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Vicerrectora Lilian Ferrer: “Debemos abrirnos más al mundo”


Desde la nueva Vicerrectoría Adjunta de Asuntos Internacionales, Ferrer destaca la importancia de avanzar en una cultura al interior de la institución que incorpore, transversalmente, una mayor vocación a lo global de la comunidad.

Imagen de la vicerrectora de asuntos internacionales, Lilian Ferrer, en el patio de la Virgen de Casa Central.

photo_camera Magíster en ciencias en enfermería y doctora en salud pública de la Universidad de Illinois, Chicago, la enfermera matrona titulada en la UC lidera la nueva Vierrectoría Adjunta de Asuntos Internacionales, cuyo equipo está conformado por más de 20 personas. Créditos: Karina Fuenzalida B.

“No es necesario tomar un avión para vivir experiencias internacionales”, dice enfática Lilian Ferrer, vicerrectora de Asuntos Internacionales de la Universidad Católica. Lo que hasta antes de la pandemia parecía algo difícil de imaginar parece ahora una obviedad para quien ha encabezado la instalación de la nueva vicerrectoría desde hace poco menos de un año, en un escenario marcado por cuarentenas y distanciamiento social. 

“Partimos la construcción de un equipo de manera totalmente virtual, con todo lo que eso involucra, como el conocerse e ir generando confianza. Buena parte de la articulación con integrantes de otras unidades al interior de la comunidad UC y también socios internacionales se ha realizado mayoritariamente a través de plataformas como Zoom”, cuenta.

“Partimos la construcción de un equipo de manera totalmente virtual, con todo lo que eso involucra, como el conocerse e ir generando confianza" - Lilian Ferrer, vicerrectora de Asuntos Internacionales

Frente a tal escenario, las 22 personas que conforman actualmente el equipo de la Vicerrectoría Adjunta de Asuntos Internacionales ha debido desarrollar importantes dosis de creatividad, resiliencia y flexibilidad para avanzar en la consecución de una serie de logros. Una tarea en la que Lilian Ferrer cuenta, además, con el apoyo de Ana María Sepúlveda, directora ejecutiva y de Vinculación y Desarrollo, y Maribel Flórez, directora de Formación Global.

La profundización del trabajo de generación de redes con universidades de otros países, el avanzar en una cultura interna que promueva la internacionalización e involucrar a las diferentes vicerrectorías y prorrectorías en esta tarea, son algunos de los ámbitos en los que se ha podido avanzar, según Lilian Ferrer, quien además afirma estar muy agradecida por la posibilidad de formar parte de la creación de esta nueva estructura en una institución que no solo valora la universalidad, sino que la tiene como algo inherente a su identidad católica. 

"El no estar presencialmente ya no resulta un obstáculo, tal cómo se percibía antes" - Lilian Ferrer, vicerrectora de Asuntos Internacionales

La crisis sanitaria también le ha significado desplegar su experiencia profesional como enfermera formada en la Universidad Católica (quien es magíster en ciencias en enfermería y doctora en salud pública de la Universidad de Illinois, en Chicago), participando del Comité COVID-UC, y también en una serie de iniciativas con universidades extranjeras y nacionales para colaborar, intercambiar conocimiento y buenas prácticas.

La pandemia ha sido una demostración muy evidente del valor que tiene la internacionalización, ¿cómo ve el aporte que pueden realizar las universidades en este ámbito?
 
Ha sido muy interesante el trabajo colaborativo que ha aparecido durante la pandemia, compartir buenas prácticas, el generar nuevas formas de encontrarnos a distancia, pero también de descubrir diversos intereses que tenemos en común con personas de otros lugares del mundo. Como mujer, y al estar en la casa y a cargo de los niños y el trabajo, simultáneamente, podría haber pensado que iba a ser difícil poder avanzar en ciertas labores. Sin embargo, me ha sorprendido cómo muchas mujeres hemos encontrado, a través del encuentro a distancia, la posibilidad de colaborar y generar investigación conjunta con socios internacionales de otros países. Se ha generado una gran solidaridad en ese sentido, y va más allá de las barreras idiomáticas, pues de lo que se trata es de hablar de temáticas que pueden interesar a otras personas del mundo, y lo que motiva a quienes desarrollamos trabajo académico es aportar en conocimiento a través del desarrollo de proyectos de investigación. El no estar presencialmente ya no resulta un obstáculo, tal cómo se percibía antes. 

¿Cuáles son los principales logros que destacas a casi un año de la creación de la nueva Vicerrectoría Adjunta de Asuntos Internacionales? 

Hemos avanzado de manera significativa en la conformación del equipo de la vicerrectoría. Por otro lado, también se ha profundizado la colaboración y el trabajo con socios estratégicos y redes internacionales como La Tríada, SACRU (Alianza estratégica para la Investigación de Universidades Católicas), Universitas 21, HUC (Hemispheric University Consortium, entre otras. Además, hemos creado pasantías virtuales para la investigación que próximamente irán generando publicaciones en medios científicos, y hemos estrechado el lazo con las embajadas de diferentes países en Chile, lo que nos permite avanzar en la investigación y en el acceso a ciertos fondos. Por otro lado, hay una integración muy significativa en el trabajo colaborativo con las unidades centrales de la Dirección Superior para potenciar la labor internacional. 

Por nuestra condición geográfica como país, siempre se destaca que estamos algo aislados del mundo y que nos cuesta mirar hacia fuera, ¿cómo se avanza en una cultura que incorpore lo internacional como algo central?

Es muy natural en el ser humano tener cierto temor ante lo desconocido y cuando no hay experiencias previas. Sin embargo, nos hemos dado cuenta que las personas al interior de la UC -académicos, profesionales, administrativos y estudiantes- tienen ganas de vivenciar lo internacional y subirse al carro de la internacionalización. Pero naturalmente aparecen ciertas dificultades, esto tiene que ver particularmente con el dominio de algunos idiomas. Sé muy bien que el inglés no es el único idioma y que el español es una lengua muy rica, pero la verdad es que hablar inglés te abre puertas en el mundo. En esto debemos mejorar.

La vicerrectora es parte del Comité COVID UC. Aquí, en una visita de inspección al templo de campus San Joaquin durante noviembre de 2021.

¿Cómo fomentamos entonces el aprendizaje del inglés al interior de la UC?

Hemos generado un curso de inglés y lo hemos estado trabajando con la Dirección de Personas para poder implementarlo al interior de la universidad para quienes estén interesados. También nos hemos dado cuenta que a veces resulta difícil motivar la internacionalización, porque hay personas que perciben que resulta poco justo vivir experiencias internacionales si sus familiares no tienen acceso a esas posibilidades. Creamos precisamente un programa de chino para hijos de funcionarios de la universidad a través del Instituto Confucio UC que ha resultado una experiencia muy valiosa. Cuando hablamos de internacionalización tenemos que pensar que las personas no son solas, sino que también tienen una familia y un entorno. Tenemos que ver cómo avanzar en esta línea, porque por supuesto los recursos no son ilimitados, pero la incorporación gradual puede darnos muy buenos resultados.

English UC ha desarrollado programas online muy interesantes y con excelentes resultados y descuentos para familiares de quienes trabajan en la universidad. En paralelo, también hemos avanzado con publicaciones en inglés, nuestro portal institucional está ahora en dicho idioma, nuestro rector generó una serie de protocolos éticos para el cuidado de los pacientes en medio de la pandemia, que decidimos traducirlo al inglés, francés, chino, árabe y portugués, lo cual permite también mostrarnos frente al mundo y dejar de mirarnos el ombligo. Debemos abrirnos más al mundo. 

A menudo, cuando se habla de internacionalización, muchos piensan en las universidades del hemisferio norte, pero crecientemente se está enfatizando la importancia de América Latina. ¿Por qué? 

Hemos concluido que resulta muy importante profundizar las relaciones con América Latina y también con Asia. En el caso de nuestra región, creo que compartimos una serie de desafíos en común y tenemos también mucho por aprender de nuestros socios latinoamericanos. Asimismo, tenemos la responsabilidad de nutrirnos en esta relación y comprometer nuestro apoyo a aquellas instituciones y personas de países que no han alcanzado los mismos niveles de desarrollo en ciertos ámbitos. Se trata de un trabajo conjunto con nuestros socios en la región. ¿Por qué no podríamos también apoyar el desarrollo de África, de la India y otros países asiáticos? La universalidad es inherente a nuestra identidad como universidad, tenemos ese compromiso. El llamado del Papa Francisco a través de su encíclica Laudato si’ es a construir una mejor casa común. Esa casa común no se puede construir si no somos capaces de comprender al otro que es diferente, y necesitamos mostrarles esas diferencias a nuestros estudiantes, académicos, profesionales y administrativos. Ese proceso de internacionalización permite también generar encuentros interculturales, que son muy necesarios hoy, no sólo para relacionarnos con personas de otro país, sino que también con inmigrantes que residen en Chile o con quienes pertenecen al pueblo mapuche.

Los desafíos de la vicerrectoría son ambiciosos, ¿en qué ámbitos se quiere avanzar durante 2021? 

Tenemos que hacer un trabajo de mayor integración y de co-construcción con las unidades académicas en el ámbito internacional. Uno de los grandes desafíos que tenemos para este año es crear una comisión interna de internacionalización donde tengamos representadas a las diversas áreas del conocimiento de nuestra universidad. Queremos generar directrices comunes, aunque también entendemos que cada unidad académica tiene intereses específicos. La Universidad de Harvard puede ser un socio muy estratégico para algunos, mientras que el Tecnológico de Monterrey puede serlo para otros.

La internacionalización en casa es otra línea de trabajo que queremos profundizar, incluso generando una definición conceptual latinoamericana, porque actualmente los estudios existentes consideran sólo un enfoque del hemisferio norte o anglosajón. Este proceso implica internacionalizar la vida al interior de los campus, incorporar lo internacional en las mallas curriculares y en el perfil de egreso. Esto pasa, además, por incrementar la movilidad de estudiantes y académicos, para que lleguen a nuestra universidad. Para eso hemos establecido programas de acogida para nuestros académicos y estudiantes provenientes del extranjero, queremos que su experiencia en la UC sea recordada con un gran valor. También resulta importante fortalecer nuestros lazos con alumnos chilenos y extranjeros que han estudiado en la UC, cuestión que nos ayuda a posicionar nuestra universidad a nivel mundial, potenciando así la atracción de talento y enriqueciendo nuestra comunidad. 


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