El simio que se convirtió en el mejor amigo de pequeños pacientes de Oncología de Red Salud UC Christus

La leucemia es el cáncer más frecuente en los niños, siendo la del tipo B la que tiene hasta un 95% de sobrevida en niños menores de 10 años. Entre los otros cánceres que se les presenta a este grupo están el de linfoma y el cerebral. “En términos de sobrevida depende mucho del tipo de cáncer, la respuesta del tratamiento, la diseminación y del subtipo histológico”, explicó la hemato oncóloga pediátrica UC, María Angélica Wietstruck.

El tratamiento de un niño con cáncer parte con seis meses muy intensos y dos años de quimioterapia hasta terminar con quimioterapia oral. “Hay una diferencia en el tratamiento de los adultos y adultos mayores versus el de los niños, los pequeños resisten muchas más dosis de quimioterapia que un adulto”, agregó Isabel Valles, psicóloga psicooncóloga de la unidad de Oncología Pediátrica de Red Salud UC Christus.

La historia

En el segundo semestre de 2018 se testeó en esta unidad médica UC el proyecto “A la quimio con mi simio”, un kit que viene en una mochila y contiene un libro, un cuaderno de actividades y un peluche hipoalergénico. El que se entregó a pequeños pacientes de 4 a 8 años con distintos tipos de cáncer y que reciben tratamiento de quimioterapia. “La iniciativa fue creada por la diseñadora Sophie Traeger. Se trata de un material lúdico de acompañamiento que facilita el proceso de adaptación a la enfermedad”, dijo Valles.

La psicooncóloga UC participó activamente en el proceso de edición del contenido del libro, que narra la historia de un simio que vivía en la selva, que se enferma de cáncer y debe enfrentar el proceso de tratamiento. “Lo ocupo como herramienta de trabajo para explicarles a los niños sobre la quimioterapia, los efectos que produce, por qué se les va a caer el pelo, por qué se van a sentir mal si es un remedio y se supone que los remedios alivian. Todo con un lenguaje realista, pero a la vez acotado para este rango etario”, explicó la experta.

El libro cuenta con páginas interactivas en las que los pacientes pueden cambiar, por ejemplo, el estilo de cabello del simio hasta que se le caiga. “Trae una ruleta de emociones, que fue algo que creamos en conjunto con Sophie, que muestra las distintas emociones por las que puede pasar el simio durante el tratamiento. A través de ella, validamos que los niños pueden sentirse tristes, enojados, frustrados y también les transmitimos que van a haber momentos buenos”, señaló.

El simio amigo

El principal elemento de este kit es un simio de peluche, hecho de material hipoalergénico, que tiene un punto rojo en el pecho, simulando el cateter que tienen los pacientes del área Oncológica Pediátrica UC y que les sirve para recibir el tratamiento.

Como parte de este testeo, su creadora entregó 20 unidades a Red Salud UC Christus, las que fueron repartidas a los pacientes, que convirtieron al simio en su mejor amigo y compañero fiel para asistir a sus tratamientos. “Los personalizan, los visten con distintos vestuarios y bautizan con nombres. Incluso, les cortan el cabello cuando a ellos se les cae. Desde el aspecto psicológico, el simio funciona como un objeto transicional de apego que tienen los niños cuando están ante situaciones muy amenazantes. Su creadora quiso que fuera un simio para que el paciente lo personalice, le ponga nombre y sexo”, comentó Valles.

Todo el personal médico de esta unidad participa en la dinámica del simio. “Las enfermeras les siguen el juego a los niños, les dicen ‘ya pongámosle el parche al simio, cómo se ha sentido y por qué no lo trajiste y se quedó en casa’. Es muy importante que todo el personal también sepa que existe este material, que lo están usando y que podamos seguir un poco el juego del niño para ayudarlo”.

El kit incluye un cuaderno de actividad, pensado en hospitalizaciones largas. “El paciente puede dibujar distintos tipos de cabellos cuando se quedó sin cabello o cambiarle de ropa a sus enfermeras. Permite que el niño se entretenga cuando está aburrido y cambie el foco de atención de lo que le produce dolor”, agregó la profesional UC.

Apoyo parental

Isabel Valles comentó que entre los papás de los pacientes la iniciativa ha tenido muy buena acogida. “Ellos agradecen la herramienta del cuento, que los niños les pidan que se los lean una y otra vez, ha sido un gran apoyo para ellos, porque también logran transar ciertas cosas con ellos. Por ejemplo, que tomen sus remedios diciéndoles que al simio le pasó, se tomó el remedio y se mejoró”.

Valentina Ibáñez es mamá de Josefa, de 4 años, quien fue diagnosticada con leucemia y bautizó a su simio con el nombre de “Mono Matías”. “Ha sido muy importante en el proceso de la enfermedad de la Josefa, ella lo recibió cuando teníamos recién 3 semanas de tratamiento y desde el primer día tuvo un contacto, un feeling especial con él”, dijo.

“Ella no sólo está con él en la quimioterapia, sino que lo lleva a todos lados, es un compañero del día a día, en actividades tan simples como disfrazarse se disfraza con él. Cuando no podía comer ciertos alimentos, con el Mono Matías y con el juego, Josefa aprendió qué cosas no podía hacer. Ayuda mucho a los papás que estamos viviendo esto, nos ayuda a explicarles a los niños el cambio de vida que uno tiene”, agregó Ibáñez.

Isabel Valles adelantó que gracias a un fondo que obtuvo del Centro del Cáncer UC la unidad contará con 30 unidades más de este kit “A la quimio con mi simio” para sus pacientes.

Conoce más de esta iniciativa y dona más simios a pequeños con cáncer aquí: https://www.junglestudio.org/