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La revolución comunicacional de Francisco


El papa está reestructurando las comunicaciones vaticanas apoyado en un cambio profundo de sus medios, uno que comenzó hace dos años con la creación de la primera Secretaría de las Comunicaciones y que hoy lo tiene con más de 30 millones de seguidores en su cuenta de Twitter.  Este es un adelanto de la edición de mayo del periódico Visión UC.

Tiene casi 13 millones de seguidores de habla hispana en su cuenta de Twitter y más de 10 millones provenientes del mundo angloparlante. Desde que empezó a administrar la cuenta oficial @Pontifex en 2013, el Papa Francisco ha ido revolucionando las redes sociales con sus imágenes y escritos en casi una docena de idiomas. Tan poderosa ha sido esta oleada comunicacional que, según Twiplomacy, la agencia que mide el impacto de los tuits de los grandes líderes, Francisco fue elegido en 2014 y 2015 como la persona más influyente del orbe. Y el último listado, el de 2016, lo posiciona como la segunda más seguida del planeta con 31 millones de personas tras Barack Obama, el expresidente de EE.UU.

No es trivial. Más allá de ser esa figura carismática que ha sido desde que asumió el liderazgo de la Iglesia católica, la apuesta comunicacional de este pontífice responde a un plan estratégico que comenzó hace dos años con la instalación de la Secretaría de las Comunicaciones. Sin duda ésta fue el impulso determinante de esta reforma en desarrollo, cuyo último movimiento se dio hace un mes con el nombramiento de dos nuevos asesores reconocidos por su trayectoria mediática: el jesuita James Martin, uno de los editores de la revista América, y Michael Warsaw, ejecutivo principal del canal Eternal Way Television Network (EWTN), la señal fundada por la reconocida Madre Angélica y que hoy llega a más de 200 millones de hogares en 100 países, según cifras de la estación.

“La mayor presencia del pontífice en las redes ha sido un apoyo fundamental para hacer ver la unidad de la Iglesia”, explica monseñor Fernando Chomalí, presidente del área de comunicaciones de la Conferencia Episcopal de Chile. “Los medios de comunicación social permiten que muchas personas se manifiesten en el espacio público. La tarea hoy es formarlos adecuadamente”.

Es cierto que este proceso de cambio en las comunicaciones papales surgió poco antes del jubileo del año 2000 con Juan Pablo II. Incluso mucho antes, sostiene Silvia Pellegrini, exdecana de la Facultad de Comunicaciones de la UC. “El Papa Paulo VI en la primera Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales en 1967 ya destacaba el rol fundamental de las comunicaciones a instancias del Concilio Vaticano II”.

Sin embargo, la reforma de la curia romana en este sentido aterrizó con la llegada de Francisco. “No es una reforma en contra de la curia, sino una reforma para que la curia responda siempre mejor al servicio del papa y de la Iglesia. Por lo tanto, la secretaría es un punto de llegada de un camino muy largo”, sostiene monseñor Darío Edoardo Viganò, exdirector de la televisión vaticana y actual prefecto de la nueva secretaría tras su presentación en el IV Seminario Comunicaciones de Iglesia realizado en Casa Central.
 

La reforma por dentro

Precisamente por este contexto actual de la comunicación, caracterizado por la presencia y el desarrollo de los medios digitales “y por los factores de convergencia e interactividad” social, es que el pontífice instituyó en 2015 la “Secretaría para la Comunicación” a través de la carta apostólica en forma de “motu proprio” (documento que emana por la propia iniciativa papal).

Siguiendo el consejo de la comisión de los medios de comunicación liderada por el mismo Viganò, Francisco estableció a través de cuatro artículos que en el nuevo dicasterio confluirían la oficina de prensa de la Santa Sede, el servicio de Internet, la Radio Vaticano, el centro televisivo, el diario L’Osservatore Romano, la tipografía vaticana, el servicio fotográfico, la librería Editora Vaticana, y el Consejo Pontificio para las Comunicaciones Sociales. Este último sería suprimido simultáneamente con la renuncia de monseñor Celli en 2016, antiguo prefecto de las comunicaciones vaticanas.  


En la misma carta el papa afirmó que todos estos servicios se regirían por los criterios de la nueva secretaría con Viganò a la cabeza. 

En el detalle entregado por el Sumo Pontífice destaca que el nuevo organismo se encargaría no solo del sitio web institucional www.vatican.va, sino que también de la cuenta de Twitter @Pontifex lanzada en 2012 bajo el gobierno de Benedicto XVI, pero popularmente conocida con su sucesor latinoamericano.

“Sería injusto decir que las comunicaciones con los papas anteriores no ha tenido éxito. Pero hoy existe una coyuntura diferente, más agresiva, que requiere sana astucia y mucho profesionalismo y en ello creo que el Papa Francisco ha dado un salto. Hablar en fácil no es sencillo, contar una historia  para cambiar comportamientos tampoco y él lo está haciendo”, asevera Carlos Dulanto, publicista y cerebro de la “Marcha por la vida (2015)” de Perú que consiguió un premio Effie por esta campaña.

 

Con Disney en el horizonte

Hasta hace unos años, los medios de la Santa Sede se caracterizaban, paradójicamente, por un funcionamiento independiente sin conexión entre ellos mismos. Una de las medidas de la nueva Secretaría de las Comunicaciones consistió en abolir las estructuras jerárquicas de esos medios para pasar a un sistema más holocrático o de grupos. Por eso, hoy no es extraño ver que el personal de la radio coopera con el de la televisión u otros medios internos y viceversa.

Esta visión holocrática es lo que Viganò ha llamado el sistema Disney, donde la visión multimedial de esa compañía de entretención ha permitido salidas distintas de la información. De ahí que las redes sociales del tipo Twitter o Instagram se han vuelto tan relevantes para la administración de Francisco. 

Desde esta secretaría, de hecho, se preparan mes a mes los posibles tuits del pontífice considerando el grueso de los eventos en agenda de Francisco. “El papa lee todos (los posteos), uno por uno y a veces modifica un verbo, una palabra y pone su pequeña F en la hoja y por lo tanto lo aprueba”, dice Viganò.

Para dar esta gran salto comunicacional, la secretaría se ha apoyado en distintas universidades con sede en Roma. A través de ellas, se han realizado cursos de administración, periodismo digital, de gestión cultural y más.

2018 es el año impuesto por la secretaría de Viganò para llevar acabo el grueso de la reforma vaticana. Para esa fecha, deberían verse cambios sustantivos no solo respecto a la maximización de los recursos, sino que también de los procesos. Esto último incluye la fusión del sistema comunicacional. Por ejemplo, se centralizarán los procesos de la radio y la televisión bajo una misma lógica, de la misma manera en que deberían hacerlo el periódico y los servicios editoriales, telegráficos y fotográficos. 

La fuente oficial de información será siempre www.vatican.va, que es el sitio con todos los documentos oficiales del papa. Todas las demás páginas convergirán en un solo portal que ya existe: www.news.va con versiones en cinco idiomas distintos (inglés, castellano, francés, italiano y portugués). Desde este sitio el usuario podrá acceder a la oficina de prensa, a la televisión, a la radio y al diario L’Osservatore Romano, el periódico de la Santa Sede fundado en 1861 y que, según Viganò, seguirá siendo el diario oficial del Vaticano.

“En la comunicación, sobre todo hoy, no hay reglas sino solamente riesgos. Digamos que la alternativa es aquella que no existe. Como dice el Papa Francisco, es mejor salir sabiendo que está el riesgo de caerse, pero es mejor una iglesia accidentada por sobre una pieza de museo”, afirma el prefecto.

 

Revise la edición completa de Visión UC aquí.

 

 


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