UC lidera formación de enfermería de práctica avanzada

Ocurrió el año 2014. Frente a los significativos problemas de cobertura y acceso a la atención de salud que enfrentaba América Latina, la Organización Mundial de la Salud decidió hacer un llamado para que se pudieran formar profesionales de enfermería de práctica avanzada. Fue así como la Universidad Católica, a través de su Escuela de Enfermería, resolvió asumir el reto de iniciar la formación de personas que pudieran asumir funciones que hasta ese momento estaban en Chile y la región restringidos a médicos. Entre estos, la posibilidad de desarrollar diagnóstico, tratamiento y seguimiento clínico de personas con patologías específicas.

Fue en los años sesenta en Estados Unidos en los que se comenzó a gestar este tipo de programas, muchas veces tratando de responder a los desafíos que se enfrentaba en el ámbito de la infancia, con la finalidad de que niños provenientes de hogares de mayor vulnerabilidad social pudieran acceder a una atención sanitaria.

“El formato del programa de Enfermería de Prácticas Avanzadas que hemos desarrollado en la escuela no tenía un referente previo en Chile”, cuenta Francisca Márquez, directora de posgrado de la Escuela de Enfermería UC, a propósito del magíster que se lanzó oficialmente en marzo de este año y que cuenta ya con dos cohortes de estudiantes (el primero iniciado como programa piloto). De ahí que la UC ha trabajado de manera colaborativa con universidades estadounidenses que llevan la delantera en la Enfermería de Práctica Avanzada (EPA), como son Boston College, la Universidad de Miami y la Universidad de Alabama.

Académicas de la Escuela de Enfermería de la Universidad Católica, como Lilian Ferrer, actual vicerrectora de Asuntos Internacionales, y Francisca Márquez, entre otras, han impulsado el trabajo en red con diversas instituciones norteamericanas. También hay profesoras UC, como Magdalena Correa, quienes se han especializado en la práctica avanzada en Estados Unidos y en universidades como Boston College.

Asimismo, el magíster en Enfermería de Práctica Avanzada con Mención en Oncología que imparte la UC, cuenta con destacados docentes estadounidenses como Juan M. González, director de Enfermería de Práctica Avanzada de Cuidados Críticos en la Universidad de Miami, y también Susan Kelly-Weeder, quien es decana de posgrado de Boston College.

Experiencia pionera en América Latina

Recientemente, el profesor Juan M. González impartió el curso de fisiopatología que ofrece el magíster. Durante 16 semanas, se revisaron contenidos relativos a inmunología, cardiología y hematología, entre otros. “Ha sido una experiencia muy única y me alegra ser parte de esta iniciativa que se da en un ámbito que no ha sido muy desarrollado en América Latina, pero en el que Chile y la UC están asumiendo un liderazgo interesante”, sostiene. El académico destaca la importancia que tiene la enfermería de práctica avanzada en los Estados Unidos, país donde quienes se han especializado en EPA diagnostican y ordenan exámenes.

El curso impartido por el académico concluyó con una simulación que se realizó presencialmente en el campus San Joaquín con un paciente profesional, en la que se establecieron cuatro escenarios. Quienes realizan el magíster pudieron poner en práctica sus conocimientos y realizar procedimientos como observar los ojos, oídos y utilizar el ultrasonido. “Hay varios estudios que indican que los estudiantes muchas veces tienen dificultades para retener el contenido que se revisa en clase, pero si lo ve en la práctica, y puede realizar un procedimiento, tiende a recordarlo mucho más. Entonces la simulación nos brinda un excelente lugar, que es seguro y no daña al paciente, y al mismo tiempo el estudiante puede conceptualizar de verdad ese contenido”, explica.

Junto con destacar la calidad y el nivel de quienes participaron del curso, el docente valora que la Escuela de Enfermería UC está siendo “pionera, al abrir una senda de práctica avanzada por la cual podrán seguir también otras universidades en Chile”.  Agrega la importancia de la colaboración a nivel internacional. “Se trata de una relación muy simbiótica, en la que la colaboración permite tender puentes e intercambiar información entre la práctica en los dos países”, afirma.

Agrega que esos mismos contenidos podrían ser adaptados para otros países latinoamericanos que tienen desafíos en este ámbito, y con los que trabaja la Universidad de Miami, como República Dominicana y Guatemala, entre otros.

La vicerrectora de Asuntos Internacionales, Lilian Ferrer, quien es enfermera matrona de la UC y doctora en Ciencias de la Salud Pública por la Universidad de Illinois en Chicago, resalta el esfuerzo que ha realizado la Escuela de Enfermería en la vinculación con instituciones extranjeras, trabajo que favorece el desarrollo de respuestas frente a las necesidades que tiene Chile en este ámbito.

“La colaboración internacional permite que las universidades puedan contribuir a través de la generación de nuevo conocimiento y su compromiso público, a un mejor desarrollo del país y también de la región, en especial considerando las profundas necesidades de innovación que requiere la atención de salud”, dice la vicerrectora Ferrer.
 

Fortaleciendo la atención de enfermos de cáncer

El cáncer es la principal causa de muerte en Chile, desplazando a enfermedades del sistema circulatorio, de acuerdoo a estudios que se dieron a conocer en diciembre del año pasado por el Instituto Nacional de Estadísticas, INE.  Entre las causas del incremento -se estiman anualmente en cerca de 25.000 las muertes por esta enfermedad- está el envejecimiento de la población y también el hecho de que se ha logrado enfrentar de manera más exitosa otros padecimientos, como la diabetes y la presión alta, que contribuyen al desarrollo de infartos y accidentes cerebrales vasculares.

Según cuenta Francisca Márquez, directora de posgrado de la Escuela de Enfermería UC, uno de los problemas que enfrenta actualmente el país es la falta de médicos especialistas en materia de cáncer. “La escasez de oncólogos es impactante. Hoy en Chile hay 2,9 oncólogos por cada millón de habitantes, y la recomendación de la OMS es de al menos 21 por cada millón de habitantes”, sostiene.

Fue justamente esta necesidad la que gatilló que el magíster de EPA tuviera como mención a la oncología. En el marco del Plan Nacional del Cáncer, impulsado en 2018, el oncólogo médico Bruno Nervi, jefe del Programa de Cáncer de la UC y presidente de la Fundación Chile Sin Cáncer, invitó a la Escuela de Enfermería a aportar en materia de formación.

“Quedó establecido en el Plan Nacional del Cáncer que era importante formar a profesionales en enfermería de práctica avanzada”, comenta la directora de posgrado. En esta iniciativa también se estableció de potenciar la infraestructura e incrementar el número de centros oncológicos en el país, pasando así de 7 a 16 recintos a nivel nacional.

Uno de los retos para implementar la Enfermería de Prácticas Avanzadas en el país tiene que ver además con que se reconozca este rol en los hospitales y clínicas del país. “Es muy importante posicionar el rol, porque una cosa es formar a las personas, y otra cosa es que cuando lleguen con sus especializaciones a los hospitales y clínicas puedan efectivamente ejercerlo”, dice Francisca Márquez.

Es en este plano en que la cooperación internacional vuelve a tener relevancia, pues la UC ha estado trabajando en la materia junto a su socio Christus Health (asociados desde 2013 en la Red de Salud UC CHRISTUS). “Hemos tenido la oportunidad de viajar a Texas para poder evaluar in situ el rol de la enfermería de práctica avanzada en Christus. Esa cooperación ha sido clave, porque Christus sabe cómo se puede implementar esta especialización y hemos contado con ese espacio para incorporar a las enfermeras”, cuenta Márquez.

En esto contribuye también que varias de las enfermeras que cuentan con especialización en prácticas avanzadas o que están estudiando el magíster en estos momentos, también se desempeñan laboralmente en la Red de Salud UC CHRISTUS. Entre el programa piloto que se comenzó a impartir el año pasado y el magíster lanzado este año, se contabilizan ya 21 estudiantes. En la Escuela también han estado avanzando otras menciones para el programa de posgrado -aún en desarrollo-, como son cuidados paliativos, atención primaria y cuidados críticos.