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Nuevo director de Finanzas: “Tendremos un sistema que será la base para modernizar la gestión de la UC”


El nuevo director de Presupuesto y Finanzas, Francisco Bravo, describe así el principal beneficio de implementar un software de clase mundial, que permitirá gestionar información clave en la universidad.

El nuevo director de Presupuesto y Finanzas, Francisco Bravo.

photo_camera César Cortés

Con una misión estratégica llegó en marzo Francisco Bravo Hurtado a la dirección de Presupuesto y Finanzas. Este ingeniero comercial de 47 años, casado, padre de mellizos de 7 años y de una niña de 4; que obtuvo un MBA en la UC y un Magíster en dirección y gestión tributaria en la UAI, a comienzos de este año decidió seguir el camino que se abrió con la llamada que recibió de una empresa head hunter, y que lo llevará a liderar un proceso en un terreno en el que tiene bastante experiencia, la implementación de softwares de información financiera y contable, de clase mundial en organizaciones.

En los últimos dos años se había dedicado a desarrollar este tipo de procesos, como consultor independiente. Y antes de eso, había trabajado en empresas multinacionales y nacionales de distintas áreas, como tecnología, industria y periodismo, a cargo de las gerencias de administración y finanzas.

Un ERP, que en sus siglas en inglés corresponde a Enterprise Resource Planning, o Planeamiento de Recursos Empresariales, es una herramienta de gestión de información que automatiza muchas de las prácticas asociadas con aspectos operativos de una organización, donde el núcleo es la base financiera contable que se alimenta de distintos sistemas complementarios con el ERP.

“Un ERP posibilita obtener información de mejor calidad con datos confiables, automatizar tareas, y simplificar la generación de reportes, lo que permite apoyar la toma de decisiones y de este modo realizar una mejor gestión de las distintas unidades de la universidad”, explica Bravo. En el trasfondo, el impacto de implementar este tipo de herramientas en las organizaciones se debe a que se pueden hacer cambios en la forma de administrarlas, y obtener beneficios como simplificar y estandarizar procesos.

Un nuevo software

Actualmente la universidad está en la etapa de evaluar proveedores para definir cuál será el ERP institucional, explica Bravo. La implementación puede demorar dos años o más, dependiendo del alcance, y se realizará por etapas, partiendo por el módulo base que es el financiero contable, y eventualmente continuando con otros módulos, como por ejemplo, administración de proyectos, módulo de compras, por mencionar algunos. La ruta se definirá una vez elegido el proyecto que mayor coherencia tenga con los planes estratégicos de la universidad.

“El mejor provecho de estos softwares de clase mundial se obtiene cuando se usan tal cual vienen estructurados”, asegura Bravo. Es decir, tratando de evitar adaptaciones para resolver situaciones particulares de distintas áreas. Y es que el inconveniente de introducir modificaciones radica en que al personalizar el programa, éste pierde la posibilidad de actualizarse con las mejoras que va introduciendo el proveedor. “Se cierran puentes de actualización y el software queda aislado”. Reconoce Bravo que es necesario hacer esas adaptaciones, pero lo ideal es que sean las menos posible.

Asegura Francisco Bravo que para la implementación exitosa de un ERP institucional, es indispensable contar con un equipo comprometido y experimentado, y que los líderes de las distintas unidades de la organización tengan la convicción sobre la necesidad de dar este salto tecnológico, que se involucren y sean parte de un equipo multidisciplinario. “El escenario ideal es que estén dispuestos a asignar tiempo de sus equipos de trabajo para evaluar y mejorar procesos con la gente que diariamente los desempeña”.

Otro desafío que también asumirá Francisco Bravo en su cargo como Director de Presupuesto y Finanzas, es potenciar la visión de ésta dirección en cuanto a proveer servicios compartidos para las demás unidades que integran la universidad. “Contabilidad, informática y tesorería ya están en esta lógica, y la integración se puede aplicar también al control de gestión, compras y cobranzas. Hay que avanzar en el tema de los servicios compartidos, especializando las funciones y obteniendo eficiencias”.


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