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Proyectos con la misión de servir


Más allá de lo que se vive en las aulas de la universidad, el proyecto educativo de la UC busca que las personas que se han formado acá “tengan una visión amplia del mundo, valores sólidos y que sean capaces de pensar críticamente”. Liderazgo positivo, vocación de servicio, capacidad de trabajar en equipo y orientados a la excelencia son algunos de los atributos que muchos exalumnos traspasan a la sociedad.

Recopilados para la edición aniversario RU 100 años, se presenta una pequeña muestra de las iniciativas transformadoras que siempre han ocupado un lugar destacado en la historia de la Revista Universitaria.

El objetivo es que su mensaje permee al país y al mundo.

Algramo: La compra inteligente

Lentejas, arroz, porotos y detergente. Estos son productos de primera necesidad que ahora pueden ser adquiridos a la medida de cada familia, con un ahorro significativo en los costos. Algramo ha diseñado un sistema de dispensadores, moderno y sustentable que ha logrado rescatar el pasado de oro de los almacenes de barrio.

José Manuel Möller, ingeniero comercial de la UC que encabeza la iniciativa, explica: “Pude detectar que comprando en pequeños formatos pagábamos hasta un 30% más por los productos básicos y esto se traducía en que, por un lado para las empresas esos tamaños eran más rentables, por lo que no tenían incentivo a innovar y, por otro lado, las familias que tenían menos ingresos pagaban más por sus productos del día a día”. 

Recientemente el equipo de Möller ha implementado un nuevo emprendimiento. Se llama Alcom, pues su concepto es el de almacenes comunicados que vendan Internet a los vecinos. Su objetivo es llevar el servicio a las denominadas “zonas rojas” de Santiago, donde ninguna compañía grande quiere llegar. Todo mediante planes de prepago a bajo precio y sin contratos.

Fundación Astoreca: Educando para el desarrollo

La Fundación Astoreca fue instituida en 1989 en memoria del ingeniero civil UC Marcelo Astoreca, quien murió en un accidente automovilístico a los 34 años. Su legado impulsó a un grupo de alumnos de Ingeniería civil de la UC a crear esta institución, para promover lo que su compañero y amigo siempre había defendido: la formación de los más desfavorecidos.

La organización tiene la premisa de que los problemas sociales no se resuelven solo con más recursos, sino que es imprescindible una buena gestión y mejoras en la organización general del sistema educativo. En la actualidad, cuenta con dos mil alumnos que estudian en sus tres establecimientos: el Colegio San Joaquín de Renca, el Colegio San José de Lampa y el colegio San Juan de Lampa.

Pelayo Larraín, director de la Fundación, cuenta que el primer y principal objetivo que se propusieron fue dar una buena formación y mayores oportunidades a un grupo de niños de escasos recursos, pero con la perspectiva de impactar en el contexto global de la enseñanza del país. 

Larraín señala que la Fundación Astoreca no es una obra social, sino un proyecto educacional basado en que una buena formación académica puede marcar la diferencia en el futuro de un niño y que la calidad de la enseñanza condiciona las posibilidades de desarrollo de un país.

Enseña Chile: Devolviendo la esperanza

Esta organización se remonta al año 2007 cuando Tomás Recart, ingeniero civil UC –junto a los ingenieros UC Verónica Cabezas, Susana Claro y Claudio Seebach, el psicólogo educacional Francisco Lagos y la licenciada en Ciencias Económicas y Administrativas, Bárbara Agliati– creó la versión chilena de Teach for America. Esta es una ONG norteamericana cuya misión es contribuir a eliminar la inequidad en la educación a través de la inserción de los mejores profesionales del país a las aulas con mayor carencia. 

“La misión de Enseña Chile es construir un movimiento de líderes, de diversas áreas y pensamientos políticos, que luego de abrir oportunidades a sus estudiantes en colegios vulnerables adquieren la convicción y perspectiva necesaria para disminuir la brecha educacional del país, desde distintas áreas de influencia”, explica Recart, director ejecutivo de Enseña Chile. 

“Nosotros seleccionamos, formamos y acompañamos a profesionales de todas las áreas para que hagan clases en colegios vulnerables. Y planteamos dos cosas fundamentales: que no cualquiera puede dirigir un grupo, por mucho que sea un gran alumno, y que el desafío es tremendo, ya que nuestros profesionales van a escuelas donde el estudiante ha perdido la esperanza, donde todos le han dicho que no puede aprender”, agrega.

Fundación Leche para Haití: Para superar la desnutrición

La exalumna de Medicina UC Carmen Lagos vivió medio año en Haití en 2007. Allá tuvo que sobreponerse al impacto de ver cómo niños pequeños se enfermaban producto del hambre. De regreso a Chile, creó la Fundación Leche para Haití que reúne fondos para enviar alimentos al país más pobre de América.

“La mayoría de los menores de seis meses no recibe lactancia materna exclusiva. Una de las causas principales es la falta de educación: las madres suelen iniciar una alimentación complementaria al mes o a los dos meses de vida del niño. No es raro encontrarse con guaguas de dos meses que reciben como comida principal arroz con porotos. Pero otras de las causas más importantes son la anemia y la desnutrición materna”, relata. 

Desde fines de 2008, Leche para Haití está realizando envíos de leche, vitaminas y medicamentos a la Klinik en Puerto Príncipe, ayudando a alrededor de 400 niños. 

Coaniquem: Medicina al servicio del niño quemado

Jorge Rojas Zegers estudió Medicina en la UC y guitarra clásica en la Universidad de Chile. Ha hecho confluir todas las pasiones de su vida hacia su gran obra, Coaniquem, el centro de rehabilitación de niños quemados más importante de América Latina, del cual es fundador y presidente. 

La inspiración se la dio un golpe de realidad en 1976: estaba trabajando en el Hospital Roberto del Río cuando llegó José Contreras, un niño de seis años que tenía el 68% de su cuerpo quemado, lo que le ofrecía un 1% de posibilidad de sobrevivencia.

Comenzó con mucha ilusión. “Quería hacerlo en un barrio pobre, cercano a los cruces de carreteras y al aeropuerto”, relata. En 35 años, COANIQUEM, ha atendido en forma integral y gratuita a más de 100 mil niños y jóvenes 

“De la UC recibí una muy buena formación como médico general; también valores de respeto a la persona y de ver a Jesucristo en los demás. Por eso en Coaniquem hemos creado un modelo de atención que se caracteriza por tener en su centro al niño quemado, considerado en su integridad como persona”. 

Plagio: Palabras en la ciudad

Su pasión por la poesía los llevó a cantar poemas en los patios de la UC, a crear una revista literaria y luego “Santiago en 100 palabras”, certamen de relatos de gran éxito en el país y que ha sido imitado en distintos espacios. Fruto de ese entusiasmo nació el proyecto Plagio, hoy una fundación cultural que tiene a los exalumnos Carmen García, Sylvia Dümmer e Ignacio Arnold, viviendo y trabajando en lo que siempre les gustó.

Plagio, cuenta con un equipo de 11 personas, incluyendo a los tres socios fundadores y directores. Ha expandido su idea a otras regiones del país (Antofagasta, Iquique y Concepción), además de lanzar nuevas competencias en los ámbitos de la fotografía y el cortometraje, y gestionar instancias educativas o culturales para entidades de la talla del Banco Central, el Mineduc y el Sernac. En definitiva, más de 20 proyectos en un espacio de 15 años.

Probono: Justicia para todos

Un grupo de exalumnos de Derecho UC creó, el año 2000, la Fundación Pro Bono con el firme propósito de contribuir a mejorar el acceso a la justicia a través del voluntariado profesional de abogados. De esta forma, se ha tendido un puente con aquellas personas u organizaciones que han visto vulnerados sus derechos o requieren profesionalizar su labor.

Este proyecto no trata de reemplazar a la Corporación de Asistencia Judicial, enfatiza este abogado UC, sino de “escoger casos emblemáticos en áreas donde ninguna otra organización trabaja”. De ahí que la fundación esté trabajando para que las personas sordas puedan contar con un traductor de lenguaje de señas en los juicios. 

Lea la RU 100 años.
 

INFORMACIÓN PERIODÍSTICA

Recopilación de Virginia Soto Aguilar, periodista, msotoagu@uc.cl


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