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Dos manos, una de adulto y otra de niño, entrelazadas en un gesto de afecto y unión.
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Documento Dignitas Infinita:

La dignidad humana en el centro


La dignidad humana es inherente a toda persona, previa a toda circunstancia y contexto. Este es el mensaje principal que busca comunicar Dignitas Infinita, declaración publicada recientemente por el Vaticano y que fue ahondado en un encuentro organizado por la Facultad de Medicina y el Centro UC de Bioética, el que tuvo como expositor principal al Arzobispo y Gran Canciller de la UC, Monseñor Fernando Chomali.

imagen correspondiente a la noticia: "La dignidad humana en el centro"

photo_camera Son cuatro las dimensiones de la dignidad humana que destaca Dignitas Infinita y a las que se refirió el rector Ignacio Sánchez, quien abrió el encuentro. (Crédito fotográfico: César Cortés)

“Esta declaración no dice nada nuevo”, afirmó el Arzobispo de Santiago y Gran Canciller de la UC, Monseñor Fernando Chomali, sobre el documento Dignitas Infinita. “Lo que hace es recoger el magisterio de la Iglesia en 116 citas, incluyendo el Concilio Vaticano II, al Papa Benedicto, el Papa Francisco, el Papa Juan Pablo II y tantos teólogos”, agregó.

Este texto publicado el 8 de abril pasado por el Dicasterio para la Doctrina de la Fe, y que tardó cinco años en ser escrito, tiene como tema central la dignidad humana. La declaración reafirma la dignidad ontológica de la persona, creada a imagen y semejanza de Dios. Esta dignidad es inalienable y está presente en todos los seres humanos, independientemente de su condición de vida o cualidades.

Abordar este texto fue precisamente el propósito del seminario “Dignitas Infinita: desafíos para la Medicina y la Bioética”, realizado el pasado 16 de mayo en la Casa Central de la UC, en el que participaron más de 130 personas entre autoridades, profesores, estudiantes y profesionales de la comunidad universitaria.

La jornada contó con la destacada participación y exposición de Monseñor Fernando Chomali, Arzobispo de Santiago y Gran Canciller de la Universidad Católica; el rector Ignacio Sánchez; y el decano de la Facultad de Medicina Felipe Heusser. Además de los análisis y planteamientos de Haddy Bello, vicedecana de la Facultad de Teología; Aleksandra Glos, investigadora del Centro de Bioética UC; Iván Pérez, director del Centro UC de Bioética; Macarena Lizama, directora Ejecutiva del Centro UC Síndrome de Down y Carmencita Vial, alumna del Centro UC Síndrome de Down. Así como de Paulina Ramos, subdirectora del Centro UC de Bioética, quien condujo el encuentro.

Dimensiones de las dignidad humana

La dignidad social se refiere a las circunstancias materiales en las que viven las personas; muchas personas enfrentan condiciones socioeconómicas miserables que limitan las posibilidades de desarrollo de un proyecto de vida plena. (Crédito fotográfico: Pexels)

Son cuatro las dimensiones de la dignidad humana que destaca Dignitas Infinita y a las que se refirió el rector Ignacio Sánchez, quien abrió la jornada.

En primer lugar, destacó la dignidad ontológica, que deriva del hecho de que la persona humana es creada por Dios y participa de la redención en Cristo. También, es encontrada fuera del ámbito eclesiástico, en el valor que se le otorga a la persona en la Declaración Universal de Derechos Humanos de 1948. Esta dignidad, que da nombre a la declaración mencionada, se mantiene vigente más allá de todo contexto o circunstancia.

Luego mencionó la dignidad moral considera la libertad propia de toda persona, refiriéndose a que en ocasiones, las personas cometen actos que no son propios de su naturaleza. Estos actos parecen borrar todo rastro de humanidad al infringir graves daños a otros. Aún así, este no pierde su dignidad ontológica y se debe trabajar para que pueda arrepentirse y redimirse.

En tercer lugar, el rector describió la dignidad social, que se refiere a las circunstancias materiales en las que viven las personas. Muchos se encuentran en condiciones socioeconómicas miserables que limitan las posibilidades de desarrollo de un proyecto de vida plena. En esta acepción, cuando hablamos de indignidad, no se expresa un juicio hacia la persona que la padece sino que a las condiciones de vida que ella debe enfrentar que no se condicen con su dignidad ontológica inherente.

Por último, está la dignidad existencial, la que se vincula con las circunstancias no materiales que dificultan el florecimiento de las personas. A modo de ejemplo, afirmó el rector, es posible mencionar enfermedades graves, violencia intrafamiliar o drogadicción. Personas rodeadas de estas circunstancias se experimentan a sí mismas como en una condición indigna. Aún así, esto no debe eclipsar el hecho fundamental de su dignidad intrínseca.

Ignacio Sánchez también destacó la importancia del seminario, al favorecer “una reflexión más profunda sobre la dignidad humana, para tomar conciencia de las amenazas actuales y también nos permita contribuir de manera concreta al respeto que se le debe a toda persona, pese a cualquier circunstancia”.

“Cuando este principio elemental no queda a salvo, no hay futuro, ni para la fraternidad ni para la sobrevivencia de la humanidad”, afirmó por su parte el decano Felipe Heusser, quien se refirió a algunas de las violaciones concretas y graves a la dignidad humana, las cuales nos invitan a una reflexión interna y profunda. Entre ellas: 

- El aborto, “que niega la dignidad del no nacido, el más indefenso e inocente de los seres humanos bajo el eufemismo de interrupción del embarazo”, dijo.

- La maternidad subrogada y sin vínculo, “que convierte a la mujer y al niño en un mero objeto”, sostuvo.

- La eutanasia y el suicidio asistido, “que ha ido ganando aceptación mundial con el tratamiento como muerte digna, en lugar de comprometernos todos en esfuerzos para lidiar con el sufrimiento de los enfermos terminales y de los ancianos al final de su vida”, afirmó.

- “Y el descarte de la persona con discapacidad, que no nos debe dejar indiferentes”, concluyó.

Este encuentro nos llama a hacer “una reflexión más profunda sobre la dignidad humana, para tomar conciencia de las amenazas actuales y también nos permita contribuir de manera concreta al respeto que se le debe a toda persona, pese a cualquier circunstancia” - Ignacio Sánchez, rector de la UC.

El amor de Dios: razón de nuestra existencia

El nombre Dignitas infinita (dignidad infinita), viene de una cita de san Juan Pablo II con motivo del Ángelus con personas con discapacidad, para afirmar que esa dignidad puede entenderse como infinita, es decir, que “va más allá de todas las apariencias externas o características de la vida concreta de las personas” (Dignitas infinita, Presentación).

“Lo que está diciendo este texto con la dignidad esencial, la dignidad ontológica, es que Dios no nos ama porque existimos, no existimos porque nos ama, es decir, la razón última de nuestra existencia es el amor de Dios y, por eso, desde la teología, se dice que Dios ha pensado en cada uno de nosotros, desde todos los tiempos”, expresó Monseñor Chomali.

Uno de los temas abordados en mayor profundidad fue el de “Persona, cuerpo y salud”, panel que fue moderado por Jaime Godoy, director de la Secretaría de Ética, Profesionalismo y Humanidades, de la Facultad de Medicina.

“Aquí la cuestión radica en entender la sanación del cuerpo o física y del alma, como una sanación integral”, afirmó la profesora Haddy Bello. “La declaración enfatiza sobre la dignidad y distingue varios niveles del concepto, muchos de los cuales son un punto en común para los no creyentes. Por ejemplo, la dignidad social nos invita a buscar este tipo de argumentos y puentes intelectuales, sin olvidarnos de que somos responsables, como bellamente lo formuló la declaración ‘la imagen de Dios que se confía a la libertad del hombre (o mujer)’”, agregó la investigadora Aleksandra Glos.

Dignitas Infinita y praxis médica

La importancia de integrarse y del respeto humano, pese a las diferencias, a cualquier tipo de condición existente, es lo que destacó Carmencita Vial, quien es alumna desde hace 10 años del Centro UC Síndrome de Down. (Crédito fotográfico: César Cortés)

La directora del Magíster en Bioética, Patricia Olivares, moderó el segundo bloque. El director del Centro de Bioética Iván Pérez reflexionó sobre la praxis médica y la dignidad, “la cual es una experiencia vivida en el contacto cotidiano con los pacientes”. A su vez, apuntó a dos programas asistenciales desarrollados por los académicos de la Facultad de Medicina -Acompañar-es y Levantar-es- los que reconocen y afirman la dignidad humana en los distintos momentos del ciclo de vida.

La importancia de integrarse y del respeto humano, pese a las diferencias, a cualquier tipo de condición existente, es lo que destacó Carmencita Vial, quien es alumna desde hace 10 años del Centro UC Síndrome de Down y que además es funcionaria en la Facultad de Medicina, quien sostuvo una honesta y llana conversación con la profesora Macarena Lizama.

 

¿Qué elementos afectan la dignidad humana?

De acuerdo al documento Dignitas Infinita, serían trece los elementos que violan la dignidad de la persona. Estos son:
1.     El drama de la pobreza
2.     La tragedia de la guerra
3.     Los abusos contra los emigrantes
4.     La trata de personas
5.     Los abusos sexuales
6.     Las violencias contra las mujeres
7.     El aborto
8.     La maternidad subrogada
9.     La eutanasia y el suicidio asistido
10.  El descarte de personas con discapacidad
11.  La ideología de género: el cambio de sexo
12.  La violencia digital.     .


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