenciales. Pero considerando que las cifras vienen bajando hace tiempo, ¿por qué se ha demorado tanto en aparecer esta problemática?
"En Chile y Latinoamérica las realidades reproductivas han sido otras: maternidades muy tempranas y muy numerosas. Las mujeres se convertían en madres a edades demasiado tempranas, muchas veces durante la adolescencia y tenían demasiados hijos. Eso tenía una incidencia sobre la pobreza de las mujeres y las familias y también sobre el desarrollo del país en general. Los problemas en torno a la reproducción en Chile habían estado asociados a eso: embarazo adolescente, familias muy numerosas y la correlación que tiene con fenómenos como la pobreza.
La baja de natalidad, sin embargo, fue uno fenómeno que se nos vino encima y nadie lo miraba porque de alguna manera era contraintuitivo. La tasa de natalidad está disminuyendo en todo el mundo, pero las tasas tan bajas en general eran de países desarrollados o de ingresos altos. Era contraintuitivo pensar que países de ingresos medios pudiesen tener una transformación tan profunda como esta.
“No lo vimos venir”, como se dice. Yo vengo temas como la postergación de la maternidad hace 10 años buscando generar evidencia empírica sobre esto. Pero cuando volví a Chile algunas personas que trabajan en el tema me decían que ese no era tema, que en Chile el tema era el embarazo adolescente. Toda la investigación y la discusión pública estaba enfocada a ese tema y se dejaron de lado las nuevas tendencias que empezaron a emerger".
- ¿Cómo se relacionan las dimensiones económicas y socio-culturales a la hora de abordar la política pública para enfrentar este fenómeno? ¿Y cómo la política pública puede articular estas dos dimensiones?
"Lo que es interesante y complejo de este fenómeno es que es multicausal. Aquí no hay solo una transformación que esté produciendo este cambio tan profundo y el concepto de ‘infertilidad estructural’ habla de la falta de condiciones sociales, económicas, políticas o ambientales incluso. En Chile desde la década de los 70 venimos viviendo una precarización y privatización de la seguridad social y vemos hoy que el acceso a todos los servicios básicos es un tema muy desafiante para todas las personas. Quienes piensan en tener hijos los consideran especialmente.
La relación entre política pública y cambio cultural es muy compleja. Uno no le puede pedir a la política pública que se haga cargo o responsable de los cambios culturales, pero sí le puede pedir que implemente medidas concretas que permitan avanzar en esa dirección.
La política de sala cuna es un buen ejemplo. El acceso a ellas es clave y es fundamental que sea para ambos padres. Eso tiene que ser un derecho laboral transversal si nosotros queremos que los padres se involucren más en la crianza y cuidado de los hijos. Es clave que exista una institucionalidad que haga ese involucramiento posible".
- Y es interesante cómo esto se relaciona también con la otra idea que abordas en el libro de “parentalidad intensiva”.
"Estamos en un contexto en donde la crianza se ha vuelto una cosa cada vez más exigente. Tú necesitas más recursos económicos para poder ser buen padre, tener una vida buena en un barrio seguro, poder pagar una consulta privada para no hacer cola en el consultorio, pagar un buen colegio para que tu hijo pueda insertarse bien en la educación superior y después en el mercado laboral. El tema económico es muy importante, pero no es suficiente. Sobre todo, si vemos que la frecuencia de países que tienen la fecundidad más baja del mundo no son países pobres. Son países ricos".
- Parte del motor que impulsa este proceso es el consumo y la creación de imaginarios e identidades. ¿Cómo comprendes tú la relación entre parentalidad intensiva y el consumo?
"Yo creo que en un país tan neoliberal como Chile el mercado ha sabido colonizar muy bien estas nuevas formas de ser madre o padre. Hoy supone niveles de consumo muy alto. Finalmente significa que tienes que comprar cosas: comprar cucharas de plástico libres de BPA que son más caras, comprar pollos sin hormonas más caros, por ejemplo. Esto tiene que ver con una forma de cambio cultural y de identidad en la sociedad chilena donde ser es tener. Hay una dimensión que el mercado ha sabido leer muy bien".
- ¿Cómo fue gestándose el libro “Maternidades”?
"Yo sentía que en Chile necesitábamos un volumen actualizado para dar cuenta de las transformaciones actuales en la maternidad en Chile. Había muy buena investigación que hablaba sobre la maternidad, pero de alguna manera aludían al tema históricamente. Por ejemplo, el trabajo de Sonia Montecinos o los estudios de Teresa Valdés o Ximena Valdés. Pero sentía que había que actualizar esta conversación a la discusión actual, a la realidad demográfica que estamos viviendo. La postergación de la maternidad, la maternidad sin pareja, el uso de reproducción asistida y las tensiones que se están produciendo en el ámbito del hogar y la familia con las crecientes aspiraciones y tensiones en torno a la equidad de género.
Tenía ganas de que existiera un libro para hacer sentido de las transformaciones reproductivas que estamos viviendo. Este es un libro muy interdisciplinar: hay sociología, antropología, historia, psicología, trabajo social. De alguna manera son distintos puntos de vista y arenas de investigación de un fenómeno común. Si bien no es un libro sobre tendencias demográficas, yo creo que es una lectura social y cultural imprescindible para entender lo que está pasando".

- Un libro que aborda más métodos cualitativos que permite ahondar en esta grieta que es difícil de comprender sólo a través de tendencias…
"Este libro busca entender las causas y las consecuencias más sociales y subjetivas del fenómeno. Cuando nos preguntamos por qué está descendiendo la natalidad tenemos que entender qué es lo que está pasando en las vidas de las personas que están tomando esas distintas decisiones reproductivas.
Uno de los valores de la investigación cualitativa donde desarrollo no todo, pero sí gran parte de mi trabajo, es que permite acceder a repertorios, registros sociales que están fuera del ámbito de las encuestas porque son aspectos mucho más emergentes. Te permiten una mirada más profunda y densa sobre fenómenos sociales que son complejos. Lo interesante es que este libro hace uso de distintos métodos: hay evidencia empírica y cuantitativa súper rigurosa, pero también hay análisis cualitativo, hay ensayo, temas de redes sociales, por ejemplo".
- El año pasado publicaste un estudio sobre las prácticas de vasectomías en Chile y comentabas sobre una suerte de vacío de investigación sobre los hombres en temas de parentalidad. A propósito de eso, ¿qué preguntas de investigación crees que quedan por plantearse a la hora de pensar la masculinidad dentro de este proceso?
"Creo que es absolutamente clave mirar qué está pasando con los hombres porque son un componente clave en la reproducción y sabemos muy poco sobre el comportamiento reproductivo de ellos.
Hay cifras o indicios preliminares como las cifras de vasectomía que ha aumentado en un 800% por ejemplo. Es clave empezar a pensar cómo los hombres se están entendiendo a sí mismos, cómo están entendiendo ser hombres, qué tanto de serlo se juega en ser padre o cómo también muchos hombres incorporan discursos de mayor equidad de género, pero a la vez se sienten desafiados por esas mayores expectativas, por ejemplo".