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Innovación UC promueve ejercicio terapéutico en mujeres con cáncer de mama


Una guía pionera desarrollada por un equipo liderado por la académica Karol Ramírez, de la Escuela de Ciencias de la Salud de la Facultad de Medicina, está transformando el manejo de la actividad física en mujeres diagnosticadas con cáncer de mama, no solo en Chile sino que en América Latina.

Portada Manual de Ejercicio Terapéutico

photo_camera Contrario a la antigua creencia que sugería restringir el uso o los movimientos repetitivos del brazo del lado afectado tras la cirugía de la mama, el manual promueve la realización de ejercicios personalizados según cada etapa del tratamiento. (Imagen: Portada Manual)

Con el objetivo de derribar mitos, y entregar una herramienta concreta que promueva el movimiento seguro durante y después del tratamiento oncológico, un equipo interdisciplinario de la Universidad Católica desarrolló el Manual de Ejercicio Terapéutico para Mujeres con Cáncer de Mama. La iniciativa, liderada por la académica de la Escuela de Ciencias de la Salud, Karol Ramírez, surgió a partir de un proyecto financiado por el Fondo Nacional de Investigación y Desarrollo en Salud (FONIS), de la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo (ANID).

Contrario a la antigua creencia que sugería restringir el uso o los movimientos repetitivos del brazo del lado afectado tras la cirugía de la mama, el manual promueve la realización de ejercicios personalizados según cada etapa del tratamiento. Esta recomendación, respaldada por la evidencia científica, no solo favorece la recuperación de la funcionalidad física, sino que también fortalece la autoeficacia y el empoderamiento de las pacientes, contribuyendo significativamente a su bienestar emocional y calidad de vida.

"Hoy sabemos que la inactividad física puede generar complicaciones funcionales e incluso limitar la movilidad del brazo del lado de la cirugía. Nuestro manual no solo promueve el movimiento seguro y progresivo, sino que también busca acompañar y empoderar a las mujeres en cada etapa de su proceso de recuperación", explica la profesora Karol Ramírez.

De Chile a Latinoamérica 

Gracias al trabajo de transferencia tecnológica impulsado por la Dirección de Transferencia y Desarrollo UC, el manual ha trascendido las fronteras nacionales. En 2024, fue transferido a la Fundación Mujeres por un Lazo en Chile y recientemente, a la Fundación Peruana de Cáncer, permitiendo su uso y distribución en distintos contextos clínicos y comunitarios de la región.

Esta expansión ha permitido que miles de mujeres, tanto en Chile como en otros países latinoamericanos, accedan a una herramienta validada que promueve una recuperación más activa y saludable. “El Manual es un ejemplo concreto de cómo un proyecto de investigación aplicada desarrollado en la UC, puede transformarse en una herramienta práctica con alto impacto social. Nos demuestra que es posible llevar el conocimiento más allá de las publicaciones, generando soluciones reales para las personas. Invitamos a más académicas y académicos a avanzar en la transferencia de los resultados de sus investigaciones, porque tienen el potencial de mejorar vidas en Chile y en la región”, expresa Bárbara Ribbeck, subdirectora de Propiedad Intelectual y Transferencia UC

"Nuestro manual no solo promueve el movimiento seguro y progresivo, sino que también busca acompañar y empoderar a las mujeres en cada etapa de su proceso de recuperación" - Karol Ramírez, profesora Escuela de Ciencias de la Salud UC.

Una herramienta validada por quienes más la necesitan

El impacto del manual quedó reflejado en la ceremonia del Día de la Transferencia en la UC 2025, realizada en mayo pasado y presidida por el rector Juan Carlos de la Llera, en donde la innovación fue reconocida como la transferencia tecnológica destacada del año. 

La actividad contó con la presencia de pacientes del área de Kinesiología Oncológica del Hospital Sótero del Río. Muchas de ellas han utilizado el manual como parte de su proceso de rehabilitación, destacando su claridad, accesibilidad y efectividad. “Es un antes y un después. Me sentí más segura al saber que podía moverme sin miedo, siguiendo ejercicios pensados para mí”, comentó Jeannette Miranda, paciente del Servicio Oncológico del Hospital Sótero del Río.

La profesora Karol Ramírez junto al rector Juan Carlos de la Llera (derecha) y el director de Transferencia y Desarrollo Álvaro Ossa (izquierda) (Crédito fotográfico: DTD)

Evidencia internacional 

El impacto positivo del ejercicio en personas con cáncer cuenta con un respaldo creciente desde la investigación científica internacional. Más allá de mejorar la movilidad y calidad de vida durante los tratamientos, diversos estudios han demostrado que mantenerse físicamente activo puede reducir el riesgo de desarrollar ciertos tipos de cáncer e incluso, mejorar la supervivencia. Un estudio publicado en marzo pasado en The British Journal of Sports Medicine, basado en el seguimiento de más de 2600 pacientes por un periodo de casi seis años en promedio, concluyó que la actividad física regular está asociada a una reducción de un 26% en el riesgo de padecer cáncer.

Aún más contundente es la evidencia presentada recientemente enThe New England Journal of Medicine, donde un ensayo clínico aleatorizado mostró que pacientes con cáncer colorectal que participaron en un programa estructurado de ejercicio, vivieron más tiempo sin recurrencia de la enfermedad y tuvieron un menor riesgo de morir durante el período del estudio, en comparación con quienes no realizaron actividad física. Este estudio, liderado por el investigador Kerry Courneya, académico de la Universidad de Alberta en Canadá, refuerza la importancia de integrar el ejercicio físico como parte del tratamiento oncológico desde etapas tempranas.
 
Descarga el manual


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