Aprendizaje en la primera infancia

Mejorar la calidad y el acceso a la educación en la primera infancia es una política pública prioritaria, que ha sido resaltada por el gobierno que inicia sus funciones.  Recientemente, se realizó la firma de la licencia gratuita de transferencia del sistema de Modelamiento del Ambiente Físico de Aprendizaje (MAFA), -en el entorno de jardines infantiles-, que surgió como resultado de un proyecto Fondef orientado al mejoramiento de la calidad educacional, entrega realizada por parte de investigadores de la UC a la Junta Nacional de Jardines Infantiles (JUNJI). Según señala el rector Ignacio Sánchez en una carta que publicó  El Mercurio este domingo 18  de marzo, esta institución del Estado  será la principal agente multiplicadora de esta valiosa herramienta de apoyo a la educación de quienes están en la primera etapa de su aprendizaje formal.

“El proyecto MAFA contribuye a la formación de nuestros niños en su etapa más sensible de aprendizaje, es el resultado de la actividad de investigación y creación de profesores de la UC”, sostiene. Ha  sido posible por una  asociación virtuosa entre la Facultad de Educación y la Escuela de Diseño de nuestra Universidad. Según explica, la transferencia de la licencia renueva el compromiso que tiene la UC con el desarrollo social del país, concretamente a través del vínculo que se establece entre la innovación académica y los organismos gubernamentales, transfiriendo resultados desde la academia al ecosistema educativo.

Según dice, esta transferencia conducirá hacia una mejora en la calidad educativa en las aulas de la educación de párvulos, permitiendo potenciar las prácticas y relaciones pedagógicas entre el educador, los técnicos y los niños a través de una plataforma virtual, un set de soportes de práctica que reemplazan el mobiliario tradicional, artefactos realizados con una mirada espacial y del diseño, un material para que los mismos niños participen modelando y diseñando el ambiente de su sala, con un ambiente físico flexible para el aprendizaje.  Es decir,  “el trabajo conjunto con la JUNJI significará mejores prácticas educativas para el beneficio de nuestros niños”, apunta.

Para Ignacio Sánchez, el espacio físico y su entorno educacional se constituyen en un tercer agente educador, potenciando nuevas oportunidades de aprendizaje en una edad crucial.  Agrega que es necesario que educadores y niños redefinan los espacios como lugares propios para aprender. En esta tarea, los padres deben aportar a imaginar nuevos espacios habitables para sus hijos. Así, el trabajo interdisciplinario de los académicos de la UC podrá ser replicado y potenciado de manera conjunta con la JUNJI. “El aporte universitario es clave en el apoyo a la primera infancia”, manifiesta la autoridad.

 

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