A 80 años de Hiroshima y Nagasaki: memorias, reflexiones y un llamado a la paz
Ocho décadas después de los bombardeos atómicos que marcaron un antes y un después en la historia, el Centro UC para el Diálogo y la Paz y la Embajada de Japón reunieron a expertos, autoridades y estudiantes para reflexionar sobre el riesgo nuclear en un mundo en tensión. Voces desde Chile y Japón coincidieron en un mismo mensaje: nunca más.
photo_camera Como parte de la conmemoración, la Biblioteca de Humanidades del Campus San Joaquín alberga una exposición fotográfica enviada por la Fundación de Cultura y Paz de Hiroshima. Créditos: César Dellepiane.
A las 8:15 de la mañana del 6 de agosto de 1945, Hiroshima quedó en ruinas tras la explosión de la primera bomba atómica. Tres días después, Nagasaki sufriría el mismo destino. Ocho décadas más tarde, el recuerdo de esas tragedias sigue presente, especialmente cuando la amenaza nuclear reaparece como un riesgo latente en la escena internacional.
En este contexto, el miércoles 7 de agosto el Centro UC para el Diálogo y la Paz, junto a la Embajada de Japón, organizó el seminario “Reflexiones a 80 años de Hiroshima y Nagasaki: Una mirada desde Chile”. La actividad reunió a autoridades, académicos y estudiantes para reflexionar sobre el rol de Chile en el desarme nuclear, la responsabilidad compartida ante esta amenaza y la importancia de la memoria histórica.
La jornada, realizada en el auditorio de la Facultad de Historia, Geografía y Ciencia Política, contó con la presencia del rector Juan Carlos de la Llera; la embajadora de Japón, Ito Takako; el vice Gran Canciller de la UC, padre Osvaldo Fernández de Castro; la vicerrectora de Asuntos Internacionales, MariaMontt; y el director del Centro UC para el Diálogo y la Paz, Patricio Bernedo. Entre el público, estudiantes del Liceo 7 de Providencia, el Colegio San José de Chicureo y el Colegio Saint George.
El rector UC subrayó la importancia de que la universidad promueva la paz y el entendimiento global, sobre todo en un escenario internacional convulso: “Lo que vivió Japón en la Segunda Guerra Mundial debería interpelarnos y movilizarnos a todos. Si hay algo que estamos obligados a hacer como sociedad global es aprender de nuestra historia, pero sobre todo de nuestros errores. En momentos donde el diálogo se interrumpe y la violencia se normaliza, encuentros como este son un llamado ético urgente a construir futuro desde la memoria”.
“Lo que vivió Japón en la Segunda Guerra Mundial debería interpelarnos y movilizarnos a todos. Si hay algo que estamos obligados a hacer como sociedad global es aprender de nuestra historia, pero sobre todo de nuestros errores. En momentos donde el diálogo se interrumpe y la violencia se normaliza, encuentros como este son un llamado ético urgente a construir futuro desde la memoria”.
En la misma línea, la embajadora Ito Takako advirtió que, al conmemorar el bombardeo atómico, surge una pregunta inevitable: “¿Hacia dónde se dirige el mundo?”, recordando conflictos actuales como la guerra en Ucrania, la tensión en Oriente Medio y el deterioro de la seguridad en Asia Oriental. Para ella, esta reflexión colectiva envía un mensaje claro: un rotundo “no” a las armas nucleares y un firme deseo de paz desde la universidad y desde Chile.
El director del Centro UC para el Diálogo y la Paz, Patricio Bernedo, destacó la necesidad de formar agentes de paz: “Para nuestra universidad y su centro es fundamental luchar por la paz, prepararnos para que nunca más volvamos a vivir lo que padecieron, de manera tan terrible, los habitantes de Hiroshima y Nagasaki hace 80 años”.
Reflexiones desde Nagasaki
El eje central de la actividad fue la conferencia magistral “80 años después de Hiroshima y Nagasaki: reflexiones sobre las armas nucleares en el actual contexto internacional y las acciones de Japón para el desarme nuclear”, dictada desde Japón por el académico Nishida Michiru, de la Universidad de Nagasaki.
El experto abordó las consecuencias humanitarias del bombardeo, el panorama actual de las armas nucleares y las estrategias para enfrentarlo. Advirtió que vivimos en una “era de expansión nuclear”, donde Estados Unidos enfrenta por primera vez a dos potencias nucleares: China y Rusia.
También analizó el Tratado de No Proliferación de Armas Nucleares (TNP), destacando sus metas —prevenir la proliferación, promover el uso pacífico de la energía nuclear y lograr el desarme—, pero cuestionando su eficacia por la falta de un cronograma, obligaciones de negociación y el lento progreso, lo que genera desigualdad e inestabilidad.
Voces por la paz
“Milagrosamente, sobreviví. Al igual que otros sobrevivientes, rechacé semejante violencia contra la humanidad y me convencí de que ningún otro ser humano debería sufrir jamás un horror así”, dijo Setsuko Thurlow, sobreviviente de Hiroshima a los 13 años, quien ha dedicado su vida a la causa del desarme nuclear.
Sus palabras dieron paso a un panel de conversación con el académico y Premio Nacional de Ciencias Exactas 2005, Rafael Benguria; la coordinadora del Centro UC para el Diálogo y la Paz, Valentina Alarcón; y el embajador y consejero del Centro UC de Estudios Internacionales, Pablo Cabrera, quien destacó: "No hay nada más popular que la paz, pero nada más difícil que alcanzarla. El trabajo que hace el Centro UC es permanente y arduo: no hay que rendirse frente al terror y el horror”.
Como parte de la conmemoración, la Biblioteca de Humanidades del Campus San Joaquín alberga una exposición fotográfica enviada por la Fundación de Cultura y Paz de Hiroshima, que busca transmitir al público los efectos y la memoria de los bombardeos, recordando que Japón sigue siendo el único país que ha sufrido ataques nucleares.
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