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Gato güiña cambia su estado de conservación de Vulnerable a Preocupación Menor


El análisis, encargado por el grupo de especialistas de felinos de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza IUCN, en el que participó el investigador de CEDEL UC Nicolás Gálvez, quien toma con cautela el resultado, afirmando que más que una “mejora real” de la especie, se evidencia un avance en el conocimiento científico y en la calidad de los datos disponibles, que permite realizar una clasificación más certera.

Gato güiña

photo_camera El análisis se enfocó en seis grupos geográficos relevantes donde habita el gato güiña, considenrando en total un área de estudio de 246 mil km2 y de 105 mil km2 como espacio de ocupación. (Crédito fotográfico: Jerry Laker)

Tras un detallado análisis, el gato güiña, felino endémico de Chile y Argentina, cambia a partir de octubre de 2025, su estado de conservación de Vulnerable a Preocupación Menor, de acuerdo a las categorías definidas por la Lista Roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN).
 
“Esto no significa, necesariamente, una mejora en la especie”, advierte Nicolás Gálvez, investigador del Centro UC de Desarrollo Local – CEDEL UC y profesor del Campus Villarrica UC, quien participó en el estudio. 
 
Este cambio es posible gracias a la reevaluación que se realiza del felino tras diez años desde su último análisis. Desde 2015, la especie ha contado con una mayor cobertura y mejor calidad de la investigación desarrollada, “tanto en el conocimiento sobre la ecología de la especie en distintos usos de suelo, como también sobre los cambios en el hábitat durante los últimos veinte años”, comenta el investigador.
 
De esta forma, el análisis descarta una “mejora real” en el estado de conservación, y apunta, más bien, a un avance en el conocimiento científico y en la calidad de los datos disponibles.

Análisis geográfico

El análisis se enfocó en seis grupos geográficos que han sido reconocidos y estudiados como relevantes para la estructura poblacional del gato güiña en la literatura. Estos se ubican en la zona Norte, compuesto por las regiones de Coquimbo, Valparaíso, Metropolitana y O’Higgins; otro grupo en la zona Centro, compuesto por las regiones del Maule, Ñuble y Biobío; luego el grupo denominado “Los Lagos”, que abarca las regiones de La Araucanía, Los Ríos y Los Lagos; los territorios de Chiloé, Aysén y un grupo en Argentina, compuesta por las provincias de Chubut, Neuquén y Río Negro. Esto corresponde a una extensión total de 246 mil km2 y un área de ocupación de 105 mil km2.

Gato güiña en un bosque
El análisis se enfocó en seis grupos geográficos, que van desde las regiones de Coquimbo, Valparaíso, Metropolitana y O’Higgins, por el norte, hasta Chiloé y Aysén por el sur, además de Argentina, incluyendo las provincias de Chubut, Neuquén y Río Negro. (Crédito fotográfico: Nicolás Gálvez)

 
Además, y por primera vez, se incluyó el uso de suelo de plantaciones forestales y paisajes agrícola del sur de Chile. “Durante la última década hemos contado con abundante evidencia de la ocurrencia de la especie en estos lugares”, explica el académico. 
 
De esta forma, el estudio propone que la güiña está compuesta por una población que, en su estimación mínima, superaría los 26 mil ejemplares, mientras que en su estimación máxima alcanzaría los 101 mil individuos maduros. 

Lista Roja

La Lista Roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN, por sus siglas en inglés), es un instrumento fundado en 1964 que busca ser un barómetro del riesgo de extinción de especies a nivel mundial. La Lista analiza el estado de conservación de especies animales, hongos y plantas, y se ha convertido en un importante referente en el riesgo de extinción de más de 169 mil especies evaluadas. 
 
Este instrumento contempla distintas categorías, que estiman el nivel de riesgo de cada especie. De ellas, son tres las que plantean un estado de amenaza para la especie: En Peligro Crítico, En Peligro y Vulnerable. 
 
Por otro lado, la categoría donde queda recategorizada la güiña, Preocupación Menor, plantea que la especie se encuentra fuera de amenaza y que no cumple con los criterios de evaluación planteados para aquellas categorías que implican un mayor riesgo.

Criterios de evaluación

“Para las estimaciones de población se ocuparon los valores más conservadores”, explica Nicolás Gálvez. Uno de ellos es el número de individuos estimados. Para la categoría Vulnerable, la lista plantea que la especie debe estar en el umbral de los 10 mil individuos, encontrándose la güiña con una estimación inferior que supera los 25 mil individuos. 
 
Por otro lado, el estudio arrojó que del 2000 al 2022, el hábitat de la especie ha disminuido en un 4% con una tasa anual de 0,2%. “Para que sea clasificado como Vulnerable, tendría que haber una reducción de 30% en 18 años”, explica Gálvez.  

Gato güiña entre las rocas
El estudio arrojó que del 2000 al 2022, el hábitat de la especie ha disminuido en un 4% con una tasa anual de 0,2%. (Crédito fotográfico: Eduardo Minte)

 
Los valores considerados en el estudio buscan hacerse cargo de la incertidumbre que existe al momento de realizar el trabajo de campo, “para estar alineados con un principio precautorio y así no estar sobrestimando la población”, agrega el investigador.

Territorios críticos

Según el análisis realizado por el equipo de investigación, cada grupo geográfico plantea diferentes desafíos. Así, el estudio realizado, además de considerar un cambio de categoría de la especie, identifica territorios donde esas poblaciones se encuentra en un estado crítico. 
 
Se trata de la Zona Norte, Centro y las provincias argentinas identificadas. En las dos primeras, es clave el rol de los remanentes de bosque esclerófilo, y acciones de conservación y prevención de incendios.
 
De la misma forma, se puede reconocer a individuos del sur de Chile como poblaciones clave para el resguardo de la especie, cuyo cuidado, a través de distintas medidas que se sostengan en el tiempo, se vuelve fundamental. 
 
“Como la protección de bosque nativo, fragmentos en paisajes agrícolas, regularización de las parcelaciones, mitigación de atropellos y tenencia responsable de mascotas, particularmente de gatos”, sentencia el investigador.

Análisis histórico

El análisis realizado también buscó aplicar, por primera vez sobre esta especie, el Estado Verde de la IUCN, rúbrica que mide la disminución de su población tomando como hito inicial un punto histórico de referencia. 
 
En este caso, para el análisis se consideró como punto de referencia mediados del siglo XIX, específicamente 1850, año desde el cual se puede evidenciar la expansión agrícola para la producción de trigo y políticas de quema, militarización y colonización europea que modificaron gran parte de la distribución de la güiña. 
 
En concreto, en este análisis la especie resultó con un porcentaje de disminución de un 67%, lo que se considera como moderado. El legado de conservación sería medio, lo que supone que, sin las medidas de conservación tomadas durante las últimas décadas, como protección de hábitats, prevención de incendios y educación ambiental, la especie podría estar en peligro o incluso extinta en zonas como el norte y centro de Chile. 
 
Sin embargo, existe incertidumbre en el potencial de recuperación de la especie a 100 años. Debido a factores como el cambio climático y el aumento en la densidad humana, catalogan esta proyección como indeterminada.
 
Aun así, el estudio asegura que, si se da continuidad a las acciones de conservación, cinco de las seis unidades geográficas identificadas para la güiña podrían entrar en un estado de conservación óptima.

Gato güiña en la noche
Existe incertidumbre en el potencial de recuperación de la especie a 100 años, debido a factores como el cambio climático y el aumento en la densidad humana. (Crédito fotográfico: Nicolás Gálvez)

El equipo

El análisis, realizado en el marco de la Lista Roja y encargado por el grupo de especialistas de felinos de la IUCN, es producto de un trabajo de dos años realizado por un equipo de investigadores e investigadoras compuesto por Nicolás Gálvez junto a Constanza Napolitano, de la Universidad de los Lagos; Felipe Ibacache, del Wildlife Ecology and Coexistence Lab., del CEDEL UC; Ilaria Agostini, del CENAC del Parque Nacional Nahuel Huapi, Argentina, y miembro del Grupo de Ecología y Conservación de Carnívoros de la Patagonia; y Patricio Pliscoff del Centro de Estudios Territoriales de la Universidad de los Andes, Chile. 
 
El análisis que permitió determinar el Estado Verde de la güiña fue realizado por Nicolás Gálvez, Constanza Napolitano, Ilaria Agostini y Patricio Pliscoff, junto al miembro de la IUCN Cat Specialist Group, Elliot Carlton.


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