Aprender a enseñar: la importancia de la docencia en la educación continua chilena universitaria
En un contexto laboral cambiante y competitivo, surgen interesantes preguntas sobre los conocimientos y habilidades que los estudiantes y trabajadores necesitan para la segunda mitad del siglo XXI: sobre todo cómo transmitir estos conocimientos para transformar las clases en un espacio de aprendizaje activo, que genere colaboradores más preparados y con mejores oportunidades de empleo.
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A medida que la sociedad cambia, los modelos educativos también lo hacen, adaptándose a la realidad y la necesidad de cada época. Si nos remontamos a la prehistoria, el modelo educativo dependía predominantemente de la figura materna, quienes se encargaban de toda la enseñanza. En la época actual, podríamos decir que todo es enseñanza gracias al cambio derivado de la tecnología y las posibilidades que ofrece su integración en las aulas.
Pero, ¿cuál es la importancia del aprendizaje hoy? El derecho a la educación ha estado relacionado siempre con los niños, sin embargo uno de los principios fundamentales que sustentan la declaración de los derechos humanos es la universalidad y que toda persona tiene derecho a la educación, sin importar su edad.
El director académico de Educación Continua de la UC, Fernando Bas, destacó que a diferencia del sistema antiguo donde una persona podía trabajar toda la vida en una sola ocupación y basar todo su trabajo en un título profesional, en la actualidad ha surgido un nuevo sistema donde es posible comenzar una y otra vez distintas labores: “Con la rotación de trabajos que va a venir más adelante, es un deber ir aprendiendo nuevas destrezas, competencias y habilidades para ir avanzando en los diversos tipos de trabajo que siguen”.
El concepto de aprendizaje para toda la vida fue uno de los tópicos que tomó fuerza en la conferencia “Imagine a better world, a Global Education Conference”, que se realizó en julio en Seattle, Estado Unidos, por Amazon. En la instancia se discutieron oportunidades en el mundo de la educación y el uso de aws (nube) para desarrollar soluciones innovadoras.
“Lo que va a pasar es que el diploma que tengas ya no va a importar y será reemplazado por un portafolio de conocimientos. Por ejemplo, parte con un certificado en resolución de problemas de negocios que lo da una universidad en Australia con modalidad online; sigue con un certificado en sistemas ágiles de trabajo; después con un curso de español con Coursera y por último un curso de Data Analytics. Es muy interesante porque a las empresas en Norteamérica ya no les está importando qué título tienes, sino qué hiciste después y qué competencias manejas en distintas cosas”, complementó Bas.
“Ahora se hace necesario que los profesionales amplíen sus aptitudes, pues esto se traduce en mayores posibilidades de desarrollo laboral. Y esto se logra con una formación permanente de los profesionales y trabajadores; es la mejor vía para integrar nuevos conocimientos y mantenerse actualizado”, aseguró la directora de Educación Continua UC, Margarita Guarello.
Docentes más capacitados
Según estudios de la Red Universitaria de Educación Continua, al 2018 existían 5.283 docentes que se dedican a enseñar materias de programas de diplomados en nuestro país. “Dado que en estos programas los estudiantes no solo aprenden nuevos conocimientos, sino que habilidades y competencias, los docentes tienen que estar innovando sus prácticas docentes para lograr los aprendizajes que requieren las personas para el trabajo”, contó Guarello.
De estos cinco mil docentes, 53% son de planta académica interna y el 47% son externos o docentes invitados. “En nuestro caso, en la Universidad Católica, gran parte de los profesores de educación continua son externos. Se trata de profesionales que son muy destacados en su área, pero que no pertenecen a la universidad. Es por esto que estamos desarrollando iniciativas para medir sus capacidades y potenciarlas”, destacó.
Fernando Bas anunció una serie de iniciativas para poder reconocer la actividad académica en educación continua en la UC. Una de ellas es la realización de una rúbrica con la que se medirá a los docentes y que incluirá la evaluación de tópicos como calidad de la docencia, compromiso y aporte al plan de desarrollo tanto de la unidad académica como la universidad. Además, la creación del libro “Prácticas docentes en educación continua universitaria”, que contendrá diversas reflexiones sobre las mejores prácticas y metodologías aplicadas en educación continua en la UC, además de otras universidades chilenas y extranjeras.
