
La huella espiritual que dejan las misiones y trabajos de verano
Con gran entusiasmo, 1.500 estudiantes participaron en las misiones y trabajos de verano de la UC durante enero. Provenientes de nuestra universidad, pero también de otros establecimientos, los jóvenes aprendieron de la vida en comunidad y de la solidaridad, poniendo a Jesús en el centro. El rector Sánchez visitó las regiones de La Araucanía y de Los Ríos, destacando el compromiso de los jóvenes.

photo_camera El proyecto Capilla País construyó 7 capillas y 3 salones parroquiales desde Atacama hasta Los Lagos. En la imagen se ve la Capilla El Solar construida en Atacama. (Crédito fotográfico: Pastoral).
Como parte de su compromiso con el país y la formación integral de sus estudiantes, la UC desplegó este verano a más de 1.500 voluntarios en 55 localidades de Chile, desde la región de Atacama hasta Los Lagos. Por medio de estos voluntariados se construyeron 7 capillas, 3 salones parroquiales y 9 viviendas, pero además, se establecieron vínculos transformadores entre misioneros y misionados.
Las iniciativas Misión País, Capilla País, Siembra (verano), Proyecto Viviendas y Coro Misión País de la Pastoral UC, son ya una tradición que combinan la evangelización con el trabajo en terreno, buscando transformar tanto a las comunidades visitadas como a los propios estudiantes que participan.
El rector Ignacio Sánchez visitó las regiones de La Araucanía y Los Ríos, donde tuvo la oportunidad de compartir con los voluntarios y la comunidad local. Durante su recorrido, el rector destacó el espíritu de servicio que caracteriza a los estudiantes y el impacto positivo que generan estas actividades: “La Pastoral UC nos tiene acostumbrados a un trabajo prolijo. Durante todo el año se preparan para acercarse a las comunidades, identificar sus necesidades y levantar los recursos necesarios para llevar a cabo estas iniciativas. Lo destacable es que cerca del 80% de los fondos son gestionados directamente por los propios estudiantes, mediante donaciones y diversas campañas”, destacó el rector Sánchez.
La visita incluyó un recorrido por las localidades de Máfil, San Pablo y Freire, donde los jóvenes han trabajado arduamente en misiones, y en la construcción de un salón parroquial y de una capilla. Estos espacios no solo son lugares de culto, sino también centros de encuentro comunitario. “Es muy emocionante ver cómo las comunidades cuidan y desarrollan lo que los estudiantes han construido a lo largo de los años. Esto refleja un verdadero compromiso mutuo entre la UC y las localidades visitadas”, agregó el rector.

Este año, la UC recibió a estudiantes internacionales provenientes de Paraguay, Uruguay, Argentina y Portugal, quienes se unieron a las misiones y trabajos de verano. La participación de jóvenes de otros países no solo enriquece la experiencia, sino que también refuerza el carácter universal de la Iglesia y el espíritu de comunión que promueve la universidad.
“Es muy valioso que cerca del 45% de los voluntarios no pertenezcan a la UC, sino que provengan de otras universidades y colegios. Esto demuestra el liderazgo de nuestra Pastoral y su capacidad de atraer a jóvenes que comparten los mismos valores”, comentó la autoridad universitaria. Además, enfatizó que la experiencia vivida durante estas semanas tiene un efecto multiplicador, ya que los voluntarios regresan a sus comunidades universitarias convertidos en agentes de cambio.
“Es muy emocionante ver cómo las comunidades cuidan y desarrollan lo que los estudiantes han construido a lo largo de los años. Esto refleja un verdadero compromiso mutuo entre la UC y las localidades visitadas” - rector Ignacio Sánchez.
Testimonios de fe y transformación
El impacto de estas misiones no se limita a la infraestructura: también deja una huella profunda en el ámbito espiritual y social. Marcia Tabilo, vecina de Lircay en Talca, relató cómo la llegada de los voluntarios ha revitalizado la vida comunitaria: “Nos sentimos bendecidos de que estos jóvenes nos hayan elegido para misionar. Su presencia nos llena el corazón y nos enseña. Además, han logrado contagiar a más jóvenes y niños de la zona, quienes se han sumado a las actividades de la capilla”.
Un testimonio similar es el de Pedro Meleda, estudiante de Medicina UC, quien participó en Misión País y compartió cómo esta experiencia lo ha marcado: “Misión País me ha dado esperanza. Me impresiona ver a tantos jóvenes enamorados de Cristo y el cariño con el que nos recibe la gente. Esto te transforma y te anima a seguir evangelizando”. Además, Pedro destacó el sentido de comunidad que se genera entre los voluntarios y cómo esta vivencia fortalece su vocación profesional y su fe.

El objetivo principal de estas iniciativas es contribuir al desarrollo material y espiritual de las comunidades más vulnerables del país. Sin embargo, el aprendizaje es mutuo. Los voluntarios no solo construyen capillas y salones, sino que también fortalecen su compromiso social y su fe.
Durante su estadía en terreno, los jóvenes participaron en diversas actividades, como talleres con niños, visitas a hogares y celebraciones religiosas. Además, compartieron jornadas de reflexión y oración que fortalecieron su vida espiritual y el vínculo con las comunidades locales. “Estos días nos han permitido encontrarnos con Cristo a través del otro, lo que le da un verdadero sentido a nuestra misión”, destacó Pedro Meleda.
“Misión País me ha dado esperanza. Me impresiona ver a tantos jóvenes enamorados de Cristo y el cariño con el que nos recibe la gente. Esto te transforma y te anima a seguir evangelizando” - Pedro Meleda, estudiante de Medicina UC.
El legado de la UC en las comunidades
La UC impulsa estos programas pastorales con el objetivo de llevar un mensaje de esperanza y amor a las comunidades más apartadas del país. La construcción de capillas, salones y otros espacios comunitarios es solo una parte de este legado, pero más importante aún, es el impacto espiritual y humano que deja en cada lugar visitado.
“Nos sentimos dichosos de haber recibido a los jóvenes de la UC. Su presencia nos ha llenado de alegría y fe, y ha fortalecido el sentido de comunidad entre nosotros”, concluyó Marcia Tabilo, visiblemente emocionada por la experiencia vivida.
En el caso del proyecto Capilla País, los jóvenes construyeron 7 capillas y 3 salones parroquiales desde Atacama hasta Los Lagos. Y, en el caso del proyecto Viviendas, los estudiantes construyeron 9 casas con baño, conectadas a la luz y a la electricidad en Paine, Región Metropolitana.
Con esta nueva versión misiones y trabajos de verano, la UC reafirma su compromiso con el desarrollo integral de sus estudiantes y el servicio a la sociedad. Una tradición que, a lo largo de los años, ha dejado una huella imborrable en miles de corazones y comunidades a lo largo del país.
