Ninis: ¿Una generación en pausa?
Un mercado laboral débil, el cuidado de niños, adultos mayores y enfermos, la falta de educación flexible o de trabajos compatibles son algunas de las razones del aumento de los jóvenes que ni estudian ni trabajan, quienes ya superan los 330 mil, un incremento que afecta especialmente a las mujeres. Especialistas UC indicaron que se deben implementar políticas públicas que vayan más allá de generar empleos para enfrentar este fenómeno.
photo_camera Las ninis, jóvenes que no estudian ni trabajan, superan los 336 mil con mayor presencia en mujeres. Foto: César Dellepiane.
Ni estudian ni trabajan. Son los denominados ninis, grupo de jóvenes entre 15 y 24 años que, en los últimos 12 meses, aumentó de 331.596 a 336.604, lo que equivale a un 13,2%, según el Instituto Nacional de Estadísticas.
Es decir, 22 de cada 100 personas en este rango etario están “desocupadas”.
Los ninis y el mercado laboral
Flojera, inmadurez, irresponsabilidad o desinterés son algunos de los calificativos que pueden surgir al conocer estas cifras, pero no describen las verdaderas causas de este fenómeno.
Con una tasa de desempleo del 8,9% y la creación de solo 141 empleos, según informó el INE, el mercado laboral chileno se encuentra en una compleja situación. Sumado al incremento de los ninis, el escenario solo empeora.
"Este aumento refleja no solo la debilidad del mercado laboral juvenil, con un desempleo que bordea el 22% y que en mujeres alcanza el 25%, sino también el riesgo creciente de que estos jóvenes se conviertan en una generación perdida en términos de capital humano y movilidad social" - Tomás Rau, académico UC.
“Este aumento refleja no solo la debilidad del mercado laboral juvenil, con un desempleo que bordea el 22% y que en mujeres alcanza el 25%, sino también el riesgo creciente de que estos jóvenes se conviertan en una generación perdida en términos de capital humano y movilidad social”, comentó Tomás Rau, académico del Instituto de Economía UC.
Además, se debe considerar que la población está envejeciendo, lo que afecta a la fuerza laboral: “El país no puede permitirse desaprovechar el talento de más de 336 mil jóvenes en un contexto en que el envejecimiento de la población hace cada vez más urgente aprovechar al máximo el potencial de las nuevas generaciones”, sostuvo el académico.
El costo invisible del cuidado
Según Tomás Rau, el incremento de los ninis ha afectado principalmente a las mujeres, quienes ya alcanzan las 174.623, frente a los 163.981 hombres, análisis que basó en la última Encuesta Nacional de Empleo (ENE), elaborada con los microdatos que publica el INE.
La falta de oferta de educación flexible, empleos con horarios adaptados y servicios de cuidado accesibles provoca que la inactividad, en el caso de las mujeres, “no sea una opción”, ya que dedican horas al cuidado de niños, personas mayores o familiares enfermos, sin acceso a servicios de cuidado ni empleos compatibles, aseguró Alejandra Inostroza, académica de la Escuela de Trabajo Social UC e investigadora MICARE.
“En Chile, más de 336 mil jóvenes no estudian ni trabajan. El 68% son mujeres y una de cada cuatro enfrenta desempleo. No es flojera: muchas cuidan, otras no encuentran trabajo con condiciones dignas. Si no actuamos ahora, estamos hipotecando el talento de toda una generación”, dijo la académica.
Y es que la desigual distribución de los cuidados se ve reflejada en las cifras. Por ejemplo, el 23% de los ninis volvería a trabajar si pudiera resolver tareas de cuidado, grupo en el que predominan las mujeres, explicó Alejandra Inostroza.
"La solución no es solo empleo, sino políticas que reconozcan y redistribuyan el trabajo de cuidado, para que estas jóvenes puedan elegir su camino y no quedarse fuera por obligación" - Alejandra Inostroza, académica Trabajo Social UC.
“La solución no es solo empleo, sino políticas que reconozcan y redistribuyan el trabajo de cuidado, para que estas jóvenes puedan elegir su camino y no quedarse fuera por obligación”, dijo.
Tomás Rau recomendó dar prioridad a los jóvenes desocupados, ya que su lenta incorporación a la fuerza laboral tiene efectos permanentes y negativos no solo en sus trayectorias, sino en el crecimiento del país y en la profundización de la desigualdad.
“Es imprescindible diseñar políticas integrales de inserción educativa y laboral, con foco en mujeres jóvenes, para evitar efectos permanentes en sus trayectorias laborales, además de frenar el crecimiento económico y profundizar la desigualdad. Esto debiese estar en los programas de gobierno de todas las candidaturas”, agregó.