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Columna del Rector: Una crisis descentralizada


Para el rector, lo que se está jugando hoy en esta crisis es un nuevo orden, donde hay que corregir lo que no vimos, las falencias y los aspectos negativos, pero también retomar las cosas valiosas que teníamos en nuestro país y que, sin duda, están presentes en las personas, el entorno y la cultura que conforman nuestro incomparable territorio.

Hay una parte del estallido social del cual hemos sido testigos las últimas semanas que se arraiga en lo más profundo del territorio nacional. Más allá de los destrozos evidentes y de la violencia que hemos visto desplegada en las calles de todo Chile, el rector Ignacio Sánchez sostiene que ha habido también un abandono sistemático de nuestra identidad local. De nuestros pueblos originarios y de la riqueza de las personas y la geografía que se expresa mucho más allá de la urbe capitalina. Así lo señala la autoridad en una columna que publican diarios regionales este 30 de noviembre.

Como institución hemos estado presentes desde hace ya varios años en las regiones del país, a través de nuestros centros de investigación de Alto Patache, Las Cruces, Chiloé, Bahía Exploradores, Punta Arenas y Puerto Williams, además del Campus Villarrica de la Universidad Católica, en un trabajo permanente con la biodiversidad de cada espacio y sus comunidades locales.

Pero debemos aspirar a más, según Ignacio Sánchez. Debemos aprender a escuchar lo que las culturas ancestrales del país tienen para aportar de cara al futuro. Ellos son un ejemplo de lo que nos gustaría tener hoy en términos de conservación de tradiciones. Ellos sí tenían una armonía con la naturaleza en la manera de entender su rol de proveedora de los bienes que el ser humano necesitaba y forjaron una relación que hoy cabría en la etiqueta de la sustentabilidad de la cual habla el Papa Francisco en Laudato Sí, en la cual la sociedad no actúa como depredadora del medioambiente, sino en una sinergia positiva con lo que la rodea.

“El gobierno, los políticos, los empresarios, las universidades y las distintas instituciones tenemos que fortalecer nuestra capacidad de integración para consolidar una democracia duradera”, comenta. Es urgente relevar el valor de las regiones y, más ampliamente, fortalecer el vínculo que existe entre el Estado y las numerosas tradiciones que ahí sobreviven, con dificultad, por el marcado centralismo que nos ha caracterizado.

Agrega también que nos encontramos viviendo un proceso histórico vinculado al desgaste de un sistema en el cual una gran parte de la ciudadanía fue excluida del desarrollo y la prosperidad. “Reconstruir una nación con otros valores y en la cual la dignidad y la equidad no queden nunca más en segundo plano, implicará sin duda el reconocimiento de la identidad que cada rincón del territorio aporta y la brecha que existe para que podamos hablar de un Chile menos segregado”, dice.

Destaca que como universidad hemos intensificado estos días una discusión sobre la transferencia de conocimientos a la realidad nacional; en cómo estamos considerando las verdaderas necesidades del país en las investigaciones que estamos haciendo y cómo desde cada lugar surgen las propuestas para trabajar en conjunto.

Finalmente, subraya que “lo que se está jugando hoy en esta crisis es un nuevo orden, donde hay que corregir lo que no vimos, las falencias y los aspectos negativos, pero también retomar las cosas valiosas que teníamos en nuestro país y que, sin duda, están presentes en las personas, el entorno y la cultura que conforman nuestro incomparable territorio”.


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