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Los desafíos de la pandemia desde la educación católica


La educación como un acto de esperanza, fue el lema bajo el cual se realizó el Congreso de Educación Católica UC, en un contexto marcado por la pandemia. Acortar las brechas educativas, dotar la educación de sentido y recalcar el valor de la vocación docente, son algunos de los desafíos que abordaron más de 60 expertos nacionales e internacionales.

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photo_camera En abril de 2020, una cifra sin precedentes de 1.400 millones de estudiantes se quedaron fuera de sus escuelas, como una forma de frenar la propagación del Covid. No todos han podido regresar y quienes lo han hecho, han visto los efectos en su aprendizaje. (Imagen: Pxhere)

La pandemia sin duda ha impactado fuertemente la educación escolar.

Se calcula que el 90% de los niños, niñas y adolescentes en edad escolar en todo el mundo han visto interrumpida su educación por la pandemia, según la UNESCO. En abril de 2020, una cifra sin precedentes de 1.400 millones de estudiantes se quedaron fuera de sus escuelas en todos los niveles escolares en más de 190 países, según la UNESCO, como una manera de frenar la propagación del coronavirus.

Una proporción de esos escolares no pudieron regresar a sus salas de clase, y entre quienes lo han hecho, han tenido graves efectos en su aprendizaje.

En Chile, un 20% de los estudiantes declaró percibir que había aprendido poco y un 24% nada, durante el año (de acuerdo a la encuesta de Educación 2020 e IPSOS, de noviembre de 2020). Mientras que -según el mismo estudio- el 30% respondió estar muy de acuerdo con la afirmación “sería mejor perder este año escolar”.

Al mismo tiempo, los alumnos de 6° básico a 4° medio no alcanzan un 60% de logro en contenidos necesarios en Lenguaje y un 47% en Matemática, llegando a resultados tan bajos como un 27% de respuestas correctas en la prueba de Matemática de II Medio” (Según un estudio realizado por Acción Educar).

Pero el cierre de los establecimientos educacionales provocado por el Covid ha afectado a los niños, niñas y adolescentes de forma desigual, ya que no todos han tenido las mismas oportunidades, las herramientas o el acceso necesarios para seguir aprendiendo durante la pandemia.

Uno de los primeros problemas y factores de la brecha educativa es la desconexión tecnológica. A nivel regional, sólo el 52% de los hogares alcanza a tener las condiciones apropiadas de conectividad y equipamiento para poder llevar a cabo una clase de forma remota. Así lo afirmó el director del Instituto Internacional de la UNESCO para la Educación Superior de América Latina y el Caribe, Francesc Pedró, en el Congreso de Educación Católica organizado por la UC.

Añadió también que en este tiempo de pandemia, los estudiantes manifiestan tener mayores dificultades para mantener la atención, lo que denominó como “desconexión pedagógica”. “Difícilmente un estudiante puede estar más de 20 minutos en una pantalla. Hemos trasladado lo que hacíamos en la presencialidad a la virtualidad”, afirmó el experto, añadiendo que es necesaria una “reingeniería pedagógica”.

Agregó también que “a medida que nos vamos acercando a una nueva presencialidad, debemos generar condiciones para que nuestras instituciones y los miembros de nuestra comunidad educativa ganen en resiliencia. Y esto significa ser conscientes que las desigualdades se han ido acrecentando durante este tiempo”.

Maestros y fe

"Un maestro crea comunidad, capaz de celebrar la vida. Lo que educa es el encuentro y el encuentro es lo que hace que un maestro sea capaz de convertirse en artesano. Necesitamos maestros que sean artesanos de humanidad", afirma José María del Corral, director de la red de escuelas católicas Scholas Occurrentes. (Fotografía: Facultad de Educación UC)
"Un maestro crea comunidad, capaz de celebrar la vida. Lo que educa es el encuentro y el encuentro es lo que hace que un maestro sea capaz de convertirse en artesano. Necesitamos maestros que sean artesanos de humanidad", afirma José María del Corral, director de la red de escuelas católicas Scholas Occurrentes. (Fotografía: Facultad de Educación UC)

La pandemia también ha sido una dura prueba para los profesores. De hecho, un 84,5% de docentes chilenos manifestó sufrir alto desgaste emocional producto de la crisis sanitaria (de acuerdo al estudio “Efectos del confinamiento por COVID-19 en el bienestar docente”, de diciembre de 2020) El mismo estudio mostró que un 80,3% de los profesores expresó sentirse -desde a veces hasta muy frecuentemente- agobiado por el trabajo en el último mes; y un 84,7% de los entrevistados admitió estar cansados físicamente.

De ahí que José María del Corral, director de la red de escuelas católicas Scholas Occurrentes, se refirió a la importancia de la vocación. “Un maestro no dura ni una hora ni una jornada. Un maestro es una vocación. Se es maestro hasta cuando se duerme. No es ni autoritario ni demagógico. Un maestro crea comunidad, capaz de celebrar la vida. Lo que educa es el encuentro y el encuentro es lo que hace que un maestro sea capaz de convertirse en artesano. Necesitamos maestros que sean artesanos de humanidad. Los jóvenes tienen toda esa fuerza, esas ganas de encontrar un sentido”, afirmó.

De acuerdo al hermano franciscano oriundo de Kenia, Peter Tabichi, ganador del Global Teacher Prize 2019, el gran desafío que tenemos como sociedad tiene que ver con la vocación docente. “Si no tenemos buenos maestros no podremos tener buenos alumnos, no tendremos una buena sociedad, será una sociedad sin valores”, dijo.

Tabichi ha demostrado que su dedicación, trabajo arduo y su apasionada creencia en el talento de cada estudiante, rinde frutos.

Gracias a su labor ha logrado que su escuela, Keriko Mixed Day, situada en una zona remota y semiárida del valle del Rift de Kenia, y donde el 95% de sus estudiantes provienen de familias pobres, obtuvo el primer lugar en las competencias nacionales de ciencia, participando con las mejores instituciones educacionales de su país.

“Si quieres hacer un cambio necesitas tener paz, no puedes dar paz a otras personas si no la tienes en tu corazón. Y para eso, debes tener un encuentro personal con Jesús y eso te dará la conversión”, afirmó.

La educación como acto de esperanza


Revisa todas las ponencias del Congreso de Educación Católica UC.

El Congreso de Educación Católica contó con más de 60 expertos provenientes de Kenia, España y América Latina, y la participación de alrededor de 2 mil personas. Su lema fue “Educar es un acto de esperanza”, realizado de manera online el 12 y 13 de octubre pasados, y organizado por la Universidad Católica.

Como invitó el Papa Francisco en el lanzamiento del Pacto Educativo Global -iniciativa que busca unir esfuerzos para realizar una trasformación cultural profunda, integral y de largo plazo a través de la educación-, este diálogo “nace desde la certeza de que la educación es un acto de esperanza, que puede incidir en el corazón de una sociedad y dar nacimiento a una nueva cultura”.

El Cardenal Celestino Aós, Arzobispo de Santiago y Gran Canciller de la UC, ahondó en la importancia de distinguir el rol que tienen el Estado, la escuela y la familia en la tarea de educar, “donde cada uno aporta valores diferentes que integran la personalidad de niños y jóvenes”, afirmó..

Por su parte, Monseñor Cristián Roncagliolo, Obispo Auxiliar de Santiago, reflexionó sobre la educación desde la identidad católica como una tarea permanente que “construye futuro y es un camino por medio del cual la Iglesia contribuye al desarrollo humano integral de jóvenes de distintas realidades sociales y culturales. Tenemos una tarea ineludible que en esta coyuntura histórica nos compromete a recordar qué es la universidad, como un laboratorio de formación”. Ésta debe ser “un espacio donde desde nuestra identidad y desde nuestras diferencias, en una cultura plural y diversa, podamos contribuir al futuro del país”, agregó.

"Queremos ser un espacio para la coparticipación y la transformación de esta lógica estéril y paralizante de la indiferencia a otra lógica distinta, capaz de acoger nuestra pertenencia común”, afirmó el rector UC Ignacio Sánchez. “Buscamos mostrar nuevos horizontes de hospitalidad y solidaridad entre las distintas generaciones, con un foco muy especial en el valor de la trascendencia, donde podamos construir una nueva cultura que incida en el mismo corazón de la sociedad", agregó.

Educación con sentido

Motivar a los estudiantes a pensar que la vida académica tendrá un impacto en sus vidas a largo plazo, es el tema que abordó Susana Claro, profesora de la Escuela de Gobierno. Debemos “empujar a los estudiantes a concretizar, a visualizar su propósito, junto con aumentar la creencia de que sus habilidades pueden cambiar. Y que incluso cada paso está acercándose en este propósito, desarrollando las habilidades que necesitan, valorando cada pequeño paso. Cada grano de arena que damos es una contribución al mundo”, afirmó.

El “sello cristocéntrico” que se debe impulsar desde los institutos educativos, es el tema que se refirió Juan Antonio Álvarez, cofundador y director ejecutivo de la Fundación Trabün. Afirmó que educar desde la fe no significa hacer que los alumnos reciten los diez mandamientos, sino que los vivan desde las enseñanzas de Jesús. “La fe es el encuentro con una persona, es un sello universal”, dijo.

Destacó además la riqueza de que en las aulas se viva la pluralidad, también dentro de un contexto católico, en las que se facilite “el diálogo interreligioso, la integración”. Para esto, mencionó como ejemplo el de los alumnos evangélicos, quienes muchas veces tienen un conocimiento más amplio sobre el Antiguo Testamento, y lo transmiten a sus compañeros y profesores.

Asimismo, Montserrat Alom, directora del Center for International Research, respondió a la pregunta sobre cómo puede aportar la investigación a la construcción del bien común desde la identidad católica. La expositora afirmó que esto “tiene que ver con nuestro posicionamiento como investigadores” y que las investigaciones deben plantearse en cuatro dimensiones: la antropológica, la epistemológica (preguntarse por el objeto y método de la disciplina), la cuestión ética (qué tipo de bien hace a las personas y a la sociedad, y qué riesgos trae consigo) y la teleológica (el sentido de lo que uno estudia y para qué).

Montserrat exhortó a los investigadores a que sus temáticas “den voz a los que no tienen voz, a los estudios que tienen que ver con las minorías, los desplazados, con los temas que otros están dejando de lado”.

Cuatro fueron las temáticas que abordaron los paneles de expertos: libertad desde la identidad, sentido de la educación, vocación docente y misión educativa. Asimismo, expertos de toda Latinoamérica presentaron más de 45 ponencias sobre temáticas como la inclusión, la sustentabilidad, el rol de la familia y el protagonismo de los jóvenes.

 

Educación católica en Latinoamérica

Durante el Congreso se presentó el libro “Educación católica en Latinoamérica: un proyecto en marcha”, de Patricia Imbarack y Cristóbal Madero s.j. editores, cuya versión en inglés fue coeditada por Ediciones UC y la editorial Springer.
El libro busca ser un referente para todos aquellos que comparten la preocupación por entender un sistema, un tipo de instituciones educativas y un tipo de proyecto educativo que se alinea con la misión de la Iglesia.
Como afirmó el rector Ignacio Sánchez: “La situación religiosa del continente ha experimentado cambios que son muy relevantes, en muchos casos producidos por crisis internas. Nos encontramos ante una nueva realidad. Un cristianismo que sale del territorio, que sale de las instituciones y que se seculariza. Es éste el marco en el que surge esta publicación”

Más sobre el Congreso de Educación Católica

El Congreso de Educación Católica UC contó con el patrocinio de la Organización de Universidades Católicas de América Latina y el Caribe, ODUCAL, y la Federación Internacional de Universidades Católicas, FIUC; y contó con el apoyo de más de 80 instituciones educacionales. Su organización estuvo a cargo de la Dirección de Pastoral y Cultura Cristiana de la Universidad Católica, con la colaboración de la Vicerrectoría Académica, la Vicerrectoría de Comunicaciones y Extensión Cultural, la Facultad de Educación y el Programa de Pedagogía en Religión Católica.


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